jueves, 26 de julio de 2012

Hepatitis B


28 de julio: Día Mundial contra la Hepatitis

Ministerio de Salud vacunará a toda la población contra la Hepatitis B

El objetivo de la medida es avanzar en el control de esta patología a nivel nacional. El Ministerio adquirió 18 millones de dosis para el año 2012, que ya comenzaron a distribuirse a todo el país.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra la Hepatitis, fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cartera sanitaria nacional anunció hoy que se comenzará a vacunar gratuitamente contra la hepatitis B a toda la población –además de las dosis que ya se aplican de manera obligatoria a los niños a través del Calendario Nacional de Vacunación–, con el objetivo de avanzar en el proceso de control y eliminación de esta enfermedad en el país.

"Las hepatitis virales son un problema de salud pública en todo el mundo", aseguró el viceministro de Salud de la Nación, Máximo Diosque, al tiempo que consideró que "debido a la incidencia que tiene la hepatitis B en los adultos y a la alta eficacia de la vacuna para su prevención, con esta importante estrategia queremos evitar que más personas se enfermen o sufran complicaciones en su salud por esta causa".
"Una vez más Argentina está siendo pionera en la región, ya que somos el primer país de América en disponer de la vacuna contra la hepatitis B en forma universal", consideró la responsable del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la cartera sanitaria nacional (ProNaCEI), Carla Vizzotti, y destacó que "esto significa que todos los argentinos tengan la posibilidad de vacunarse con las tres dosis para prevenir y favorecer el control de esta patología a nivel nacional".
"Si bien en Argentina ésta es una enfermedad de baja endemicidad (afecta a menos del 2% de la población), 800 personas mil personas la padecen", informó la funcionaria, y agregó que "por eso contamos ahora con una vacuna que es muy segura y eficaz, y que estamos poniendo a disposición de toda la población".
Por último, Vizzotti explicó que "todos los menores de 20 años deben estar vacunados por Calendario, pero como vemos nuevas infecciones entre los 20 y 60 años, le pedimos a los adultos que se apliquen las tres dosis que se requieren para generar defensas, el primer día, al mes y a los 6 meses. Ése es el intervalo mínimo, aunque lo importante es completar el esquema", e hizo hincapié en que "no se requiere orden médica".
Actualmente, la vacunación contra esta patología está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación y se aplica al recién nacido (dentro de las primeras doce horas de vida) y a los 2, 4 y 6 meses (como componente de la vacuna quíntuple, conocida también como pentavalente). También se completan o inician esquemas a los 11 años, en el caso de los niños que no hubieran recibido las dosis correspondientes con anterioridad, y se aplica la inmunización al personal de salud y a todos los adultos con factores de riesgo para adquirir la infección y desarrollar complicaciones.
El Ministerio de Salud de la Nación cuenta con 6 millones de esquemas (18 millones de dosis), que ya se comenzaron a distribuir a las provincias, para aplicar a toda la población.
Asimismo, se realizarán acciones intensivas para que quienes se encuentren dentro de los grupos de riesgo (trabajadores de la salud, hemodializados, politransfundidos, personas privadas de la libertad, personal carcelario, hombres que tienen sexo con otros hombres, heterosexuales no monogámicos, adictos endovenosos, personas con vih-sida, y convivientes y parejas sexuales de portadores de hepatitis B) se vacunen.

