viernes, 31 de mayo de 2013

Tabaquismo y Lactancia

Nota Editorial: Ofrecemos artículos de nuestras publicaciones de años anteriores como referencia para nuestras Líderes y miembros. Los lectores deben tener en cuenta que la investigación y la información médica cambian con el tiempo.

Dana Villamagna
Richmond VA EEUU
Tomado de LEAVEN, volumen 40, número 4, Agosto-Septiembre 2004
Traducción de Verónica Garea
Revisión Lavinia Belli
¿Las madres fumadoras deben amamantar? ¿Cuáles son los efectos del tabaco en la lactancia, en las madres que amamantan y sus bebés?

Es bien sabido que el uso de tabaco es dañino para la salud. Sin embargo, mucha gente aún fuma y muchos fumadores luchan contra la adicción a la nicotina. Se ha publicado que menos del 3% de las mujeres que cada año intentan dejar de fumar lo logran. La naturaleza adictiva de los cigarrillos ha sido comparada a la heroína. Dejar de fumar no es un asunto fácil. La mayoría de la gente que deja el cigarrillo lo logra sólo después de repetidos intentos. Mientras que el embarazo es un fuerte incentivo para que las mujeres dejen de fumar, es posible que retomen el cigarrillo una vez que el bebé ha nacido.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 250 millones de mujeres en todo el mundo son fumadoras diarias: 22 por ciento de mujeres en el mundo desarrollado y aproximadamente nueve por cierto de las mujeres en países en desarrollo fuman tabaco. Muchas madres que fuman eligen no amamantar debido a factores psicológicos o presiones sociales; algunas madres que fuman pueden iniciar la lactancia y encontrar problemas fisiológicos relacionados con el tabaco que pueden llevar al destete; o algunas madres que han dejado de fumar durante el embarazo pueden optar por destetar para retomar el cigarrillo porque creen que no deberían fumar y amamantar.

Hay estudios que han demostrado que la lactancia ofrece protección contra las infecciones respiratorias en los bebés que viven en hogares donde se fuma. Las infecciones respiratorias son mucho más comunes en bebés expuestos a humo de tabaco ambiental, o al tabaquismo pasivo. Las madres que fuman deberían ser alentadas a amamantar a sus bebés y a tratar de fumar lo menos posible. Como siempre, las Líderes de la Liga de La Leche están allí para proveer información y apoyo a las madres fumadoras que amamantan.

Nota del Editor: Este artículo trata específicamente sobre el tabaco. No se refiere a la marihuana u otras drogas que se fuman, las cuales están totalmente contraindicadas durante la lactancia.
La AAP Revisa su Opinión
En 2001, la Academia Americana de Pediatría (AAP) modificó su posición oficial sobre lactancia y tabaco. Este cambio fue atribuido a los nuevos resultados de investigaciones, así como a un esfuerzo global de la AAP para aumentar los índices de prevalencia de lactancia en los EEUU. Además, manifestó el comité, la eliminación de la nicotina de la lista de drogas no compatibles con la lactancia puede ofrecer a los médicos y sus pacientes una mejor oportunidad para discutir el tabaquismo porque: "El embarazo y la lactancia son las ocasiones ideales para que los médicos insistan en el abandono del cigarrillo."

El informe de la AAP explicó por qué los médicos deberían discutir la lactancia con las madres que no quieren o no pueden dejar de fumar:
Es reconocido que hay mujeres que no pueden dejar de fumar cigarrillos. Un estudio reportó que, entre las mujeres que continúan fumando durante el período de lactancia, se observa una disminución de la incidencia de enfermedades respiratorias en sus bebés, comparando con los bebés de madres fumadoras alimentados artificialmente. Puede ser que la combinación de lactancia más cigarrillo sea menos nociva para el niño que la combinación biberón y cigarrillo. El Comité sobre Drogas espera más datos sobre este tema.

Previamente, la nicotina estaba en la lista de drogas contraindicadas durante la lactancia debido a una disminución documentada de la producción de leche y aumento de peso en el bebé, enfermedades respiratorias en los lactantes y transferencia de nicotina y otros compuestos a los bebés a través de la leche de las madres fumadoras. El informe de 2001, sin embargo, manifestó que el comité no encontró evidencia para documentar que la cantidad de nicotina que pasa al lactante a través de la leche de su madre sea dañina, y espera más evidencia sobre este tema.

La postura de LLL
"Siempre hemos dicho que sí, las madres que fuman tendrán bebés con mayor riesgo de enfermedades respiratorias, pero los bebés de madres que fuman y amamantan tendrán riesgo menor" dice Kathy Lebbing, BS, IBCLC, RLC, y gerente del Centro de Información sobre Lactancia de LLLI (Center for Breastfeeding Information, CBI).

Lebbing comenta que durante el tiempo que pasó respondiendo llamadas en la línea de ayuda de LLLI (800-LALECHE en EEUU), ha recibido muchas llamadas de madres que fuman y quieren amamantar. Discutir la información sobre el tabaco presentada en el Arte Femenino de Amamantar y el Libro de Respuestas, así como hacer preguntas relacionadas con el manejo del estrés es lo mejor que las Líderes pueden ofrecer en materia de información y apoyo.

"Fumar es algo que se hace para aliviar el estrés. Pero hay otras cosas que alivian el estrés" dice Lebbing."Asistir a reuniones de LLL o hablar con una Líder de LLL puede aliviar la ansiedad de la madre generada por problemas asociados con la lactancia".

Si una madre fuma, el Arte Femenino de Amamantar recomienda:

Fumar lejos del bebé, al aire libre o en una habitación separada;
Fumar inmediatamente después de una toma;
Fumar tan pocos cigarrillos como sea posible.
Los riesgos para el bebé aumentan si una madre fuma mucho (más de 20 cigarrillos por día). Pueden darse una reducción en la producción de leche, una inhibición del reflejo de eyección y síntomas físicos en el bebé, tales como náusea, calambres abdominales, vómitos y diarrea.

El Libro de Respuestas contiene una sección muy completa sobre el uso de nicotina. Nuevamente, se hace hincapié en los mismos tres lineamientos: fume lejos del bebé, nunca fume durante las tomas y fume tan poco como pueda.

El Libro de Respuestas tiene también un segmento sobre los productos de terapia de reemplazo de nicotina para responder a las madres interesadas en usar chicles (gomas de mascar), caramelos, parches y otros productos para dejar de fumar.

Las madres deben usar la goma de mascar o los caramelos después de las tomas, no antes o durante las mismas. Si las madres usan un parche, el BAB sugiere que las madres se lo quiten previo a irse a dormir para tener niveles menores de nicotina durante las tomas nocturnas. Las madres que usan productos de reemplazo no deben fumar nunca ya que esto "provocaría niveles muy altos de nicotina en su sangre y leche y podría representar un peligro para su bebé."

Una fuente adicional de información para la madre es la hoja informativa recientemente publicada por LLLI, Cigarrillo y Lactancia.

