martes, 20 de enero de 2015

¿Cómo hago para que duerma toda la noche?

La expresión “duerme como un bebé” suele evocar la imagen de alguien que duerme mucho y profundamente. En la gente que nunca tuvo un bebé. El sueño del bebé debe ser el tema más debatido y comentado por los padres, junto con el del aumento de peso.
En el útero los bebés duermen cuando quieren. No tienen mucha idea de día y noche. De hecho, suelen dormir más durante el día porque el movimiento de la madre al realizar sus tareas habituales los mece. Cuántas mamás embarazadas cuentan que cuando se acuestan a dormir empieza la fiesta en la panza.



Los bebés no saben leer la hora. No conocen el reloj. Los adultos vivimos en función del reloj. La mayoría de nuestros actos no responden a nuestras necesidades fisiológicas. Pocos comen sólo cuando tienen hambre, la mayoría se sienta a comer cuando llega la hora. Pocos esperamos a estar cayéndonos de sueño para irnos a dormir. La mayoría nos metemos en la cama a una hora más o menos “razonable” y leemos o miramos la televisión hasta que nos quedamos dormidos. Y esperamos que cuando nace el bebé se acomode a nuestros horarios rápidamente. Pero los bebés responden a sus necesidades: comen cuando tienen hambre, duermen cuando tienen sueño. Y no necesariamente estos horarios coinciden con los del reloj.


Esto no quiere decir que no podemos esperar que en algún momento el bebé se acomode a la rutina de la casa y duerma de noche y coma más o menos regularmente. Pero no va a suceder el primer día, es probable que lleve varias semanas alcanzar alguna rutina.

Por otro lado, el bebé está acostumbrado a estar todo el tiempo con su mamá, sentirla, olerla, escucharla. Todo el día y la noche. De nuevo, son nuestras expectativas las que imponen que el bebé duerma solo en su cuna, en su habitación que con tanto amor preparamos, desde las 10 de la noche hasta las 7 de la mañana.

¿Solución instantánea?
No existe una solución única para el maternaje nocturno, cada familia encuentra su propio camino a medida que avanza. Hay sí evidencia de que las madres duermen mejor si amamantan 1,2 , y resulta evidente que tener al bebé cerca también ayuda a dormir mejor. Algunas familias adosan la cuna a la cama, otras deciden compartir la cama con su bebé o practicar “colecho”. El colecho es una costumbre muy difundida en sociedades no occidentales. Si una familia decide practicar colecho debe informarse cuidadosamente y tomar los recaudos necesarios. Una cama donde duermen adultos que fuman, toman alcohol y otras sustancias que afectan el sistema nervioso no es un lugar seguro para un bebé. Tampoco lo son un colchón muy blando o de agua, los plumones o acolchados, las almohadas o almohadones. NUNCA se debe dormir en un sofá con un bebé. Los arreglos para dormir con el bebé deben hacerse de antemano y deliberadamente y no se debe recurrir a llevar al bebé a la cama cuando estamos exhaustos y no entendemos muy bien qué pasa.

Dormir toda la noche
Una mamá contó esta historia en una reunión de amigas: “El otro día fui a una cena de gente del trabajo de mi marido. Las mujeres me arrinconaron para preguntarme si mi bebé dormía toda la noche. Y no, la verdad es que no duerme toda la noche. Tira cuatro, cinco horas, pero nada más”. Si les hubiera preguntado a las mujeres que le preguntaron si el bebé dormía toda la noche cuántas horas dormían sus bebés cuando alcanzaron este hito, se habría sorprendido de escuchar que muchas decían “unas cinco horas”. Algunos bebés duermen siete, ocho, nueve horas desde edad temprana. La mayoría de los bebés tienen un tramo de sueño más largo que los demás, de unas cuatro o cinco horas. Esto es normal. Los bebés necesitan comer con frecuencia, incluyendo de noche. Los bebés que no toman la teta también toman una mamadera de noche. La mamá que amamanta necesita esa toma nocturna que afecta la secreción de prolactina y ayuda a mantener la producción de leche.

Podemos ayudar al bebé a que ese tramo de sueño más largo lo haga de noche si durante el día lo dejamos dormir con luz y los sonidos habituales de la casa y a la noche bajamos los estímulos al mínimo. Si la mamá trabaja fuera de la casa es posible que el bebé se despierte mucho de noche. Muchas mamás manejan esto durmiendo cerca de sus bebés.

Nada es para siempre
Una mañana nos despertamos y nos damos cuenta de que hay sol y el bebé recién se despierta. Aunque parece que nunca vamos a volver a dormir de un tirón más de dos, tres, cinco horas, llega el día en que dormimos más. Y después los hijos empiezan a salir de noche y de nuevo dejamos de dormir. Si tratamos de vivir con calma y amor los despertares nocturnos podemos encontrar en esos momentos temidos recuerdos que vamos a atesorar toda la vida: una mano que nos acaricia, una boca que sonríe entredormida, unos ojos que apenas se abren para verificar que sí, somos nosotras las que estamos ahí, dando calor y leche tibia en medio de la noche.

1. Blyton, D. M., Sullivan, C. E., & Edwards, N. (2002). Lactation is associated with an increase in slow-wave sleep in women. Journal of Sleep Research, 11(4), 297-303.
2. Doan, T., Gardiner, A., Gay, C. L., & Lee, K. A. (2007). Breast-feeding increases sleep duration of new parents. J Perinat Neonatal Nurs, 21(3), 200-206.

Este documento tiene fines informativos y no reemplaza la atención médica.
Preparado por: V. Garea IBCLC
©GALM Bariloche. Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.

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