domingo, 30 de junio de 2013

La muerte, esa científica

Domingo 30 de junio de 2013 | Publicado en edición impresa
Ciencia a lo loco
¿De eso no se habla? Claro que sí. Morir es científicamente necesario y hasta fascinante. Un repaso por esta pálida dama a la que conocerla nos hace humanos
Por Diego Golombek  | LA NACION

Lugar común, la muerte. Sí: última frontera, la única certeza. Pero a esa pálida dama a la que conocerla nos hace humanos, la hemos estudiado, investigado o interrogado poco desde la ciencia, como si hubiera temas de los que de eso no se habla, no se experimenta, no se profundiza. Nada de eso: morir -del todo, un poco, de a células- es científicamente necesario y hasta fascinante. Impresionables, abstenerse.

Te encontraré una mañana, sentada en mi habitación. Si algo ha cambiado, es la muerte: hoy la relacionamos con la edad avanzada, cuando durante gran parte de la humanidad podía sorprendernos en cualquier momento y, tal vez sobre todo, en la infancia. La moda actual es envejecer, pero. ¿hasta cuándo? No olvidemos al bueno de Titono, a quien el sádico de Zeus le concedió la vida eterna, sí, pero no la juventud, así que iba envejeciendo por los siglos de los siglos. Es cierto que, si hasta hace dos o tres siglos la esperanza de vida andaba por los 30 años, hoy nadie se atrevería a poner un límite superior (la vida se ha extendido en promedio unos 2 años por década los últimos 100 años). Son 5 horas más por día. Pero eso no necesariamente quiere decir la salud ideal, la mirada constante, la sonrisa perfecta: por ahora más y más edad quiere decir, también, más problemas. La ambición, el músculo y el cerebro también envejecen indefectiblemente; en cierta forma, el envejecimiento extremo es un invento humano, casi un hecho cultural.

La muerte va por el mundo vestida de escoba. La muerte como una barredora; y, según algunos, por suerte. Algo así nos dicen Marcelino Cereijido y Fanny Blanck en el libro La muerte y sus ventajas: de la misma manera que las células están programadas para morirse (por ejemplo, las células de la piel entre los dedos de las manos deben morir durante el desarrollo para poder tener manitos de bebé y no de pato), también los individuos deben desaparecer para hacer lugar.

La muerte como efecto secundario. Eso encontró alguna vez la escritora Ana María Shua en un prospecto farmacéutico, pero en todo caso el folleto no decía cómo identificar correctamente tal molestia. De hecho, hay congresos internacionales para definir a la muerte: ¿se trata del cerebro, más aún, de los lóbulos frontales, ese yo que llevamos sobre la frente? ¿Del corazón? ¿Del último aliento? ¿De una decisión individual? El cerebro, en todo caso, se resiste a morir, aun con el cuerpo vegetando por algún lado e, incluso, hasta puede volver de esa luz al final del túnel. Y quién sabe si algún día podrá revivirse un cerebro dormido sin retorno.
Debo contar todo lo que yo sé (uh, perdón, Víctor Sueyro también). Eso: ¿y los que supuestamente vuelven? Convengamos en que son pocos: sólo alrededor del 2-5 por ciento de los pacientes con una pata del otro lado pueden volver a este mundo. Claro que hay ventanas: si se trata a alguien dentro de los 5 minutos de que haya ocurrido un paro cardíaco, las chances son de casi el 50% (pero caen muy rápido si el tratamiento llega unos 15 minutos más tarde). Experimentalmente se demostró que enfriar el cuerpo (y sus células) puede retardar lo inevitable y hasta hacerlo evitable, pero del experimento a la clínica hay una ambulancia atravesando el centro en hora pico.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojosPero, ¿podremos mirarla de frente? De una u otra manera, la falta de oxígeno en el cerebro mata a las neuronas, y no podremos sentir nada de nada. Pero los cálculos más tétricos postulan que, si se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, tardaremos unos siete a diez segundos en perder la conciencia. La falta de irrigación duele: al menos, eso sucede cuando el corazón se va quedando solo, y ese dolor se va irradiando al resto del cuerpo durante un ataque cardíaco. Sin embargo, lo que más nos enseñó sobre esos cinco segundos antes de la muerte en que todos los incurables tienen cura, fue el genial invento de Joseph Guillotin que, se cuenta, fue utilizado por los decapitados con pensamiento científico para guiñar el ojo desde sus cabezas seccionadas a sus ayudantes de laboratorio que tomaban notas entre el público (hoy se cree que se debía simplemente a reflejos post-mortem).

El miedo a la muerte es el más injustificado de todos los miedos. Sin embargo, es ese miedo el que, en parte, nos hace humanos, y nos mueve a levantarnos de la cama, y a inventar la ciencia (y la otra cara de la moneda, las religiones). Conocer a la muerte y sus secretos también nos puede hacer más humanos. Mientras tanto, tengamos hijos, plantemos árboles, escribamos notas.Vivir solo cuesta vida.
  • Las citas en bastardilla corresponden a Tomás Eloy Martínez, Silvio Rodríguez, Charly García, Pablo Neruda, Ana María Shua, Andrés Calamaro, Almafuerte, Albert Einstein y Patricio Rey.

viernes, 28 de junio de 2013

Lactancia en tiempos de estrés

Información Especial

Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 14 Numero 1 Año 2002
En todo el mundo, las madres lactantes se enfrentan a situaciones de estrés dentro sus familias, ante desastres naturales y en tiempos de guerra. Y ese estrés puede afectar su lactancia. Hay madres que sienten una disminución en su producción ante tales situaciones. Otras sienten una demora o inhibición en el reflejo de bajada de la leche. Esta disminución o demora es temporal, y con tiempo y un esfuerzo consciente para relajarse, la madre podrá volver a sentir un reflejo normal de bajada de la leche. La madre con un bebé pequeño es particularmente vulnerable debido a varias situaciones. Una de ellas, porque no duerme mucho. Y para algunas, la responsabilidad de ese pequeño ser puede causar un sentimiento de intranquilidad o de “no ser capaces”. Además, la madre está sensible y se identifica con otras mujeres que sufren. En ocasiones debe enfrentar situaciones de crítica o una multitud de comentarios sobre el manejo de la lactancia, que la confunden.

Y si a lo anterior se añade una situación de guerra, de atentados, de catástrofes naturales, una enfermedad grave o la muerte de un ser querido, el estrés puede llegar a niveles que afecten mucho a la madre que lacta. “Una de las necesidades de los seres humanos es poder imaginar el futuro y hacer planes. Lo que sucede con las situaciones de caos es que causan inseguridad, no se pueden hacer planes porque el futuro es incierto”, dice Genevieve Treille, Líder francesa, quien vivió en Irak durante la guerra con Irán. Ella y Nancy Nachman-Srebrnik, de Israel, sugieren pasar mucho tiempo con amigos para poder hablar mucho. Ellas recomiendan:

Limite la cantidad de tiempo que gasta leyendo o viendo especulaciones de los medios relacionados con el cubrimiento de la noticia. Vea una cantidad mínima de noticias, suficiente para mantenerse informada y poder tomar decisiones.