Efectos del Cigarrillo sobre la Madre que Amamanta y su Bebé
El humo del tabaco contiene al menos 3800 componentes. La nicotina es el ingrediente más conocido y el más adictivo. Ya en 1933 se sabía que la nicotina estaba presente en la leche de madre (Amir 2001). Aspirar el humo del cigarrillo, es decir, ser un fumador pasivo, es nocivo para los bebés, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, muerte súbita y cáncer (Ward 1999). Tal como lo expresa la AAP, la lactancia ha demostrado que reduce la incidencia de infecciones respiratorias en bebés de padres fumadores.

Las madres que fuman y quieren dejar de hacerlo o disminuir la cantidad de cigarrillos pueden ser alentadas a buscar apoyo. Pero si no dejan de fumar, tomar el pecho es mejor para los bebés que ser alimentados con leche artificial. Sin embargo, las madres que fuman y amamantan pueden experimentar dificultades de lactancia exclusivamente relacionadas con el uso del tabaco –tanto de naturaleza fisiológica como psicológica – lo cual puede aumentar la probabilidad de destete temprano.

El Destete Temprano es Posible
Es menos probable que una mujer que fuma amamante comparada con una no-fumadora, y las mujeres que fuman y amamantan son más proclives a destetar temprano, aunque no parece haber un motivo fisiológico para esto. Estas afirmaciones están incluidas en una extensa revisión de estudios relacionados al uso de tabaco en la madre y la lactancia. (Amir 2001).

La autora del estudio, Lisa Helen Amir, MBBS, MMed, IBCLC, del Centre for the Study of Mothers’ and Children’s Health en LaTrobe University en Australia, revisó estudios publicados previamente incluidos en bases de datos de EEUU e internacionales, bibliotecas y publicaciones médicas para comparar los resultados relacionados con el tema del uso del tabaco por parte de la madre y destete.

Amir manifiesta que el destete temprano puede estar influido más por razones psicológicas y sociales que por problemas fisiológicos reales de la lactancia:
"Aunque hay evidencia consistente de que las mujeres que fuman amamantan a sus bebés por menos tiempo que las no-fumadoras, la evidencia de un mecanismo fisiológico no es fuerte. Las mujeres que fuman parecen tener significativamente menos motivación para amamantar: es menos probable que intenten amamantar y que inicien la lactancia."

Los estudios muestran un número de factores psicosociales que pueden jugar un papel en la decisión de la madre de no amamantar o de destetar temprano si la madre fuma, incluyendo la cantidad de cigarrillos, si el padre fuma y la ansiedad propia de la madre acerca de su producción de leche.

En un estudio los investigadores encontraron que más del 60 por ciento de las mujeres que dejaron de fumar durante el embarazo retomaban el cigarrillo después del nacimiento; 50 por ciento lo hacía aproximadamente 4 meses post parto. La mayoría de quienes comenzaron a fumar nuevamente tenían una pareja fumadora y la mayoría tenía menor probabilidad de amamantar más de 6 semanas (Mullen 1997).

Fumar es un mecanismo de liberación de estrés para mucha gente. Las madres recientes que sufren el estrés inevitable del comienzo de la maternidad pueden encontrar difícil no regresar a ese hábito que alivia el estrés si no reciben apoyo temprano y métodos de relajación alternativos (Ward 1999).

El destete temprano puede también estar relacionado a los problemas fisiológicos asociados a la lactancia y el cigarrillo, tales como inhibición del reflejo de eyección y disminución de la producción. Lisa Helen Amir escribe que se ha aceptado que la nicotina en el torrente sanguíneo de la madre reduce la prolactina y, por lo tanto, la producción de leche (Amir 2000).

"La creencia generalizada de que el cigarrillo interfiere con la liberación de ocitocina no tiene actualmente fundamento y se necesitan investigaciones que prueben o refuten esta afirmación", escribe Amir.

También concluye que el destete temprano no es lo mejor para los bebés cuyas madres fuman:
"En la práctica clínica, todas las mujeres embarazadas y que están lactando deben ser alentadas y ayudadas a dejar de fumar. Sin embargo, las mujeres que continúan fumando deberían ser alentadas a amamantar ya que los riesgos para la salud que resultan de la combinación de padres fumadores y alimentación artificial son mayores que los riesgos de combinar lactancia y cigarrillo".

Deficiencia de Yodo
El cigarrillo reduce la capacidad del cuerpo de absorber algunas vitaminas y minerales. Un estudio reciente demostró que las madres que fuman pueden ver reducida su capacidad de transportar yodo, lo cual puede causar la misma deficiencia en el bebé amamantado (Laurberg 2004). El estudio fue hecho en Dinamarca, un país donde no se usaba regularmente sal yodada al momento de su realización. La deficiencia de yodo es de particular interés porque es la principal causa evitable de daño cerebral y retraso mental en todo el mundo.

De acuerdo con el estudio del Dr. Peter Laurberg, el cigarrillo reduce el transporte de yodo hacia la leche materna, aumentando el riesgo de problemas de desarrollo del cerebro. "Durante el período de lactancia, la función tiroidea del lactante depende de la cantidad de yodo en la leche materna", indica Laurberg. El estudio no hacía recomendaciones específicas de suplementación con yodo en madres fumadoras que amamantan.

La sal yodada brinda 400 mcg de yodo por cada cucharadita (5 ml.) de sal. La dosis de yodo recomendada para madres lactantes en EEUU es 290 mcg. La madre que amamanta y fuma debe consultar con su médico sobre suplementación con yodo y otras vitaminas y minerales.

31 de mayo Día Mundial Sin Tabaco

Prohibamos la publicidad, la promoción 
y el patrocinio del tabaco

Cada año, el 31 de mayo, la OMS y asociados de todo el mundo celebran el Día Mundial Sin Tabaco, dedicado a resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir ese consumo. El tema del Día Mundial Sin Tabaco 2013 es la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco. La epidemia mundial de tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales más de 600 000 son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno.


jueves, 30 de mayo de 2013

Un maravilloso parto!!!

Día Internacional de la Doula , 30 de mayo


Feliz día a todas las mujeres que 
acompañan y sostienen  a las madres!!!

Nacer con sostén!!!

Página/12
Viernes, 23 de mayo de 2008
EXPERIENCIAS
Bienvenid@ a casa
 Parir. Algo así como estimular el milagro. Un vértigo infinito que sin embargo aguijonea los tiempos urgentes del cuerpo. Una revolución de la sangre en estado puro. El instante preciso de recibir lo que se acarició por meses en un vientre tirante. La vida que desgarra cada punto cardinal de piel. El jadeo amplificado del dolor. La alegría hecha transpiración y cansancio, que atraganta y enmudece. Y al cabo, la sensibilidad de la mujer elevada al infinito, atrapada en espirales de tactos, goteos, episiotomías, retos y cesáreas. El anhelo idílico se convierte entonces en el peor extracto de confusión, prácticas invasivas, humillación y debilidad que le tienen reservadas la mayoría de las instituciones médicas, donde parto humanizado se reduce a un conjunto de leyes con telaraña y parto domiciliario es sinónimo de enajenación mental.