Apoyo de las sociedades organizaciones y sociedades científicas

El presidente de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos, Daniel Stamboulian, consideró a la medida como "muy feliz, ya que la hepatitis B es un virus que produce en los pacientes cáncer y cirrosis, y eso se puede prevenir con la vacuna", y subrayó que "es fundamental que las personas se apliquen las tres dosis para estar protegidos".
Por último, el referente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Armando Güemes, dijo que "Argentina ya nos ha sorprendido con iniciativas que son pioneras dentro de la región y a nivel mundial, como la estrategia de la monodosis contra la hepatitis A, y ahora con este lanzamiento".
"El slogan que tenemos es que la hepatitis está más cerca de lo que crees, porque estamos convencidos de que la población no está muy al día respecto de la importancia y los riesgos de esta patología. Es muy necesario que la gente sea conciente de que un acto tan sencillo como ir a vacunarse, que no requiere mucho tiempo y no cuesta dinero, es muy importante para ellos y para su círculo mas próximo".
Durante el acto, que se llevó a cabo en el Salón San Martín de la cartera sanitaria, estuvieron presentes además el responsable de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del ministerio, Carlos FalistoccoMargarita Ramonet, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y hepatóloga del Hospital Posadas; Carlota Russ, del Comité Nacional de Infectología de la SAP; Silvia González Ayala, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) y Aurelia Fallo, de la misma entidad; y Daniel Stecher, de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), entre otros expertos.

Características de la hepatitis B

La hepatitis B, una inflamación del hígado causada por un virus, se transmite a través del contacto con la sangre, por relaciones sexuales no protegidas, por medio de la madre infectada al hijo durante el embarazo o por uso de drogas endovenosas, entre otras.
La edad en que se contrae la enfermedad aguda determina el riesgo de progresión a enfermedad crónica, es decir, a menor edad, mayor riesgo de adquirir la infección y que tenga evolución crónica. Al prolongarse en el tiempo, ésta puede provocar daños en el hígado (cirrosis) o cáncer de hígado.
Argentina está considerada como un país con endemicidad baja (menor al 2% de incidencia). Sin embargo, la distribución de casos no es homogénea: es mayor en centros urbanos (especialmente en algunos grupos, como los hombres que tienen sexo con hombres y los usuarios de drogas), que en zonas menos pobladas.
El período de incubación de esta patología es extenso: de uno a cuatro meses. La forma clínica más habitual es la hepatitis aguda, que se resuelve espontáneamente en un período entre 1 a 3 meses. Existen, además, formas asintomáticas que pueden observarse hasta en el 60% de los casos.
Entre un 6% y un 10 % de los infectados tendrán una evolución a la cronicidad. El riesgo de desarrollar cirrosis por hepatitis crónicas a los cinco años es del 8% al 20%, con una sobrevida en ese período menor al 35%. Por su parte, el carcinoma hepatocelular se observa hasta en el 15% de los pacientes con cirrosis: su pronóstico es malo, excepto en casos de tumores resecables quirúrgicamente.
Las formas fulminantes son raras, menos del 1%, pero en la Argentina son la causa de alrededor de 12 trasplantes hepáticos por año.
En lo que respecta a otras intervenciones, el uso consistente del preservativo disminuye la posibilidad de transmisión viral. Sin embargo, la vacunación universal es la estrategia más eficiente para lograr un impacto sustancial en la disminución de la transmisión del virus, tanto para las relaciones sexuales no protegidas como para las otras formas de adquisición del mismo.

Población a vacunar

1. Menores de 20 años no vacunados o con esquema incompleto.
Deberán iniciar o completar esquemas de vacunación, respectivamente.
2. Vacunación para mayores de 20 años.
Iniciar o completar esquemas de vacunación.
3. Acciones intensivas para captar individuos pertenecientes a grupos en riesgo. Ellos son:
• Trabajadores de salud.
• Hemodializados.
• Politransfundidos.
• Hepatopatías crónicas.
• Personas privadas de la libertad y personal de cárceles.
• Hombres que tienen sexo con hombres.
• Heterosexuales con relaciones no monogámicas.
• Usuarios de drogas endovenosas.
• Personas viviendo con VIH/SIDA.
• Convivientes y parejas de portadores de hepatitis B.