Manténgase en actividad, haga ejercicio. Los aeróbicos y el ejercicio realizados en forma regular permiten la liberación de endorfinas, hecho que propicia una sensación de bienestar.

Ingiera comidas nutritivas; aléjese de las chucherías o comida “chatarra”. No olvide tomar suficientes líquidos.
Aléjese de los pesimistas y mantenga usted misma una actitud positiva.

Sea especialmente paciente con sus hijos y dese tiempo usted misma para que cada uno pueda procesar los sentimientos de miedo y ansiedad.

Propicie situaciones que le permitan amamantar con tranquilidad. No se saltee las  comidas del bebé, pues más que nunca ustedes dos necesitan ese contacto íntimo y sus senos necesitan el estímulo continuado.

Cuando vaya a lactar, respire profundo y piense en algo agradable. Trate de dejar a un lado las noticias desagradables, por ese rato. Ponga música suave.

Masajee suavemente su seno, con las yemas de los dedos, para estimular la bajada de la leche.

Muchas mamás sienten una gran tranquilidad en los momentos en que lactan a su bebé. La prolactina, la hormona responsable de la producción de leche, ayuda a que las madres tengan un sentimiento de normalidad, de calma y de felicidad interior que se torna contagioso al resto de la familia.

No expresar pánico en situaciones extremas es difícil; pero aquellos que han vivido en países en guerra aprenden a hacerlo y a mantener la serenidad. Vivir con serenidad una situación extrema es un reto, pero hace que sea más fácil. Defienda y disfrute su lactancia.

Adaptado por María Cristina Sáenz de “Breastfeeding in times of chaos”, de Kathleen Whitfield de Riverside, California, en Estados Unidos, publicado en New Beginnings de diciembre de 2001.

¿Qué pasa?
Un desastre, no importa su tamaño, causa estrés; las personas reaccionan diferente a esa situación. A veces la reacción es inmediata, otras veces demora unos meses. Algunas de las respuestas pueden ser:

Incredulidad y conmoción

Miedo y ansiedad acerca del futuro

Desorientación, apatía y entorpecimiento emocional

Irritabilidad y rabia

Tristeza y depresión

Sentimiento de impotencia

Hambre extrema o falta de apetito

Dificultad para tomar decisiones

Llorar sin razón aparente

Dolor de cabeza y problemas intestinales

Dificultad para dormir

Ingestión excesiva de alcohol o drogas

Muchas de estas reacciones pueden disminuir a medida que pasan los días. Debido a que cada persona experimenta el estrés de una manera diferente, no se compare con los demás, ni juzgue las reacciones de otras personas.

¿Qué puede hacer?

Hable del tema que la angustia. No expresar los sentimientos no permite “hacer el duelo”. Al hablar se alivia el estrés y se da cuenta que otras personas comparten su situación.

Descanse mucho y haga ejercicio. Recuerde comer bien. Evite tomar bebidas alcohólicas y hacer actividades de riesgo.

Dedique tiempo a su familia. Aliente a sus hijos a comentar con usted sus sentimientos
.
Tan pronto se sienta mejor, vuelva a su rutina.

Haga cosas que la hagan sentir relajada y que la motiven.

Recuerde momentos en que experimentó problemas grandes y cómo los resolvió.

Haga algo positivo que le ayude a saber que usted puede manejar otras situaciones (tome un curso de primeros auxilios, done ropa o alimentos).

Si se siente abrumada con el desastre, pida ayuda. No es un signo de debilidad. Hable con alguien en quien confíe.

Si usted tiene problemas para superar esos sentimientos más allá de cuatro a seis semanas, es posible que necesite ayuda profesional. Ser incapaz de manejar sus respuestas al desastre o de reasumir sus actividades regulares puede ser síntoma de un desorden post-traumático, una enfermedad real y tratable.

Fuente: The National Mental Health Association - www.nmha.org

Última modificación realizada el 13 de febrero de 2008 por mmm
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Imagen El misterio de la Teta/Soledad Afra

Ventajas de Dar el Pecho de la A a la Z


  • A - Amor, Alimento perfecto.
  • B - Bebé más feliz.
  • C - Conveniencia, Comodidad.
  • D - Disminuye las alergias. Mejor Desarrollo dental.
  • E - Económico, Ecológico
  • F - Fácil
  • G - Gratis
  • H - Bebé Hermoso, alimentación más higiénica.
  • I - Inmunidad se pasa de madre a bebé.
  • J - La manera Juiciosa de alimentar a su bebe.
  • K - Pierda Kilos sin esfuerzos.
  • L - Leche Lista al instante.
  • M - Mejor digestión para el bebé.
  • N - No mancha la ropa.
  • O - Olor es agradable.
  • P - Leche Potable, Popos sin olor.
  • Q - Quijada que se desarrolla fuerte.
  • R - Ración de leche siempre correcta.
  • S - Bebé Saludable. Siempre tendrá Suficiente leche.
  • T - Temperatura de la leche es siempre perfecta.
  • U - Útero que se contrae más rápido, menos sangrado después del parto.
  • V - Vómitos no son frecuentes.
  • X - Exacta fórmula, diseñada por la naturaleza para el bebé.
  • Y - No hay necesidad del bebé de tomar Yerba buena.
  • Z - El bebé está cerca del corazón de su mamá, como cuando estaba en su vientre.por Socorro Caanen, Líder de LLL Fuente:http://www.llli.org/lang/espanol/langdarpecho.html
  • jueves, 27 de junio de 2013

    En Primera Persona: Sube la Bilirrubina

    Verónica comparte sus dos experiencias amamantando a sus bebés con ictericia. Dos situaciones diferentes, marcadas por dos lactancias distintas: una bien establecida de entrada y otra con más dificultades. Gracias por compartir tu historia con nosotros.

    Tengo sangre grupo 0 y mi marido tiene sangre grupo A. Cuando quedé embarazada nadie me explicó que eso podía llegar a traer problemas. Mi hija mayor nació con el grupo sanguíneo de su papá. El parto fue complicado, pero ella se prendió hermosa mente al pecho y tomaba con ganas el calostro de los primeros días y después la leche que bajó puntual a los 2 días. Cuando nos dieron de alta del sanatorio (en EEUU, donde vivíamos en ese momento), el neonatólogo me dijo “su hija tiene la bilirrubina alta; fíjese si se pone muy amarilla y el lunes (era viernes) llévela a control”. No era suficiente información, pero afortunadamente al día siguiente recibimos la visita de una enfermera a domicilio que nuestra cobertura médica enviaba a todas las casas a las 24hs del alta. La enfermera me explicó que mi hija tenía ictericia ABO que se producía por la diferencia en grupos sanguíneos entre ella y yo, que le ofreciera la teta a cada rato, mucho, mucho, que eso iba a hacer que eliminara la bilirrubina a través de la materia fecal e iba a evitar que la internaran para hacerle fototerapia (ponerla bajo la lámpara). Así que nos pusimos en teta intensiva y le di la teta cada hora, hora y media. El lunes, en el control, había recuperado el peso de nacimiento y la bilirrubina había bajado significativamente.
     