Desde hace cuatro años existe una ley nacional que protege los derechos de las madres y sus hijos o hijas en el momento del parto y el nacimiento. Sin embargo, esta herramienta es prácticamente desconocida o deliberadamente ignorada por los sistemas de salud pública o privada que siguen considerando el parto como un hecho médico. Tal vez porque resulta difícil negociar lo que una quiere y con quien, en un momento de tanta vulnerabilidad, es que muchas mujeres –a pesar de los costos económicos– deciden parir en sus casas, en la intimidad, lejos de las intervenciones médicas y las reglas de cualquier institución; y cerca de esos olores y colores cotidianos que hacen al nido propio.
Por Roxana Sandá


En la Argentina, cerca de un 80 por ciento de mujeres que parieron a sus hijos en sanatorios y hospitales pasaron por la episiotomía, un corte en la vagina para agrandar el canal de parto; un porcentaje similar de cesáreas se realiza en el sector privado. El 70% encontró sus brazos canalizados por vías con suero y oxitocina para acelerar e intensificar las contracciones; a la mayoría le rasuraron los genitales; todas debieron entregar a sus hijos recién paridos al neonatólogo o la neonatóloga de turno y reencontrarlos horas después, con la angustia derrapada en llanto. Agencias como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y del Nacimiento (Relacahupan) y aun el Ministerio de Salud de la Nación advierten que esas prácticas atrasan por lo menos veinte años, pero las declaraciones están lejos de desalentarlas.

“Cuando mis hijas nacieron ya era médico, y siempre me impresionó el mal trato en los partos”, reveló hace poco el ex ministro de Salud, Ginés González García, que reivindica el derecho a gozar de un parto humanizado. “No importa si la mujer prefiere dar a luz en forma horizontal o vertical, sino que sea humanizado. Por eso, quisiera que el parto tuviera una relación más amigable con la madre, no sólo desde el momento de dar a luz, sino desde el momento en que empieza el embarazo.”
La Semana Mundial por un Parto Respetado, del 12 al 18 de este mes, rescató, entre otras cosas, el contacto inmediato continuo entre la madre y el niño o niña recién parida como la clave de un buen comienzo, y cuestionó la visión hospitalaria del parto y el nacimiento como patologías a tratar. 

“Humanizar es lo contrario a mecanizar o repetir”, explica la obstetra Claudia Alonso Werner, asesora médica de la asociación civil Dando a Luz y pionera en la promoción de los derechos de las mujeres. “El parto humanizado es reconocer la singularidad de cada mujer y disponer de los recursos adquiridos en nuestra formación como médicos para que su aplicación sea amable, creativa y oportuna.” Alonso tuvo a su primer hijo en un sanatorio, con las tradicionales de la ley médica, y a la más pequeña en casa, acompañada por su marido, un médico y una partera. “A partir del nacimiento de mi hija decidí abocarme a los partos domiciliarios. Fue la constatación de lo que ya sabía: no debemos hacerles cosas a los cuerpos de las mujeres, simplemente tenemos que prestarles atención. Y las embarazadas tienen derecho a saber de qué se trata un parto y a reincorporarlo como lo que fue siempre, un tema de mujeres compartido entre mujeres.”

“Del parto domiciliario me maravillaba la idea de no tener que pedir permiso para todo”, recuerda Lucrecia Rojas, puericultora de la Maternidad Sardá, pareja de un médico y madre de tres niños. “Siempre estuvimos en la búsqueda de un parto menos intervenido. El de mi primer hijo fue de librito médico; no faltó nada. El segundo parto fue con un obstetra maravilloso, sin peridural y en la posición que quise. Al último lo parí en casa hace ocho meses, y resultó la experiencia más maravillosa de mi vida”, valora en una enumeración de bondades. “Desde ya que no hubo ninguna práctica médica invasiva. Sólo estuvieron la obstetra y el neonatólogo, que llegó más tarde para revisar al gordo. Preservamos la intimidad con mi pareja, pude parir en una bañera con agua calentita, adopté las posturas que quise, ¡dirigí el parto hasta en la expulsión de la placenta! Y nadie nos separó de nuestro hijo; le di la teta, nos acostamos los tres juntos y le canté toda la noche, porque no cabía en mí de euforia.”

Cuando la mujer elige algo diferente, como parir en casa, el castigo social es más grande, asegura la partera Marina Lembo, que trabajó en hospitales públicos y ahora sólo practica partos domiciliarios en forma independiente, en honor al oficio más antiguo de atender a las mujeres sanas. “Por fortuna, a ese castigo se le contrapone la cultura del nacimiento, que está cambiando. En la Argentina hay cada vez más demanda de parteras y partos domiciliarios. Hace quince años, en provincia de Buenos Aires éramos seis; hoy, unas 30 colegas no damos abasto para asistir a las mujeres en sus casas.” Lembo describe con pasión el uso de recursos saludables que preserven la normalidad del proceso, la función contenedora de la partera, el acompañamiento “de parejas alucinadas por haber visto parir a sus hembras” y el detalle esencial que define al parto domiciliario como un acto orgásmico. 
“El parto en casa es placentero, protagónico, arduo, de transpirar la camiseta. Es la posibilidad de tener un hijo vivaz y sano, y además de poder comer, de que te mimen, de esquivarle el cuerpo a los manoseos, a las drogas, a los ojos de diez practicantes, al desfile interminable de médicos, enfermeras y anestesistas por delante de tus genitales.
La OMS y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) indican que las mujeres sanas deberían parir en sus domicilios o en casas de parto. De hecho, una ley argentina de los ’50 que nunca fue derogada habilita la creación de estos espacios en la provincia de Buenos Aires. Sacarle la panza a las instituciones médicas implica, de seguro, no estar acostada en una camilla, con las piernas atadas a los estribos, no entrar a un quirófano, no padecer enemas, no escuchar “basta de gritos, empezá a pujar como corresponde”, ni ver cómo le dicen a la pareja que es mejor que se quede afuera. Se sabe que del otro lado hay profesionales saturados de trabajo, mal pagos, con trabas culturales serias y actualización académica pobre.


Desde 2006 las parteras no cuentan con certificados de nacimiento para extenderles a los padres de bebés nacidos en partos domiciliarios de la provincia de Buenos Aires. Existen casos de niños que llevan más de un año sin documento nacional de identidad. La gobernación bonaerense prometió distribuirlos, pero sólo reparte en hospitales públicos y a las federaciones médicas, que son las encargadas de repartirlos en sanatorios y clínicas privadas. Mientras tanto, si los padres quieren que sus hijos tengan los papeles al día, deberán presentar dos testigos (inventados) de ese nacimiento privado.

Existen muchas formas de castigar la libre opción. En algunos Centros de Gestión y Participación (CGP) de esta ciudad fruncen el ceño cuando ven certificados de partos domiciliarios. En enero de 2006, un abogado del CGP Nº 3, del barrio de La Boca, encerró en una oficina a una pareja que intentó anotar a su bebé y obtener el DNI, para negarse a registrarlo y decirles que “el parto en casa es ilegal”. El individuo, de apellido Gómez, les insinuó la clandestinidad de su elección y rechazó el certificado de nacimiento que le presentaron. Al cabo, dijo, estaba enojado porque no entendía “el capricho de un parto domiciliario teniendo el hospital Argerich a quince cuadras de la casa”.

