Maternidad, tejidos y más: Relatos y vivencias de la Regata del Bicentenario

martes, 20 de julio de 2010

Relatos y vivencias de la Regata del Bicentenario

Treceava entrega

Tras 142 días de recorrido por América del Sur y el Mar Caribe finalizó la travesía de los grandes veleros; la Fragata Libertad llega hoy a Darsena Norte

Por Eduardo Olmos (*)

Especial para lanacion.com

eolmos@fibertel.com.ar

El pasado 28 de junio, tras 142 días de recorrido alrededor de América del Sur y el Mar Caribe, finalizó en Veracruz - México, el "Encuentro y Regata de grandes veleros por el Bicentenario" organizado por las Armadas de la Argentina y Chile y al cual adhirieron con sus navíos escuela las Armadas de toda América latina junto a las de España y Portugal.

Se cumplió así con el saludo por el Bicentenario de México, el quinto y último país del recorrido que lo festejaba y realmente los actos estuvieron a la altura de tan histórico acontecimiento.

El presidente de México, Felipe Calderón, había recibido a la flota el día 23, a bordo del buque de transporte "Papaluapán" de la Armada Azteca y luego visitó personalmente cada uno de los navíos, saludando a su Comandante y a la tripulación. Un justo reconocimiento a tanto esfuerzo. Miles de banderas mexicanas flameaban al viento y en su "buque escuela", el Cuauhtemoc, una gigantesca bandera ondeaba en popa.

Para ese entonces, nuestra Fragata Libertad ya no acompañaba los festejos y navegaba a vela las aguas del Océano Atlántico al sur de Brasil. Se le había ordenado regresar al país desde La Guaira por razones de presupuesto y así lo hizo. No pudo retribuir a México los festejos que el buque Cuauhtemoc y su tripulación, en representación de su nación, nos había brindado durante su estadía en los puertos de Mar del Plata, Buenos Aires y Ushuaia. La emblemática bandera, que constituye nuestro mundialmente reconocido gran velero, no flameó en México y su ausencia azul y blanca fue un motivo de tristeza.

El 28 fue el último día de celebraciones y previamente se había realizado el acto de clausura del histórico acontecimiento, destacándose que los veleros fueron visitados por más de cinco millones de personas en los puertos en que recalaron. Es una cantidad inusitada, que nos lleva a pensar cuanto valoró la gente una visita de tan especiales características. Más allá de cualquier otro motivo o partidismo, los pueblos aprecian los gestos de amistad, de confraternidad y de hidalguía, que contribuyen al sosiego y a la paz.

Desde que zarparon de Río de Janeiro el 7 de febrero de 2010, amarraron sucesivamente en los muelles de Mar del Plata, Punta del Este, Montevideo, Buenos Aires, Ushuaia, Punta Arenas, Valparaíso, Antofagasta, El Callao, Guayaquil, Cartagena de Indias, La Guaira, Santo Domingo y finalmente Veracruz, llevando su fraterno mensaje.

El 29 a la mañana, el primer navío en soltar amarras en Veracruz y regresar a su tierra y a su gente, fue el Simón Bolívar de la Armada de Venezuela y cerrando la despedida, al día siguiente, lo hacía el Gloria de Colombia. Una fuerte tormenta tropical denominada "Alex" había impedido una partida continua.

En tanto nuestra Fragata Libertad, esta arribando a Montevideo y hoy, a las 13, tomará amarras en la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires.

Vayamos a recibirla con banderas y alegría, para darle a nuestra gente una afectuosa bienvenida a la patria, y los honores que tan merecidamente se han ganado. Una bienvenida cálida, multitudinaria y patriótica, será el mejor reconocimiento que le podremos dar a su tripulación, por la templanza con que han sabido mantener en alto su espíritu y llegar con la satisfacción del deber cumplido. Sí, cumplido con hidalguía y la certeza de saber que dieron todo de sí y de su barco, en este maravilloso encuentro internacional de grandes veleros.

Desde la llegada en Regata a Mar del Plata, después durante la navegación hasta Buenos Aires y luego encabezando la durísima singladura hasta la Isla de los Estados y Ushuaia, fue digna guía de la flota internacional, acumulando así, un jalón más entre sus muchas y memorables glorias.