    Imagen: phanlop88 /
    FreeDigitalPhotos.net
    Dos años y medio más tarde nació mi segundo hijo. A esa altura, yo ya era asesora voluntaria de un grupo de apoyo a la lactancia materna, me había formado para apoyar a otras mamás y tenía claro el tema de la ictericia ABO. Sabía que era muy importante que mi hijo recibiera calostro y leche para que eliminara la bilirrubina. Pero mi hijo tenía otras ideas: todas las cosas raras que había leído que los bebés podían hacer con la lengua cuando tomaban el pecho, las hacía él. Parecía que había leído los mismos libros que yo, y había aprendido todo lo que no ayudaba a que tomara bien el pecho. Con mucha dificultad, lograba que tomara algo de calostro, pero no suficiente. Su nivel de bilirrubina subía y subía y finalmente, dos días después del alta, tuvimos que volver para que lo internaran en la unidad neonatológica para administrarle fototerapia. Afortunadamente, la clínica tenía una política de internación conjunta, por lo que yo tenía una cama para dormir. Las enfermeras me llamaban de noche cuando mi bebé tenía que tomar la teta, y durante el día estaba al lado suyo, tomándolo en brazos todo lo que podía (con la aprobación de su neonatólogo) y amamantándolo con mucha frecuencia. Después de tres días volvimos a casa, ya con la lactancia bien establecida y sin bilirrubina.

    Fue muy importante contar con el apoyo de personal médico con conocimiento de lactancia materna que en ningún momento sugirió destetar u ofrecer complemento y que me alentó constantemente para que mantuviera la lactancia materna exclusiva. De mis dos experiencias rescato que si el bebé se prende bien de entrada y se ofrece el pecho con frecuencia, aumenta la probabilidad de evitar la fototerapia.

    Más información sobre lactancia e ictericia

    Este documento tiene fines informativos y no reemplaza la atención médica.

    ©GALM Bariloche. Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.

    Amamantar, ¿baile amoroso entre la mamá y su bebé?


    Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 18 Numero 4 Año 2006
    Es bien sabida la importancia de una adecuada colocación del bebé al seno para evitar dolorosas grietas en los pezones y problemas en la producción de leche. Existe mucha información, a veces contradictoria; lo cierto es que no todas las madres ni todos los bebés se acomodan con la misma posición.

    En 1989 Mary Renfrew escribía en el Journal of Human Lactation: “Es contraproducente insistir en que el bebé sea colocado en la misma posición que aprendió quien lo orienta... La articulación entre la madre y su bebé puede ser considerada como una especie de danza”.

    Y añadía: “Esta danza debe ser fortalecida y no controlada o limitada. La madre y el bebé manejan su propia experiencia de lactancia a partir de sus sensaciones, y con ayuda si se llegare a requerir. Insistir demasiado en la técnica del posicionamiento puede ir en detrimento del carácter único de cada pareja madre-bebé”.

    Con frecuencia, a una madre que tiene un bebé recién nacido se le recomienda una posición que es familiar y ha funcionado a quien la recomienda. Y lo cierto es que algunas madres usan muchas posiciones, mientras que otras se acomodan solo con una o dos. Lo que le funciona a una madre puede no funcionarle a otra. La que funciona bien en la madrugada podría no ser útil al final de la tarde.

    Por eso es importante que cada madre conozca varias posiciones para amamantar, las formas de sostener el seno y las técnicas de agarre por parte del bebé. Esto le permitirá escoger las que más se acomoden a ella y a su bebé, y experimentar o innovar con otras.

    En todo caso es importante saber que la lactada no debe lastimar el seno, de manera que la madre debe encontrar una posición que no le cause dolor. Felicitar al bebé cuando está bien prendido, surte un efecto maravilloso. Además, cuando está en una posición que le funciona, él se ve recompensado por el flujo de leche materna que llega a su boca. La madre debe ser animada a conocer a su bebé, sin intervenciones. Ambos deben tener tiempo de conocerse mutuamente.

    Es importante observar cómo interactúan la madre y su bebé, y cómo el chiquitín se comporta en el seno. El bebé tiene necesidad de tener su boca llena con el seno para que la transferencia de leche sea eficiente. La madre no debe sentir dolor y su pezón no debe salir deformado de la boca del bebé. La madre debe poder ofrecer el seno a su bebé como respuesta a las señales que él emite, por lo que debe estar atenta a ellas. Esto lo propicia la cercanía.

    Si las condiciones anteriores se dan, poco importa que la técnica de la madre sea “como en los libros”. Si la madre y su bebé encuentran una posición que les funciona, no es necesario intervenir. Como se dice, “no es necesario reparar lo que no se ha roto”. Veamos las posiciones más frecuentes.

    Madona
    La posición de madona es una de las más conocidas. Podríamos decir que es la preferida de muchas madres. Es la que vemos con frecuencia en las fotografías y en los cuadros del Renacimiento. La cabeza del bebé está colocada sobre el ángulo interior del codo, mientras su espalda reposa en el antebrazo de la madre y la cola está sostenida por la mano de ella. La madre debe colocar al bebé enfrentado a ella, barriga contra barriga, y acercarlo hacia ella (ver figura 1). El bebé no debe voltear la cabeza hacia su madre al momento de prenderse del seno. Si el bebé está desnudo, no se debe ver su ombligo. La oreja, la espalda y la cadera del bebé deben formar una línea recta. El bracito que queda por debajo se ubica bajo el pecho de la madre o rodeando su cintura.

    Muchos expertos dicen que es preferible que la madre coloque la cabeza del bebé sobre el antebrazo, un poco alejado del codo. Cuando la madre es corpulenta, el interior del codo puede estar demasiado cerca de su cuerpo e impedir que el bebé se agarre bien del seno. En otras madres, el ángulo del codo ubica la cabeza del bebé muy lejos de la punta del seno lo que hace que el bebé tenga que bajar su mentón hacia el torso, situación que aleja la mandíbula inferior y la lengua, las cuales, así, no pueden efectuar el trabajo esencial para extraer la leche. En este caso, el bebé no puede tomar una buena porción del seno en su boca, queda mal arrimado al seno, como suspendido en el pezón. Adicionalmente, puede ser difícil para él tragar ya que su mentón está inclinado hacia su pecho.

    Curiosamente, la posición de madona no es la más fácil de aprender por parte de una madre novata porque es difícil controlar la cabeza del bebé y mantener suficientemente alto al bebé, cerca del seno. En esta posición, un bebé pequeño puede tender a enrollarse como una bolita. De manera que si hay el menor problema de colocación al seno, de extracción de leche por parte del bebe o de pezones adoloridos, la posición de madona no es la mejor escogencia.

    De sandía o balón fútbol americano
    La madre debe estar cómoda y un poco retirada del espaldar de la silla o la cama, lo cual se logra con un cojín grueso. Ella debe poner una almohada bajo su brazo sobre la cual reposa el bebé para permitirle quedar a la altura del seno (ver figura 2). El bebé se ubica de manera que su cara quede mirando a su madre, acurrucado contra ella, bajo su brazo. La parte alta de la espalda del bebé reposa sobre el antebrazo de la madre, y su cabeza, está sostenida por la mano de la madre. Los pies del bebé casi rozan el espaldar de de la silla o cama.