“Hay mucho fundamentalismo de los dos lados. No son pocas las parteras que espantan a aquellas mujeres que desearían acercarse a una alternativa diferente”, sostiene Josefina Giglio, madre con parto en casa de una beba de catorce meses. “Hallar a la partera significó todo un recorrido, en principio porque el parto domiciliario estaba fuera de mi registro; con mi marido siempre tuvimos la visión de que era algo muy hippie o snob, hasta que el obstetra me lo sugirió y recién entonces nos dimos cuenta de que en realidad ansiábamos un parto en el nido propio. Y cuando encontré a la partera justa resultó una adopción entre dos mujeres.”

Josefina habla de la fantasía de contracciones insoportables que finalmente “fueron como subirse a una ola”; de la sensación amorosa del “yo te banco” que le transmitió su pareja y le completó la plenitud, del nacimiento de Amanda, que le hizo creer “en la cosa fundacional del ahora somos tres”, de que el embarazo no es en modo alguno enfermedad y por tanto no necesariamente debe estar cruzado por la institución médica, pero que también cada mujer es un mundo y hace lo que puede. “Es un proceso que debe llevarse a escala personal. En mi historia, parir en casa me dio una sensación de empoderamiento increíble. Me dije: soy Gardel.”

Existen muchos intereses para que el parto domiciliario no sea masivo, señala la partera Myriam Viceconte, del área de Obstetricia del Hospital de Escobar, y que junto con otras colegas asiste a mujeres que eligen alumbrar en sus casas. “Los circuitos de los laboratorios, de los insumos que se utilizan, el servicio que brindan algunas clínicas del sector privado, colaboran para que la opción no se masifique, pero también es difícil porque muchos profesionales actúan y piensan con una apertura que no acompaña, más bien atemoriza, a la embarazada.”

Durante quince años, Viceconte intervino partos hospitalarios según manda la tradición médica, hasta que una compañera le corrió el velo. “Y cambié el eje. Salí del lugar de protagonista y me ubiqué en el de acompañante. Dejé de hacer partos para ver cómo paren las mujeres. Pero entonces cambió mi vida: comencé a dudar de todo lo que había hecho hasta ese momento.”

En ese vuelco de escenario de la sala de partos de azulejos blancos y tubos fluorescentes a las casas con olores propios y colores difusos del universo privado, descubrió que podía hacer su trabajo con excelencia y las parejas tenían la chance de parir “amorosamente, con detalles sutiles que sólo dos pueden conocer. Casi diría que cuando una pareja comparte el proceso del parto, nosotras estamos de más. Todavía me da cierto pudor verme en medio de esa situación”.

La Ley Nacional 25.929, de 2004, establece con claridad los derechos de padres, madres e hijos o hijas durante el proceso de nacimiento y la obligación de los profesionales a su cumplimiento. Sin embargo, amplios sectores de la salud la ignoran y el común de la población que abarca, la desconoce. Toda mujer embarazada tiene hambre de información, aunque no siempre está en condiciones de hacerla suya. El parto domiciliario es una experiencia fantástica, pero pocas pueden pagarlo, y las obras sociales y prepagas no lo reconocen en su cobertura. Queda echar mano, entonces, del intercambio con otras y otros. 

Las Doulas de Rosario, mujeres que parieron y acompañan a embarazadas –ésa es la definición de doula–, comprueban a diario que el diálogo es la única garantía de respeto. “Debemos informar sin desalentar o asustar. Si nosotras pudimos vivir plenamente nuestros partos, todas las mujeres pueden hacerlo. Sólo es cuestión de validarlas, informarlas y confiar en su sabiduría femenina.”

Embarazo y Parto; algunas ideas sueltas.

 
El primer lugar en el que vive un niño es en el pensamiento de la mujer que lo sueña.


Antes de materializarse a la existencia, un bebé vive en el anhelo de su madre.

No todas las mujeres sueñan con tener hijos, pero aquellas que si sueñan, lo hacen desde muy temprano.

Cuando una mujer se descubre embarazada se activa en ella un bagaje de información ancestral, que le permitirá profundizar su iniciación, independientemente de qué creencias sostenga.

Como se ha dicho siempre, eres lo que comes. Esto es más cierto en el embarazo que en cualquier otro momento de la vida, Durante el embarazo come comida fresca, de todos los colores, en estación y  si es posible orgánica.

Tu bebé se formará con lo que hay en ti, asegúrate en cuidar no sólo la alimentación, sino también los pensamientos y sentimientos.

Mientras estés embarazada, siembra algo. No importa qué siembres, pero si es comestible mejor, El ejercicio creativo con la tierra simbolizará tu capacidad de nutrir tanto como simboliza la vida que ya habita en ti.

Reduce las fuentes de stress, las imágenes violentas, los sonidos perturbadores, a menos que seas un metalero hardcore, abstente de música pesada.

Aumenta el placer. Masajes, baños, mimos. Lo que sea que te guste hacer, mientras sea placentero y sano, hazlo.

En el segundo trimestre puede ser buena idea que revises tu vida, todo lo importante que ocurrió hasta ese momento. Nunca más serás la misma, imprime los aprendizajes y busca resolver lo que quedó abierto antes del parto.

Es probable que lo que no resuelvas salga en algún momento del trabajo de parto.

Contrata una doula.

Libérate de la necesidad de tener el control. Buscar liberar tus ideas preconcebidas de cómo deben ser las cosas. Las cosas nunca suceden tal como las esperamos, mientras menos te afinques y más abierta estés, mejor, literalmente mejor.

Recibe los cambios, Escucha los mensajes de tu cuerpo. Haz caso a lo que tu cuerpo te diga/pida.

Lee e investiga sobre las rutinas obstétricas, sobre las opciones para parir, sobre las opciones para el postparto.  Debes saber lo suficiente como para poder tomar decisiones informadas.

Entrégate!


¿Se puede parir placentero y en hospital?

La Placentera 10/19/2012



 Esta semana llegó esta pregunta a través de nuestro Facebook. Elisin Bouse preguntaba "se puede hacer más placentero y menos traumático para el bebé y que sea en una clínica?"

Si, definitivamente la mujer tiene muchas herramientas a su disposición para tener un parto más placentero, incluso dentro de una clínica. 

La primera es la información, la segunda es el obstetra y la tercera es la jefa de las enfermeras.

De la información podríamos pasar mucho tiempo hablando. Hay mucha en internet, en general no creas en nada que no sientas como cierto, que no te suene lógico o te haga sentido. Si ten muy claro que en el esquema de la medicina tecnocrática hay rutinas obstétricas en la forma de atender e  intervenir un nacimiento. Muchas de estas intervenciones provocan a su vez otras intervenciones (como la inducción con oxitocina puede llevar a la anestesia epidural) y cada una de ellas tiene un impacto en el balance sutil de las hormonas y humores de una mujer en trabajo de parto. Las hormonas, en todos los mamíferos, activas las actitudes maternales de cuidado y atención, el apego al bebé y la lactancia. La experiencia de parto en sí crea una marca muy fuerte en el cerebro del bebé y le habla acerca de qué esperar del mundo al que está llegando. Por ello importante que tengas claro cuáles son las rutinas con las que te sientes cómoda y cuales no, y hacer el ejercicio de escribirlas en un plan de parto. No creas que este plan de parto se cumplirá a cabalidad, es probable que no, y es bueno tener la flexibilidad para moverte entre cómo te imaginas que será una experiencia y cómo resulta siendo finalmente. El plan de parto te guiará en cuanto a la investigación y será de mucha ayuda para probar a los obstetra que escojas.