    Esta posición es útil para la madre que ha tenido una cesárea, pues permite evitar el contacto con la zona de la incisión. Es también una posición ideal para madres que tienen pezones planos o invertidos, cuando el bebé tiene dificultad para prenderse al seno o presenta problemas de succión, ya que la madre tiene una visión más completa del seno y de su bebé, y de esta manera ella puede controlar mejor la cabecita del bebé y dirigir el seno hacia su boquita.

    La posición de sandía es también adecuada para un bebé muy pequeño y para amamantar mellizos simultáneamente.

    Desafortunadamente muchas mamás no encuentran cómo lograr esta posición y el personal de la salud la conoce poco como para recomendarla.

    madona
    Es prácticamente la misma posición de madona , solo que la madre sostiene a su bebé con la mano contraria al seno que toma el bebé. Si ella desea ofrecer el seno izquierdo, debe sostener al bebé con su brazo derecho, colocando los dedos de la mano derecha tras las orejas y la nuca del bebé. La barriga del bebé está contra la de su madre, un cojín sobre el regazo de la madre ayuda a sostener al bebé a la altura del seno. Cuando la madre se prepara para prender al bebé al seno, es importante que la boca del chiquitín esté desde el principio muy cerca del pezón (ver figura 3).

    El bebé reposa en el hueco formado por el pulgar, el índice y la palma de la mano, lo cual ayuda a estabilizar la nuca y la cabeza del bebé. La palma materna está entre sus omoplatos. Cuando el bebé abre grande la boca, la madre empuja los omoplatos con la palma y no la nuca con los dedos que la sostienen. Esta presión ayuda a que el mentón atrape el seno ligeramente delante de la nariz, lo que hace que el pezón se dirija hacia el paladar del bebé. Y si el pezón roza la juntura del paladar duro con el blando, desencadena la succión.

    Este método ayuda a que el bebé agarre el seno profundamente en su boca, oprimiendo los senos lactíferos de manera que desencadena una transferencia eficiente de la leche. Es importante no tocar la parte posterior de la cabeza del bebé, muy sensible durante el periodo posterior al parto. Cuando se le toca la cabeza, el bebé puede tener la tendencia a arquearse y echarse hacia atrás alejándose del seno, en lugar de acercarse al pezón. Este reflejo del bebé puede ser percibido por la madre como un rechazo del seno y puede explicar por qué algunas madres parecen tener dificultad para prender al bebé al seno, si intentan forzarlo sosteniendo con firmeza la cabecita desde atrás.

    Algunos expertos sugieren que la madre tenga al bebé enrollado alrededor de ella. Si el bebé parece tener problemas para respirar, basta con que la madre acerque un poco más al bebé a su cuerpo con el codo del brazo que los sostiene. Así se modifica el ángulo y se destapa la nariz. Jan Barger, consultora de lactancia en Illinois recomienda que las madres que usan esta posición usen su mano dominante para alzar al bebé, al menos los primeros días. Esto permite que si la madre es diestra e inicia la lactada en el seno izquierdo, pueda deslizar al bebé hacia el seno derecho sin mayor esfuerzo, donde el bebé quedará en la posición de sandía, sin tener que modificar la forma como sostiene al bebé. La madre también puede empezar al contrario, en la posición de sandía, y terminar la comida en posición inversa de madona.

    La posición inversa de madona puede ser difícil de mantener si el brazo de la madre no está debidamente apoyado, especialmente cuando el bebé es pesado o grande. En ese caso, la madre debe usar suficientes cojines. Por esto mismo, es una posición recomendable para los primeros días o para usar de manera temporal; una vez que la madre se sienta más confiada, es conveniente que use otras posiciones más cómodas.

    La posición inversa de madona permite sostener la zona toráxica del bebé por lo que estabiliza la mandíbula; se recomienda para amamantar los primeros días a los bebés muy pequeños, los prematuros, los hipotónicos, los que tienen necesidad de que se les ayude a agarrar el seno correctamente. También es conveniente cuando el bebé tiene dificultades de succión de origen sensorial, con frenillo o mentón pequeño pues hace que más porción de la lengua esté en contacto con el pezón permitiendo un mejor flujo de leche para el bebé.

    Con esta posición, la madre puede manejar mejor su seno y guiar al bebé. Inclusive, permite a cualquier madre asegurarse que el bebé aprenda a agarrarse bien del seno en los primeros días, iniciando la lactada con esta posición, para que una vez que el bebé esté bien agarrado, ella deslice su otro brazo bajo el cuerpo del bebé y termine de amamantarlo como madona, posición más cómoda. El único cuidado que debe tener la madre, es hacer movimientos suaves con el fin de no perturbar la succión del bebé.

    Acostada de medio lado
    En esta posición la madre descansa su cabeza sobre una o dos almohadas y coloca otra entre sus rodillas, que están un poco recogidas formando un ángulo; la mano que queda debajo puede ayudar a sostener la cabeza de la madre (ver figura 4). El bebé está a su lado, de frente, y sus rodillas tocan el cuerpo de la madre. Para que el bebé no se dé la vuelta, la madre sostiene su espalda con la mano que queda arriba o puede poner, a manera de tranca, una cobija pequeña enrollada o un cojín contra la espalda del bebé.

    Para cambiar de lado, la madre puede sostener al bebé contra el seno, sobre su abdomen, girar sobre la espalda y dar la vuelta. Se puede ayudar con las barandas de la cama si todavía está en el hospital.

    Esta posición es muy útil para las madres que se recuperan de una cesárea o una episiotomía, para amamantar de noche o en momentos de gran cansancio, sin importar la edad del bebé. Se sabe que las madres que recién tienen su bebé, logran mejor descanso y se fatigan menos con esta posición que cuando amamantan sentadas. Estudios realizados en ese sentido sugieren que la posición recostada de medio lado permite a las madres reducir la fatiga posparto y contribuye al éxito de la lactancia.

    Recostada boca arriba
    La madre descansa su espalda sobre cojines o almohadas de manera que, sin estar completamente sentada, queda en un ángulo de 45° (ver figura 5). El bebé reposa recostado sobre ella para succionar.

    Es una posición que ayuda en un primer momento, a las madres que tienen un reflejo de eyección fuerte y que por circunstancias especiales no ponen en marcha otras medidas para manejar esta situación; en esta posición el flujo de leche pierde un poco de fuerza y el bebé puede succionar y tragar de manera más cómoda. Es una posición transitoria mientras las madres encuentran otra posición más cómoda.

    También ayuda a mamás que tienen los pezones muy maltratados, pues el bebé ejerce la succión en un punto diferente a la grieta, evitando lastimarlos más y evitando dolores. De nuevo, es una posición transitoria mientras los pezones se sanan. Esta posición permite, además, que el bebé tome en su boca el pezón y la mayor cantidad posible de areola con mayor facilidad.

    Caminando
    La madre alza a su bebé en posición de madona y camina lentamente con él a la vez que lo amamanta (ver figura 6). Esta situación para amamantar puede ser manejada con facilidad con un cargador sobre el cual reposa el bebé a la altura del seno.

    Caminar y amamantar permite a la madre hacer algo de actividad a través de la marcha y en el caso de un bebé muy inquieto, él se siente mecido con el movimiento de la marcha y come con más tranquilidad que cuado la madre está quieta.

    Cualquiera que sea la posición que la madre escoge, es importante que su espalda esté bien sostenida; ella no debe agacharse al momento de prender al bebé al seno, pues esto hace que sufra dolores de espalda.

    Respetar las diferencias
    La lactancia no puede volverse un conjunto de reglas dogmáticas ni una camisa de fuerza para la madre, dice Ruth Lawrence. La lactancia no puede ser un suceso de normas planeadas de manera estricta, y administradas de una forma específica. Lo cierto es que si la madre percibe que para amamantar se requieren numerosas reglas, se sentirá desalentada a hacerlo. Para amamantar no hay protocolos. Cada pareja madre/bebé es diferente y funciona de una manera propia; lo que funciona para una, tal vez no funciona para otra. Madre y bebé deben ser tratados como individuos.

    Laure Marchand-Lucas, doctora en medicina y Líder de la Liga en Paris piensa que “un bebé que no ha sido perturbado encontrará por sí mismo la posición, que depende de la forma de su boca, así como de la del seno y el pezón de su madre. El problema empieza cuando el bebé ha olvidado la forma de hacer la succión debido a las intervenciones del nacimiento o por otra causa”.

    Del artículo de Andrea Eastman, consultora de lactancia, publicado en Leaven de septiembre de 2000. Traducido y adaptado en Colombia por María Cristina Sáenz.

    Última modificación 11 de enero de 2008 por mmm.

    miércoles, 26 de junio de 2013

    El nacimiento de los mamíferos humanos por Michel Odent.




    Michel Odent se graduó como cirujano en 1950. Es bien conocido como obstetra por haber introducido en un hospital público francés los partos en agua y también salas de parto en las que las parejas pueden sentirse como en casa….

    Les comparto uno de sus artículos, a mi parecer de los más interesantes: El texto fue obtenido de http://www.serparteras.com.ar/ y a su vez lo obtuve de http://rebozitos.wordpress.com/  

    “Todos los mamíferos dan a luz gracias a una repentina emisión de hormonas. Una de ellas, concretamente la oxitocina, juega un papel trascendental, ya que es necesaria para la contracción del útero, lo que facilita el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta. También se la conoce por inducir amor maternal. Igualmente, todos los mamíferos pueden segregar una hormona de emergencia, la adrenalina, cuyo efecto es frenar la oxitocina. La adrenalina se segrega ante una situación de peligro. El hecho de que la oxitocina y la adrenalina sean antagonistas explica que la necesidad básica de todos los mamíferos a la hora de parir es sentirse seguros.

    En la jungla, la hembra no podrá dar a luz mientras exista un peligro, como por ejemplo la presencia de un depredador. En este caso, la segregación de adrenalina es una ventaja, pues los músculos que sostienen el esqueleto recibirán más sangre, y la hembra dispondrá de energía suficiente para luchar o huir; en este caso, es una ventaja poder frenar la producción de oxitocina y posponer el parto. Existen multitud de situaciones asociadas con la producción de adrenalina. Los mamíferos la segregan cuando se sienten observados. Cabe destacar que los mamíferos cuentan con estrategias específicas para no sentirse observados cuando están de parto; la privacidades, obviamente, otra necesidad básica. La hormona de emergencia está también implicada en la termorregulación. En un entorno frío, observamos otra de las conocidas funciones de la adrenalina: inducir el proceso de vasoconstricción.

    Así podemos explicar que, cuando una hembra está pariendo, y de acuerdo a la adaptabilidad de las especies, tiene que estar en un entorno lo suficientemente cálido. Dado que los humanos somos mamíferos, tales consideraciones fisiológicas vienen a sugerir que, a la hora de parir, las mujeres deben sentirse seguras, pero sin sentirse observadas y con una temperatura ambiente adecuada.

    Las Desventajas de los Humanos
    Mientras que la perspectiva fisiológica identifica fácilmente cuáles son las necesidades primarias de las mujeres a la hora de parir, también podemos entender las desventajas específicamente humanas de este período, las cuales están relacionadas con el descomunal desarrollo de esa parte del cerebro denominada neocórtex. Es gracias a nuestro altamente desarrollado neocórtex que podemos hablar, contar y ser lógicos, así como capaces de razonar. En su origen, el neocórtex es una herramienta que sirve a las viejas estructuras del cerebro, ayudando a nuestro instinto de supervivencia.

    El problema es que su actividad tiende a controlar estructuras primitivas del cerebro y, así, inhibir el proceso de nacimiento (y cualquier otro tipo de experiencia sexual). Al respecto, la naturaleza encontró una solución para superar esta desventaja específicamente humana a la hora de dar a luz. Se entiende que el neocórtex debería de encontrarse en estado de reposo para que las estructuras primitivas del cerebro puedan fácilmente segregar las hormonas necesarias.

    Esto explica el hecho de que cuando las mujeres están de parto tienden a aislarse del resto del mundo, a olvidar lo que leyeron o se aventuran a hacer lo que nunca habrían hecho en su vida diaria, como gritar, insultar, adoptar posturas inesperadas, etc. Muchas veces he escuchado a mujeres decir, después de haber parido, “estaba como en otro planeta”. Cuando una mujer de parto “está en otro planeta”, significa que la actividad de su neocórtex es reducida. Esta reducción de la actividad del neocórtex es un aspecto esencial de la fisiología del nacimiento en los humanos, de lo cual se deduce que una de las necesidades básicas de las mujeres durante el parto es la de ser protegidas de cualquier tipo de actividad neocortical. Desde un punto de vista práctico, es útil explicar lo que esto significa y repasar todos los factores bien conocidos que pueden estimular el neocórtex humano:

    Lenguaje
    En particular, el lenguaje racional. Cuándo nos comunicamos por medio del lenguaje, procesamos lo que recibimos con el neocórtex. Esto implica que si hay una comadrona, una de sus principales cualidades debería ser mantenerse al margen, en silencio y, sobre todo, evitar preguntar algo en concreto. Imaginemos a una mujer en pleno parto y “ya en otro mundo”. Una mujer que grita, que se comporta de una manera que nunca se atrevería en su vida cotidiana. Se ha olvidado de todo lo que ha aprendido o leído sobre el nacimiento, ha perdido el sentido del tiempo y de pronto se le obliga a contestar a la pregunta “¿A qué hora hizo pipí por última vez?”. A pesar de que parezca sencillo, pasará mucho tiempo antes de que los que atienden partos comprendan el significado y la importancia de la palabra silencio.