Si vives en latinoamérica es probable que tu doctor no esté acostumbrado a que le vengan con un plan de parto. Muchos doctores te dirán que son pro parto, pero realmente sabrás qué tanto lo son cuando les preguntes acerca de esperar a que el cordón deje de latir antes de cortarlo, o a escoger la posición que desees en el expulsivo, o que tu bebé pueda quedarse piel con piel encima de ti en los primeros minutos de vida o hasta haber hecho contacto boca-pezón o incluso tener control sobre factores como la iluminación o la temperatura. Quién sabe cómo te respondan, en mi caso hubo quien me recetó pastillas para males que no tenía, quien afirmó hacerle episiotomía al 100% de las mujeres que atiende y hasta quien dijo que las mujeres no sabían parir solas. No te conformes con un doctor con el que no te identifiques o en el que no confies, tu y tu bebé estarán en sus manos y todo el resto de los miembros del equipo médico estarán bajo su cargo.

Eso nos lleva a la jefa de las enfermeras. Cuando el obstetra no esté, es decir, la mayor parte del tiempo, quienes estarán a cargo de parte del hospital serán las enfermeras. Puedes visitar la clínica antes y hablar con ellas, tenerlas como aliadas puede ayudarte a que el bebé se quede más tiempo cerca de tí, evitar que en el retén le den suero glucosado o fórmula si deseas lactancia exclusiva e incluso asegurar que les dejen llevarse la placenta a casa (esto también debes hablarlo con el doctor). Si está dentro de tus posibilidades recomiendo además te acompañe una doula. No sólo tendrás menor probabilidad de intervenciones, sino que podrá hacer de puente con el personal del hospital si desean mayor intimidad.

Y a ti amiga, te diría que te prepares, nadie pretende correr un maratón sin haber antes entrenado. Tu cuerpo tiene toda la sabiduría que necesita para hacer esto, quien necesita el entrenamiento es la mente, no para saber que es posible parir placentero, sino para quedarse flojita y relajada mientras permite que ocurra. No se puede parir a un bebé pensando, sino dejando al cuerpo, al mamífero, al animal y al instinto, hacer el trabajo que están hechos para hacer. Relaja la boca y piensa en abrir. 

Un abrazo Elisin, gracias por tu pregunta que me movió a escribir.

Diana Vegas.

martes, 28 de mayo de 2013

En memoria de Rosario Vera Peñaloza

Se celebra hoy el Día de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera
 Rosario Vera Peñaloza 

El Nivel Inicial, que fuera creado por iniciativa de Sarmiento, se inició en Catamarca en 1900. Actualmente la matrícula de sala de 5 años es prácticamente del 100%, y paulatinamente se están inauguarando salitas de 3 y 4 años, según lo establecido por la nueva Ley.

Se celebra hoy en todo el país el Día de los Jardines de Infantes y de la maestra Jardinera, para recordar a la maestra riojana Rosario Vera Peñaloza, fundadora en 1900 de la primera sala de infantes.

Rosario nació en Atiles, La Rioja, 25 de diciembre de 1873. Huérfana desde muy niña, fue criada por su tía materna, quien le enseñó las primeras letras. Terminó sus estudios primarios en la provincia de San Juan y regresó a su provincia natal en 1884, ingresando en la Escuela Normal de La Rioja. Trasladada a la ciudad de Paraná, estudió profesorado, obteniendo el Título Superior de Enseñanza en 1894.

En 1900 fundó el Jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de una larga serie de Jardines fundados en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Paraná.
Fue nombrada también Inspectora de las Escuelas Municipales, además de dictar las cátedras de pedagogía y matemáticas.

Recorrió Argentina impulsando la enseñanza popular, dictando cursos y conferencias y transmitiendo las nuevas técnicas en la creación de bibliotecas.

En 1931 creó el Museo Argentino en el Instituto Félix F. Bernasconi, basado en la teoría pedagógica de Joaquín V. González: la Geografía como base de toda enseñanza, que impulsó la creación del museo, al cual dedicó 17 años de su vida en forma totalmente desinteresada y altruista.

En su memoria, la fecha de su fallecimiento (28 de mayo) se declaró como “Día Nacional de los Jardines de Infantes” y “Día de la Maestra Jardinera” en Argentina.

El Nivel Inicial en el país
El nivel inicial empezó en Argentina en 1870, cuando Sarmiento llegó de Estados Unidos con las maestras de jardín de infantes y primaria. A fines del siglo XIX, estas pioneras abrieron los primeros jardines en Paraná, Entre Ríos. Hasta ese momento, los chicos de menos recursos, para quienes Sarmiento pensó estos establecimientos donde se les daba comida y que funcionaban también en verano para los que no tenían vacaciones, eran cuidados en asilos bajo la tutela de la Sociedad de Beneficencia. El método pedagógico era el creado por Federico Fröebel (1782-1852), pedagogo alemán, creador del término kindergarten y considerado el pionero de la educación inicial. El quería “construir algo que tuviera armonía y encerrara un mensaje de unidad”. Su impronta –fuerte acento en el juego, en la relación con la naturaleza y el fomento de las artes– fue clave en el diseño de la educación inicial de Occidente.

El aspecto sanitario estuvo ligado a la educación preescolar desde comienzos del siglo XX. La imposición del guardapolvos blanco –a partir de los 40– también tuvo una connotación higiénica, además de socialmente homogeneizante.

En 1886 comienza la formación de maestras especializadas en el nivel inicial bajo la dirección de Sara Ch. de Eccleston. En 1905 Leopoldo Lugones cerró los profesorados de jardín, que se volvieron a abrir recién en 1935. Mientras tanto, las maestras normales se hicieron cargo de la educación inicial. Fue una época sin un rumbo pedagógico definido, donde a los jardines de infantes se sumaron guarderías, salas cuna, jardines maternales y escuelas infantiles como respuesta a la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar.

La etapa del primer gobierno peronista es la del resurgimiento, valoración y consolidación de los jardines de infantes y maternales, la promoción y el cuidado de la salud de los chicos, y el afianzamiento de la formación de maestras.

En Catamarca
Catamarca cuenta como antecedente histórico del nivel con la creación del primer Jardín de Infantes anexo de la Escuela Normal “Clara J. Armstrong” en el año 1900, en el que fue designada por el Ministro de Instrucción Pública, Dr. Osvaldo Magnasco, la Srta. Pía Adela Didoménico.
En 1964 ingresan al establecimiento las primeras Profesoras en Jardines de Infantes egresadas de la Escuela Normal “Alejandro Carbó” de la provincia de Córdoba. Estas primeras docentes, entre ellas la mayoría catamarqueñas, recibieron una sólida formación que les significó no solamente más años de estudio, sino una especialización que les permitió desempeñarse con criterios innovadores y creativos para la época.

En la misma década del ‘60 con la creación del Instituto Provincial de Estudios Superiores, dependiente del Consejo General de Educación de Catamarca, se crea la carrera de Profesorado en Jardín de Infantes, egresando las primeras docentes especializadas en 1968. Luego en la primera mitad de la década del 70 se sumaría la propia Escuela “Clara J. Armstrong” con su profesorado de Enseñanza Pre-escolar (1975).

Posteriormente la carrera se cerró, ante la creciente oferta de docentes, para volver desde la gestión privada hace pocos años, y en 2011 a los IES provinciales.

15 Datos Increíbles sobre la placenta, el cordón umbilical y el saco amniótico.

 Placentera
05/22/2012
  

1-. La placenta tiene 2 partes. Una parte es genética y biológicamente parte de la madre y la otra es parte del bebé.

2-.Durante el embarazo, cada minuto 500 ml de sangre son bombeados al útero para intercambiar nutrientes con la placenta.
Eso sí, la sangre de la madre nunca se mezcla con la de su bebé.


3-. Pesa casi 500 grs. La placenta, en average, mide 22 cm de diámetro y 2-2.5cm de alto, pesa alrededor de 470grs.

4-. Segrega hormonas. La primera hormona placentaria es la HCG (Gonadotropina Coríonica), que es la hormona que se detecta con las pruebas de embarazo.

5-. Tiene muchos usos tras el parto. Distintas culturas sostienen distintas creencias acerca de la placenta; algunas la entierras, otros la comen, y otros la usan como medicina e incluso en cosmética.

6-. El cordón umbilical es parte del bebé. Fisiológica y genéticamente es parte del feto, normalmente contiene dos arterias que extraen los desechos y una vena por la que entra la sangre oxigenada.

7-. El cordón umbilical es largo y útil. Mide aproximadamente 56 cm de largo, se extiende desde la pared abdominal del bebe y está adjunto a la placenta. Su función principal es llevar nutrientes y oxígeno de la placenta al bebé y devolver productos de desecho desde el bebé a la placenta.

8-. Células importantes. El cordón umbilical contiene células madres, que puedes desarrollarse como varios tipos de células especializadas y han sido usadas como parte de tratamiento de enfermedades incluyendo leucemia y linfomas.

9-. Transfiere anticuerpos. Cerca del final del embarazo, el cordón umbilical pasa anticuerpos sintetizados por la placenta a partir de las defensas adquiridas por la madre durante su vida.

10-. El ombligo es una cicatriz. El muñón del cordón que queda adherido al cuerpo del bebé se seca y desprende entre 5 y 15 días después del nacimiento, deja una cicatriz que conocemos como 'ombligo'.

11-. Muchos fluidos. El saco amniótico contiene aproximadamente 800ml de líquido. Puede descender un poco al final del embarazo.

12-. Bebé inhala y orina dentro del útero. El bebé traga líquido amniótico y repone el líquido orinando y exhalando el líquido.

13-. Más que sólo agua. 2 semanas luego de la fertilización el saco amniótico comienza a crecer y llenarse. Luego de las 10 semanas de gestación el fluído ya contiene carbohidratos, lípidos, fosfolípidos, proteínas y úrea.

14-. El líquido amniótico es filtrarlo completamente cada 2-3 horas a través de la placenta.

15-. Nacido dentro del saco. Algunos bebés nacen con su saco intacto o con parte de este cubriéndoles la cara. En épocas medievales era señal de buena suerte, también leyendas sostienen la creencia que un amuleto hecho de esta membrana protegía a los marineros de morir ahogados. 

Traducido y completado. Para post original (en inglés, con imágenes): _http://blogs.babble.com/being-pregnant/2012/04/24/facts-about-placenta-umbilical-cord-amniotic-sac/

lunes, 27 de mayo de 2013

Pautas para relactación


Pasos para ir poco a poco reduciendo la leche artificial y aumentando la lactancia materna
Lo primero que se necesita es confiar y tener paciencia y perseverancia. Incluso las madres adoptivas pueden conseguir amamantar, y el método es sencillo:



Lo más importante es dejar que tu bebé mame cuanto más mejor, al menos unas 10-12 veces en 24 horas o más, si está dispuesto.
• A veces es más fácil dar de mamar a un niño cuando está somnoliento.
• Proporciona abundante contacto piel con piel con tu bebé. Las abuelas y otros miembros de la familia pueden ayudar si se encargan de otras responsabilidades, pero no deberían atender al bebé en ese momento. Más tarde podrán hacerlo de nuevo.
• Puedes ofrecer el pecho cada dos horas.
• Déjale mamar siempre que parezca interesado.
• Déjale mamar todo el tiempo que necesite en cada pecho hasta que se retire por sí mismo.
• Por la noche podéis estar juntos y alimentarlo al pecho todas las veces que quiera.
• No usar chupete, del chupete no sacan nada y les cansa y quita fuerza para mamar después.
• Durante los primeros días que se está intentando aumentar la producción de leche, y si el bebé está tomando mayoritariamente leche artificial, sigue administrando la cantidad completa de alimento artificial recomendada para un niño o una niña de ese peso (150 cc por Kg y día-en un bebé de 3kg, las suplementos de leche de fórmula a ofrecer serían de aprox 60 ml por toma, en una media de 8 tomas o de 45 ml en 10 tomas-), o la cantidad que le hubieran recomendado.
• Es aconsejable dar la leche artificial o la l.m. extraída en vasito (de boca pequeña) o con jeringa.
• Controla la ganancia de peso del niño-a(45-50 gr cada 3 días, los 3 primeros meses) y la excreción de orina(5-6 pañales al día), para asegurarte que está obteniendo suficiente leche.
• Si no está obteniendo suficiente leche, no reducir el alimento artificial durante unos pocos días y si fuese necesario, aumentar la cantidad de leche artificial durante un día o dos.

Disminución del suplemento de leche artificial
Es preferible continuar suplementando en grandes cantidades o durante mucho tiempo a reducir el suplemento demasiado o muy rápidamente.
Una forma útil para reducir los suplementos de leche artificial es la siguiente:
• Reducir la cantidad de suplemento artificial administrado en 24 horas unos 60 cc (centímetros cúbicos). Esta reducción se mantiene así durante unos días.
• Esta cantidad puede dividirse entre varias tomas: por ejemplo, reducir 10 cc en cinco de las tomas de leche artificial; o reducir dos tomas en 30 cc cada una.
• Continuar con la cantidad reducida de la leche artificial durante los inmediatos días siguientes.
• Si el bebé muestra por su comportamiento que tiene suficiente y si después de una semana ha ganado 125 gramos o más de peso, reducir de nuevo el suplemento de la leche artificial en la misma cantidad (otros 30 centímetros cúbicos) durante unos días y volver a comprobar el peso.
• Si el bebé muestra signos de hambre o si no ha ganado suficiente peso al final de una semana, no reducir el suplemento artificial y continuar con la misma cantidad una semana más. Si el bebé continúa mostrando signos de hambre o todavía no ha ganado peso después de otra semana, aumentar de nuevo el suplemento a como estaba antes de la reducción.
• Hay varias rutinas para administrar el suplemento de leche artificial y cada madre elige la que más le conviene.
• Muchas prefieren suplementar con la leche artificial en algunas tomas y no en otras.
• Un patrón común es amamantar sin suplementos de leche artificial en las primeras horas del día o por la noche cuando se notan los pechos muy llenos y dar el suplemento en las últimas horas del día.
• Otro patrón común es suplementar alternativamente las tomas. A veces los suplementos continúan siendo necesarios hasta que se comienza la alimentación complementaria.