    Luz
    Es otro factor que estimula el neocórtex de los seres humanos. Está sobradamente comprobado que la estimulación visual influye en el resultado de los encefalogramas. Cuando queremos dormir, apagamos la luz y corremos las cortinas, para así reducir la actividad de nuestro neocórtex, lo que implica que, desde una perspectiva fisiológica, una luz atenuada en general facilita el nacimiento. Llevará tiempo convencer a los profesionales de la salud de la importancia de este asunto. Es interesante observar que cuando una mujer está de parto, espontáneamente adopta posturas que la protegen de los estímulos visuales, como por ejemplo, cuando está a cuatro patas, como rezando. Esta postura, tan común en las mujeres de parto, no sólo reduce el dolor en la espalda, sino que tiene también otros efectos positivos, como eliminar la causa principal de estrés fetal (se descomprime así la vena cava), al tiempo que facilita la rotación del cuerpo del bebé.

    Sentirse observada
    También puede ser otra manera de estimular el neocórtex. Cuando una persona se siente observada, existe una respuesta fisiológica que ha sido científicamente estudiada. Por otro lado, es de sentido común que todos nos sentimos diferentes cuando sabemos que estamos siendo observados. En otras palabras, la intimidad es un factor que facilita la reducción del control ejercido por el neocórtex. Resulta irónico que todos los mamíferos no humanos, que tienen un neocórtex no tan desarrollado como el nuestro, tengan una estrategia para dar a luz en la intimidad: los que están activos durante la noche, como las ratas, tienden a parir de día, y los que están activos durante el día, como los caballos, tienden a dar a luz durante la noche. Las cabras salvajes alumbran en zonas inaccesibles, y los chimpancés se alejan de su grupo, se aíslan.

    La importancia de la intimidad nos enseña que existe una gran diferencia entre la actitud de una comadrona que se sitúa frente a la mujer de parto y la observa, y la de otra comadrona que se sienta discretamente en un rincón. También nos muestra que deberíamos de evitar introducir cualquier tipo de dispositivo que pueda ser percibido como un agente observador, del tipo de cámara fotográfica, de vídeo o monitor fetal electrónico. De hecho, toda situación que pueda desencadenar una liberación de adrenalina puede ser catalogada como un factor estimulante de la actividad neocortical.

    Dificultades Mecánicas del Nacimiento del Homo Sapiens
    Están también relacionadas con el desarrollo del cerebro. Cuando una mujer encinta llega a término, el diámetro menor de la cabeza del bebé (que no es exactamente como una esfera) casi coincide con el diámetro mayor de la pelvis de la madre (que tampoco es exactamente como un cono). El proceso evolutivo adoptó una continuidad de soluciones para así alcanzar los límites de lo que es posible. La primera solución fue hacer el embarazo lo más corto posible; de alguna manera, el bebé humano nace prematuramente. Además, se ha probado recientemente que la mujer embarazada puede, hasta cierto punto, adaptar el tamaño del feto a su tamaño modulando el fluido sanguíneo y la disponibilidad de nutrientes hacia el feto. Es por esta razón que las madres receptoras de embriones de donantes con tallas genéticamente superiores llegan a término habiendo engendrado bebés más pequeños de lo previsto.

    Desde un punto de vista mecánico, la cabeza del bebé tiene que estar lo más flexionada posible, de manera que presente el menor diámetro antes de emprender la espiral que lo llevará fuera de la pelvis materna. El nacimiento de los humanos es un complejo fenómeno asimétrico, con la pelvis materna abierta transversalmente al máximo de sus posibilidades a la entrada, y también lo más ancho posible longitudinalmente a la salida. Un proceso de “amoldamiento” puede cambiar ligeramente la forma del cráneo del bebé si fuera necesario. Cuando se habla de las particularidades mecánicas del nacimiento humano no podemos dejar de referirnos y compararnos con lo que sucede con nuestros parientes más cercanos, los chimpancés. Con el embarazo a término, la cabeza de un bebé chimpancé ocupa un espacio significativamente menor en la pelvis materna, con la vulva de la madre perfectamente centralizada, con lo que el descenso de la cabeza del bebé se presenta de una manera lo más directa y simétrica posibles juzgar por los hechos, parece que desde que nos separamos de los otros chimpancés y a través de la evolución de las especies de homínidos, ha venido originándose un conflicto entre moverse rectos sobre los dos pies y la tendencia hacia un cerebro cada vez mayor.

    El cerebro del Homo moderno es cuatro veces mayor que el de nuestro famoso ancestro conocido como Lucy. Tal conflicto en nuestras especies viene dado porque esa pelvis adaptada a un cuerpo verticalizado debe estrecharse, para así permitir que las piernas permanezcan juntas bajo nuestra columna vertebral, lo cual facilita la transferencia de fuerzas desde las piernas hasta la espina cuando corremos. Esta postura erguida se convierte en un requisito previo para nuestro desarrollo cerebral. Por otra parte, los mamíferos, que ejecutan sus movimientos con las cuatro extremidades a un tiempo, son incapaces de llevar cargas pesadas sobre la cabeza, como nosotros cuando andamos derechos. Quizá es por este motivo por el que durante el proceso evolutivo se han encontrado soluciones como una pelvis ensanchable útil para el nacimiento del “mono con el cerebro grande”, teniendo en cuenta que cuanto más corrieran nuestros ancestros, mayores probabilidades de supervivencia.

    Cada bebe con su canción!!!


    "Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño.

    Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito.
    Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás. Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción.

    Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción.

    Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción. Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición.

    En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.

    La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido.

    No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis venas es de la tierra y sopla mi alma como el viento, refresca mi corazón como la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado."

    TEXTO DE TOLBA PHANEM: MUJER, POETISA, AFRICANA, DEFENSORA DE LOS DERECHOS CIVILES DE LAS MUJERES AFRICANAS.

    ¡Mi bebé no tolera mi leche!



    La mayoría de las mamás no necesita preocuparse demasiado por cómo su dieta afecta a la leche que produce. Puede comer de todo y el bebé no va a tener ningún problema.

    Algunos bebés amamantados exclusivamente presentan síntomas que al principio resultan desconcertantes: deposiciones explosivas, con moco, más líquidas, a veces con un poco de sangre, un anillo rojo alrededor del ano, eccema en el rostro u en otra parte del cuerpo, gases excesivos, cólico. Estos bebés están reaccionando a algo en la leche de su mamá y es necesario descubrir qué es y hacerlo desaparecer de la leche para que se resuelvan los síntomas.

    Estos síntomas no deben ser confundidos con intolerancia a la lactosa. Los bebés no tienen intolerancia al a lactosa como los adultos, al contrario, pueden digerir perfectamente la lactosa que es el principal azúcar de su alimento exclusivo durante los primeros seis meses. La genuina intolerancia a la lactosa viene acompañada de desórdenes metabólicos graves que se detectan con la pesquisa neonatal. Algunas enfermedades gastronitestinales o medicamentos pueden dejar como secuela una intolerancia transitoria a la lactosa que puede ser manejada sin necesidad de destete.