Algunas conclusiones
La relactación es posible y práctica para casi cualquier mujer si está adecuadamente motivada y apoyada. La edad, la paridad, la experiencia de amamantamiento previo y el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que había dado el pecho, son factores menos importantes.

En amplios y numerosos estudios, la mayoría de las mujeres producen leche, comenzando habitualmente alrededor de la primera semana.
Aproximadamente la mitad de todas las madres que relactan son capaces de amamantar a sus hijos exclusivamente, es decir, sin suplementos de leche artificial, en un mes.

Cómo alimentar con vasito a un bebé
• Sostener al bebé sobre el regazo sentándose incorporada o semi-incorporada. El vasito se apoya ligeramente sobre el labio inferior del bebé y el canto del vaso toca la parte externa del labio superior del bebé.
• Inclinar el vasito de manera que la leche llegue justo a los labios del bebé.
• NO VERTER la leche dentro de la boca del bebé. Sólo sostener el vaso en sus labios y dejar que la tome el mismo.
• Cuando el bebé ha tenido suficiente, cierra su boca y no tomará nada más.
• Si no ha tomado la cantidad calculada, puede que tome más en la siguiente comida o puede que sea necesario alimentarlo más a menudo.
• Medir la que toma el bebé a lo largo de 24 horas, no solo en cada toma. Un recién nacido de bajo peso, comienza a tomar leche en su boca con la lengua. Un recién nacido a término o un niño mayor succiona la leche y puede derramar parte de ella.

Resumen basado en el documento de la OMS-1998, disponible en:
RELACTACIÓN: http://www.aeped.es/lactanciamaterna/otros-doc.htm
versión en español: Dr Juan Jose Lasarte. Presidente Comité de Lactancia AEP
Fuente http://criandoconamor.blogspot.com/

Cómo relactar o inducir una lactancia

Aunque todavía son experiencias poco conocidas, lo cierto es que, con información y apoyo adecuados, tanto relactar como inducir una lactancia es perfectamente posible, y cada vez más madres se animan a ello.

Relactar:
Es cuando una mujer que ha interrumpido la lactancia de su hijo, recientemente o en el pasado, quiere volver a producir leche para su propio hijo o para uno adoptado, incluso sin un embarazo adicional.

En un sentido amplio, también se denomina RELACTAR a cuando una mujer, tras haber introducido suplementos de fórmula en la alimentación de su hijo, quiere volver a la lactancia materna exclusiva.

Inducir una lactancia:
Es cuando una mujer, que nunca ha estado embarazada, quiere establecer la lactancia materna, habitualmente con  un hijo adoptado.

Razones para relactar o inducir una lactancia
Una mujer puede decidir relactar o inducir una lactancia por distintas razones:

Para responder a las necesidades de un hijo enfermo,  al que se ha dejado de amamantar antes o durante una enfermedad. También puede ser el caso de niños a los que se decide alimentar artificialmente pero después se descubre que no toleran las leches artificiales.
Para poder practicar la lactancia materna exclusiva, en aquellos casos en los que las madres tuvieron dificultades para establecer la lactancia o cuya producción de leche ha disminuido como resultado de una técnica o manejo inadecuado de la lactancia, introducción de suplementos, etc.
Para retomar la lactancia tras un periodo de separación entre madre e hijo, por ejemplo porque los bebés o sus madres requirieron hospitalización.
En situaciones de emergencia, para los niños que están desamparados; aquellos que fueron alimentados artificialmente antes de la emergencia; y aquellos cuyo amamantamiento ha sido interrumpido. Debería ser posible reanudar o continuar la lactancia de tantos niños como fuese posible para prevenir la diarrea, la infección y la malnutrición. Una mujer puede relactar para alimentar uno o más niños desamparados.
Por motivos personales, por ejemplo cuando una madre elige alimentar artificialmente a su niño o dejar de amamantarlo y después cambia de opinión (aunque haya tomado pastillas para interrumpir la producción de leche) o, en el caso de adopción, para  mejorar el vínculo afectivo madre-hijo o para aprovechar otras ventajas de la lactancia.
Cuando a una mujer le es imposible amamantar a su hijo, por ejemplo por estar gravemente enferma o por fallecimiento o porque es seropositiva para VIH. Una opción en estas situaciones es que alguien de su entorno, por ejemplo una abuela, relacte para alimentar al niño
Factores que pueden afectar al éxito de una relactación o inducción de la lactancia
Los factores básicos del éxito son:

Que la madre biológica o adoptiva tenga un fuerte deseo de amamantar al niño.
Que la estimulación del pecho y el pezón sea correcta.
Que la madre disponga de un buen sistema de apoyo, que la ayude y refuerce su confianza.
Pero pueden existir otros factores, por parte del niño o de la madre, que condicionen el éxito de una relactación o inducción de la lactancia.

Hay  que tener en cuenta que el principal requerimiento, para conseguir relactar o inducir una lactancia, es que el niño succione correctamente el pecho y esto puede estar influenciado por:

Su disposición para mamar:
Puede que el niño quiera o puede que no.

Su edad:
Cuanto más pequeño es el niño más probable es que desee o sepa mamar.

Su intervalo de lactancia:
El tiempo transcurrido desde que el niño dejó de mamar. Cuanto menos tiempo haya pasado más fácil será que vuelva a mamar.

La forma en que ha sido alimentado mientras no ha mamado:
Si ha sido alimentado con biberón puede que ya no sepa mamar.

Su habilidad para mamar con eficacia:
Puede que ya desde un principio el bebé tuviera dificultades para alimentarse correctamente del pecho por si mismo, bien por causas anatómicas (frenillo, retrognatia, etc.), fisiológicas u otras (incapacidad para agarrar el pecho, síndrome de confusión del pezón, mala colocación de labios, succión débil o ineficaz, etc.

También factores relacionados con la madre biológica o adoptiva pueden condicionar el éxito de una relactación o inducción de la lactancia:

Su confianza en si misma y en su capacidad de producir leche:
A mayor seguridad y convencimiento, mayor posibilidad de éxito.

Su grado de información:
Es importante que conozca bien la fisiología y manejo de la lactancia, así como el proceso de relactación o inducción de la lactancia.

Su intervalo de lactación:
El tiempo transcurrido desde que dejó de amamantar a un niño, a menor tiempo más fácil relactar.

El estado de sus pechos:
Puede que la lactancia se interrumpiera por heridas, infecciones o algún problema anatómico. Esta situación deberá reconducirse para relactar.

Su capacidad para interactuar con su hijo dando respuesta a sus necesidades:
Relactar requiere una inversión de tiempo, de paciencia, de disponibilidad física y mucho contacto piel con piel.