    Siga a esa vaca

    El primer sospechoso de provocar estas reacciones es la proteína de leche de vaca (PLV). El mecanismo por el cual la PLV pasa del intestino de la madre a la leche no está complemente entendido, pero sin duda interviene el estado de la pared intestinal de la madre. Las dietas modernas no son conducentes a la integridad de la mucosa intestinal y es probable que esta permeabilidad de la mucosa (leaky gut) sea parte del problema. La proteína es absorbida al torrente sanguíneo y pasa a la leche materna. Varios trabajos han detectado PLV en la leche humana1 aunque en cantidades muy variables y se ha encontrado una asociación entre consumo de lácteos y reacciones alérgicas en niños exclusivamente amamantados2.

    Es necesario entonces eliminar la PLV de la dieta de la madre. Fácil de decir, no tan fácil de hacer. Las fuentes obvias de PLV son la leche líquida y sus derivados: crema, manteca, quesos, yogur, dulce de leche. No deben consumirse ni directamente ni como ingredientes de platos elaborados. Rápidamente descartamos entonces todos aquellos alimentos comerciales que tienen lácteos, como los postres envasados, los flanes, panqueques, pastas rellenas con ricotta, etc. Pero ahí no termina el trabajo de detective. Las proteínas de leche se usan como aditivos en muchos alimentos procesados: caseína, nicina, lactulosa, lactoglobulina, lactoferrina, suero, lactalbúmina, caseinato de amonio, caseinato de potasio, caseinato de calcio. Los alimentos en que se usan son muy variados: embutidos, panificados industriales (panes de bolsa y galletitas), y hasta aguas saborizadas. Es necesario leer las etiquetas antes de comer un alimento procesado y asegurarse de que no contiene ningún aditivo elaborado con estas proteínas.

    Algunos bebés toleran que la madre consuma pequeñas cantidades de PLV, como las que se encuentran en alimentos procesados. Otros no. Y algunos pocos bebés no toleran tampoco ninguna proteína bovina, por lo que la madre debe dejar de comer carne de vaca también.

    No es necesario consumir leche para producir leche. Como ejemplo basta citar a los mamíferos herbívoros que producen la leche que sus crías necesitan sin hacer más que comer pasto y otras hierbas. Hay otras fuentes de calcio que la mamá puede incorporar a su dieta. Se debe tener cuidado con la mal llamada “leche” de soja (que es en realidad una horchata preparada con los porotos de soja) porque puede también provocar reacciones en algunos bebés sensibles.

    El resto de la banda

    La PLV es la responsable de las reacciones en la mayoría de los casos, pero hay bebés que reaccionan ante otras proteínas que aparecen en la leche: legumbres (incluyendo soja y maní), huevos y granos (maíz y trigo).

    Si después de una semana a diez días de eliminados los lácteos no se observa una mejoría en el bebé (aunque puede llevar tres semanas que los síntomas desaparezcan) es necesario eliminar otras proteínas. Hay madres, sobre todo con historias de alergia en la familia, que eliminan todos los posibles alergenos, esperan a que desaparezcan los síntomas, y luego empiezan agregando alergenos de a uno para ver cuáles pueden mantener en la dieta, dejando la PLV para el final.

    La luz al final del túnel

    Las alergias a las proteínas presentes en la leche asustan y preocupan a los padres. El destete no es la solución, ya que al ser la PLV la principal causa de alergias, pasar a fórmula requiere la utilización de fórmulas en que la PLV esté hidrolizada (la fórmula para bebés se fabrica a base de leche de vaca, modificada para que el bebé la pueda digerir y con aditivos para que tenga algunos componentes parecidos a la leche materna). La dieta de eliminación funciona. En algunos muy pocos casos, la eliminación debe ser extrema. Estos bebés suelen nacer en familias con historias de alergia en varios de sus miembros. Cuando el bebé empiece a comer alimentos complementarios, habrá que tener cuidado también en la elección de los mismos y de los ingredientes para prepararlos. Hay niños que superan estas hipersensibilidades a medida que crecen, otros cambian los alergenos a los que reaccionan. Vale la pena hacer el esfuerzo de la dieta de eliminación ya que hay evidencia de que la lactancia materna protege a los niños con tendencia a la alergia y asma3.


    1. Ritva Sorva, MD, Soili Mäkinen-Kiljunen, MSc, Kaisu Juntunen-Backman, MD, “β-Lactoglobulin secretion in human milk varies widely after cow's milk ingestion in mothers of infants with cow's milk allergy”, The Journal of Allergy and Clinical Immunology, Volume 93, Issue 4 , Pages 787-792, April 1994.
    2. Kirsi-Marjut Järvinen, MD, Soili Mäkinen-Kiljunen, MSc, Hanna Suomalainen, MD, “Cow’s milk challenge through human milk evokes immune responses in infants with cow’s milk allergy”, The Journal of Pediatrics, Volume 135, Issue 4, October 1999, Pages 506–512
    3. Kull I, Wickman M, Lilja G, Nordvall SL, Pershagen G., “Breast feeding and allergic diseases in infants-a prospective birth cohort study”, Arch Dis Child. 2002 Dec;87(6):478-81

    Este documento tiene fines informativos y no reemplaza la atención médica.
    Preparado por: V. Garea IBCLC

    ©GALM Bariloche. Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.

    martes, 25 de junio de 2013

    Neonato

    Neonato al momento de nacer.
    Un neonato o recién nacido es un bebé que tiene 27 días o menos desde su nacimiento, bien sea por parto o por cesárea.1 2 La definición de este período es importante porque representa una etapa muy corta de la vida; sin embargo, en ella suceden cambios muy rápidos que pueden derivar en consecuencias importantes para el resto de la vida del recién nacido. El término se ajusta a nacidos pretérmino, a término o postermino.
    Durante los primeros 30 días de vida, se pueden descubrir la mayoría de los defectos congénitos y genéticos. No todas las anomalías genéticas se manifiestan por su clínica en el momento del nacimiento, pero con el manejo adecuado, se pueden descubrir, prevenir y tratar gran parte de las enfermedades del nuevo ser humano.
    El recién nacido puede presentar aspectos muy diferentes atendiendo a numerosos factores propios, de su madre o del periodo gestacional. Por otra parte, existen numerosos fenómenos transicionales, derivados de la adaptación del neonato al nuevo entorno en el que se desenvuelve. Este hecho conlleva una serie de cambios, la mayoría predecibles, que establecen la norma del desarrollo y crecimiento infantil y que tienden a señalar la aparición de signos patológicos.

    Valoración del neonato
    Tras el nacimiento, se llevan a cabo una serie de pruebas cuya función es determinar el estado de salud del recién nacido; diferenciando variantes de normalidad y fenómenos temporales de signos clínicos de enfermedad; y realizar un cribado para detectar, tratar y seguir neonatos de riesgo.

    En el postparto inmediato
    Recién nacido a término, nótese la coloración
    azulada de las manos y pies, reduciendo
    su puntuación de Apgar por un punto.