El apoyo que reciba de su familia, de la comunidad y del personal de salud:
Apoyo emocional y ayuda real con otras tareas. Acudir a un Grupo de Apoyo a la Lactancia también es especialmente útil

Tiempo necesario para relactar o inducir una lactancia
El tiempo puede ser muy variable de una mujer a otra y estará condicionado por distintos factores.

No será el mismo para una madre que ya estaba amamantando a su hijo varias veces al día y que además le daba algún suplemento de fórmula que para una madre que prácticamente alimentaba a su hijo con fórmula y le daba el pecho unos pocos minutos al día.

Tampoco será lo mismo para una madre que simplemente ha interrumpido la lactancia hace unos días que para otra que la ha interrumpido hace semanas o meses, lleva años sin amamantar o no ha amamantado nunca

Recomendaciones prácticas para relactar o inducir una lactancia
La madre ha de disponer de información y apoyo adecuados:

Para poder identificar las causas que dificultaron inicialmente la lactancia y si es el caso resolverlas.
Para que ella y los miembros de su familia conozcan el manejo de la lactancia y el proceso de relactación.
Para mantener su motivación y confianza.
Para eliminar los factores que podrían reducir la succión del pecho o la producción de leche, tales como el uso de chupetes, biberones, anticonceptivos con estrógenos, etc.
Para sentirse respaldada por parte de la pareja, otros miembros de la familia, la comunidad y los servicios de salud
La madre tiene que estimular el pezón y el pecho mediante:

La correcta succión del niño
La extracción manual o mecánica
El contacto piel con piel
El bebé ha de recibir temporalmente suplementos sin usar biberón:

Para proporcionar nutrición
Para animarle a mamar del pecho
Estos suplementos han de ir siendo eliminados paulatinamente a medida que va aumentando el estímulo y la producción de leche

Plan de relactación o inducción de la lactancia
Como la variabilidad de casos puede ser muy amplia, ante el reto de relactar o inducir una lactancia habrá que hacer un Plan Personalizado adaptado a las circunstancias y preferencias de cada binomio madre / hijo.

Es importante conocer todas las técnicas o recursos para poder encontrar el sistema que mejor se puede adaptar a cada caso. En los Grupos de Apoyo a la Lactancia se ofrece asesoramiento al respecto.

Las líneas básicas de un Plan de Relactación o Inducción de la Lactancia pueden ser:

1. Estimular el pezón y el pecho
Si el niño SI está dispuesto a mamar:

Ponerlo al pecho frecuentemente, tan a menudo como él o ella estén dispuestos. Esto debería ser cada 1 o 2 horas si es posible y al menos de 8 a 12 veces cada 24 horas.
Dormir con el niño para alimentarlo por la noche, para permitirle un fácil acceso al pecho mientras se minimiza la interrupción del descanso de la madre. Las tomas nocturnas aumentan la producción de prolactina y el contacto extra puede aumentar la disposición del lactante a mamar.
Permitir al niño mamar de ambos pechos, tanto como sea posible en cada toma. La madre puede ofrecer cada pecho más de una vez si el niño está dispuesto a continuar mamando.
Asegurarse de que el niño tiene un buen agarre al pecho y succiona correctamente, para prevenir el traumatismo del pezón, y para extraer de forma eficaz cualquier cantidad de leche que se produzca.
Evitar el uso de chupetes, biberones, tetinas y pezoneras ya que esto disminuye la estimulación del pezón y es más probable que el niño esté menos dispuesto a mamar del pecho.
Dar al niño los suplementos de forma separada (usando una taza, vaso, jeringa, cucharilla, paladai,...) o bien de forma simultánea mediante un relactador.
En este ENLACE encontrarás más información sobre como administrar suplementos de leche extraída o fórmula evitando el uso de biberones

Si el niño NO está dispuesto o es incapaz de mamar:

Asegurarse de que el niño no está enfermo, y no tiene un problema anatómico o fisiológico que necesite ayuda especializada.
Proporcionar mucho contacto piel con piel y continuar ofreciendo el pecho en cualquier momento que el niño muestre el mínimo interés.
Estimular el pecho mediante la extracción mecánica o manual, mejor extracciones breves y frecuentes, tanto de día como de noche.
Una recomendación general podría ser estimular cada dos horas durante el día, unos 20 minutos, primero 5 minutos de cada pecho y luego repetir 5 minutos más. Durante la noche, estimular cada 3 horas, por ejemplo a las 12 -3 - 6 h.

Es aconsejable intentar sacar siempre un poco más de leche que la vez anterior, por poca que sea inicialmente.

Si es posible alimentar al bebé en primer lugar con leche extraída y luego complementar si es necesario con fórmula.
Evitar el uso de biberones o chupetes, y alimentar al niño usando una taza, vaso, jeringa, cucharilla, paladai,...
Intentar estimular al niño a mamar y a succionar correctamente mediante ejercicios de fisioterapia de la succión. También se puede probar a usar un relactador o el método "gotear y chorrear" (se va dejando gotear leche directamente sobre el pecho mientras el niño intenta mamar. Puede usarse para incitar a un lactante reacio a comenzar a succionar el pecho pero normalmente se precisa ayuda de una tercera persona)
En este ENLACE encontrarás más información sobre extracción y conservación de leche

2. Reducir paulatinamente los suplementos hasta eliminarlos
Una vez evaluado el estado de la lactancia y descartado cualquier posible problema, si el bebé es capaz de agarrar el pecho y succionar con eficacia, habrá llegado el momento de ir retirando paulatinamente los suplementos.

De nuevo la forma de retirarlos dependerá de las circunstancias y preferencias de cada madre:

Algunas madres substituyen paulatinamente suplementos de formula por suplementos de leche extraída.
Si éste es el caso bastará, como paso siguiente, con empezar a disminuir los suplementos de leche extraída hasta eliminarlos también. Si la madre desea seguir usando sacaleches puede congelar la leche sobrante para futuras necesidades (preparar papillas de cereales, etc...)

Si la madre usa relactador

Ir reduciendo la cantidad de fórmula que se pone en el relactador hasta eliminarla por completo. Finalmente, si ya la cantidad de suplemento es poca, también se puede eliminar el uso de relactadores a razón de uno por toma a lo largo de días sucesivos.

Si se usan otros utensilios para administrar suplementos

Se puede hacer lo mismo que con el relactador. Ir disminuyendo la cantidad de suplemento paulatinamente hasta eliminarlo por completo.

Algunas madres prefieren eliminar primero el suplemento de una de las tomas y cada varios días eliminar el suplemento de una toma distinta hasta que todas las tomas sean sin suplemento, otras reducen parte del suplemento en todas o algunas tomas.

Este proceso puede ser más o menos rápido en función de las características de cada lactancia, de la cantidad de suplemento a eliminar y de las preferencias de la madre.

Algunas madres preferirán ir muy despacio y esperar varios días antes de eliminar una nueva dosis de suplemento, otras preferirán ir más rápido en quitar suplementos aunque ello les represente mayor disponibilidad física para amamantar. Lo importante es que cada madre encuentre su propio ritmo.

Una recomendación general podría ser ir eliminando 60 cc cada dos o tres días.

Los sistemas para eliminar los suplementos antes indicados también son generales y  admiten múltiples variables y combinaciones adaptadas a las preferencias de cada madre.

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