    Se pretende valorar la correcta adaptación del recién nacido a su nuevo entorno. Para ello se realizan las siguientes acciones:
    • Es el momento adecuado para observar malformaciones mayores.
    • Test de Apgar:3 mediante sencillos parámetros cardiovasculares y neurológicos puntúa de 0 a 10 el estado del neonato.4 Se considera un neonato sano al que puntúa por encima de 8, aunque una puntuación de 10 no es muy frecuente.5 Es habitual realizar esta prueba al minuto, luego a los tres minutos y a los cinco minutos.

      • La puntuación de Apgar es aplicable a neonatos nacidos por cesárea, parto vaginal con y sin anestesia epidural.6

    • Valoración de la edad gestacional: trata de comprobar si se ajusta a la proporcionada por el obstetra basándose en la fecha de última regla y lasecografías gestacionales.7 Para ello, se utilizan habitualmente dos herramientas:
      • Test de Usher: es un examen que valora los pliegues plantares, el pabellón auricular, el pelo, el nódulo mamario y los genitales.8 Mediante el uso de puntuaciones, establece tres grupos de neonatos: aquellos nacidos con menos de 36 semanas de gestación; de 36 a 38 semanas; y más de 38 semanas de gestación.4
      • New Ballard Score:9 es un examen completo que evalúa numerosos parámetros de la madurez física y neuromuscular. La puntuación aumenta de 5 en 5 decenas desde 10 hasta 50, con equivalencias de edad gestacional de 20 a 44 semanas en grupos de dos.
    Durante las primeras 24 horas
    Historia neonatal
    Una anamnesis exhaustiva debe tratar de conseguir todos los datos posibles de la salud de la madre, siendo de especial importancia aquellos que indiquen algún tipo de riesgo de sepsis oasfixia para el niño. Estos interrogatorios deben comenzar antes del nacimiento y la evaluación del recién nacido en la misma sala de parto, agrupándose de la siguiente forma:10
    • Antecedentes familiares: aquellos datos de miembros de la familia que puedan ser de interés en predecir el riesgo materno. Por ejemplo, antecedentes de enfermedades hereditarias,consanguineidad, embarazos múltiples, muertes fetales, etc. Otros datos de interés serían el estado de salud de los hermanos, o la etnia y situación social de la familia.11
    • Historia materna: entre los datos de interés sobre la madre, cabe destacar su edad y sus propios antecedentes personales; si ha tenido otros embarazospartosabortos, partos pretérmino; cuál es su grupo sanguíneo e historia de problemas de sensibilización inmunológica; así como otros datos como enfermedades de transmisión sexualadicciones, problemas sociales de alto riesgo, etc.12
      • Se considera un embarazo a término si el parto ocurre entre 38 y 42 de edad gestacional. Antes de las 38 semanas, se considera un parto pretérmino y después de las 42 semanas se considera que es un parto post-término.
    • Según el peso:12 Bajo peso, peso normal, sobrepeso, y mucho peso, considerándose como peso normal los que estén entre el percentil 10 y 90 de su grupo de edad gestacional.13
      • Varones: 3,250 - 3,500 g
      • Niñas: 3,000 - 3,250 g aprox
    En los primeros días es normal que el recién nacido pierda peso, ya que se va deshidratando al pasar de un medio líquido a uno gaseoso. Dicha pérdida de peso es más acusada en el 2º - 3º día, pero recupera el peso sobre el 10º día. También pierde peso en sus primeras heces (meconio) y en las primeras orinas. Las madres diabéticas tienen un mayor riesgo de tener un recién nacido con macrosomía.

    Antropometría
    Artículo principal: Antropometría.

    El nacer es el momento adecuado para pesar, tallar y medir al bebé (incluyendo el perímetro cefálico), y estudiar los datos ajustados en percentiles y por edad gestacional. La clasificación más utilizada14 es la internacional adaptada, las llamadas curvas de Lubchenco (o curvas de Battaglia y Lubchenco).15 16
    Exploración física
    En esta prueba se evalúa de manera rápida la función respiratoria del neonato, dándole una puntuación que, contrario al acostumbrado sistema de APGAR, la puntuación baja es la del mejor pronóstico:17
    1. Recién nacido con 0 puntos, sin asfixia.
    2. Recién nacido con 1 a 3 puntos, con asfixia leve.
    3. Recién nacido con 4 a 6 puntos, con asfixia moderada.
    4. Recién nacido con 7 a 10 puntos, con asfixia grave.
    A las 48 horas
    Conviene revaluar al neonato a las 48 hs, antes de darle el alta. Todas las anotaciones realizadas serán útiles para la evaluación que realiza el pediatra tras el alta.
    Cuidados habituales del neonato

    Medidas generales
    • Correcta identificación del niño, para evitar confusiones. Por ejemplo mediante pulseras de radiofrecuencia.
    • Control apropiado del cordón umbilical. Al nacimiento, el cordón umbilical debe prensarse con instrumento esterilizado a no menos de 10 cm del bebé. Se realiza un corte entre las prensas y se liga. El cordón se cae entre los 7 y los 10 días de vida del neonato. Deben tenerse cuidados meticulosos del mismo para evitar infecciones; no obstante, es importante recordar que el uso de soluciones yodadas está contraindicado, porque conllevan riesgo de hipotiroidismo iatrogénico.
    • Ambiente térmico neutro.
    Profilaxis de enfermedades prevalente
    Véase también: Sepsis neonatal.
    Diagnóstico precoz de enfermedades
    Prueba del talón
    La prueba del talón o tamiz consiste en pinchar un talón del neonato para extraer unas gotas de sangre para su posterior análisis. Esta prueba se realiza entre los 5 y 7 días. Sirve para la detección precoz de varias enfermedades:
    Otoemisiones acústicas
    El estudio de la audición del neonato permite diagnosticar la hipoacusia neonatal y tratar sorderas precoces. Se realiza pasadas 24 ó 48 horas tras el parto, cuando se ha eliminado el líquido del conducto auditivo externo. Conviene repetirlo al mes. Hipotiroidismo a las 24 h de nacer fenilcetonuria: del 4 al 6 día.
    Hidratación y nutrición
    Recién nacido pre-término moderado,
     de 3 días de nacido, lactando.


    Las necesidades energéticas del neonato son de unas 60 kilocalorías por kg y día para mantener el peso, y de 100 a 200 para una ganancia ponderal. El inicio de la lactancia materna ha de ser lo más precoz posible, preferiblemente en las primeras 12 horas de vida. No obstante, además de las precauciones debidas si existen antecedentes de asfixia, conviene esperar un tiempo siempre que se cumplan los siguientes criterios:
    Además, se recomienda la leche materna como primera opción, en el inicio de la alimentacón del neonato.

    Manipulación
    El recién nacido es un individuo extremadamente dependiente, que debe ser manipulado con atención y cuidado. Los profesionales de salud calificados, como los especialistas de enfermería, pueden ayudar a instruir con detalle a los padres y familiares, en especial aquellos que son padres adoptivos, primeros padres, etc.
    • El neonato no debe ser sacudido, ni en juego, en forma cariñosa o por furia. El bebé debe ser cargado con ambas manos asegurando que su cabeza y cuello estén sujetados.19
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