No se requerirá orden médica para la administración de la vacuna

Hepatitis A, B Y C

La hepatitis es una inflamación del hígado producida por un grupo de infecciones virales que afectan a dicho órgano. El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, medicamentos y algunas enfermedades también pueden causarla. Los tipos más comunes de hepatitis viral son la A, B y C.
En Argentina, se estima que 800 mil personas estuvieron en contacto con los virus de las hepatitis B y C.
Para prevenir y tratar estas patologías existen tratamientos efectivos, que son gratuitos en los hospitales públicos; y vacunas contra las hepatitis A y B, que forman parte del Calendario Nacional de Vacunación.
¿Cómo se transmiten?
- La hepatitis A se transmite por el contacto con agua, alimentos u objetos contaminados con materia fecal.
- La hepatitis B por el contacto con sangre, semen o líquidos corporales a través de las relaciones sexuales (orales, vaginales y anales) o al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes. También de una mujer embarazada que esté infectada a su bebé durante el parto.
- La hepatitis C se transmite por el contacto con sangre al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes; y aunque es muy poco frecuente, también puede transmitirse por vía sexual.
¿Cómo se previenen?
- Tanto la hepatitis A como la B tienen vacuna: todos los niños deben vacunarse según el Calendario Nacional de Vacunación. La vacuna contra la B será a partir de ahora universal.
- Los adultos deben consultar si necesitan vacunarse.
- No existe aún vacuna contra la hepatitis C, pero se puede prevenir si no se comparten agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, y con el uso de preservativo en todas las relaciones sexuales.

miércoles, 18 de julio de 2012

Ajuar para Pepi!!!!







Pepi es una mujer que espero  y deseo mucho tener un hijo,
muy pronto nacerá su bebita, 
y podrá lucir este lindo ajuar que le regalaron!!!
Y Pepi dijo
Hola  les escribo porque hoy tuve la lindisima sorpresa de recibir el regalo que me dejaron. 
Mucha emoción!Realmente muchísimas gracias, pero se pasaron !!
La cantidad de cosas que sacaba de esa caja mágica....no terminaba nunca !!!
Y encima todo tan lindo, tan amoroso todo, un millon de gracias.
Les mando un beso grande a cada uno de los miembros de esa familia tan linda que son.
Realmente creo que se volvieron un poco locos

martes, 17 de julio de 2012

El parto

Tres días de parto y el hijo no salía:
-Tá trancado. El negrito tá trancado- dijo el hombre.
Él venía de un rancho perdido en los campos.
Y el médico fue.
Maletín en mano, bajo el sol del mediodía, el médico anduvo hacia la lejanía, hacia la soledad, donde todo parece cosa del jodido destino; y llegó y vio.
Después se lo contó a Gloria Galván:
-La mujer estaba en las últimas, pero todavía jadeaba y sudaba y tenía los ojos muy abiertos. A mí me faltaba experiencia en cosas así. Yo temblaba, estaba sin un criterio. Y es eso, cuando corrí la cobija, vi un brazo chiquitito asomando entre las piernas de la mujer.
El médico se dio cuenta de que el hombre había estado tirando. El bracito estaba despellejado y sin vida, un colgajo sucio de sangre seca, y el médico pensó: No hay nada que hacer.
Y sin embargo, quien sabe por qué, lo acarició. Rozó con el dedo índice aquella cosa inerte y al llegar a la manito, súbitamente la manito se cerró y le apretó el dedo con alma y vida.
Entonces el médico pidió que le hirvieran agua y se arremangó la camisa.

Eduardo Galeano



viernes, 13 de julio de 2012

La angustia del octavo mes

En esta etapa del desarrollo infantil, el bebé advierte que es alguien distinto de su mamá y cada vez que está lejos de ella siente la separación. Cómo atravesarla de la mejor manera tanto para él como para la familia.
Alrededor de los ocho meses se produce un hito importante en el desarrollo del bebé. El psicoanalista inglés René Spitz fue el primero en teorizar acerca de este tema y lo llamó "la angustia del octavo mes", una etapa en que el niño comienza a discriminar entre el todo y su madre, el mundo externo y su propio cuerpo. Puede que comience algo antes, o inclusive después, pero esta etapa de angustia sucederá, sin lugar a dudas.
En ese momento, puede que el bebé se muestre receloso frente a personas desconocidas o incluso ante aquellos conocidos que hasta hace un instante podían tenerlo en brazos o acercarse. Es casi seguro que comience a llorar de una manera diferente y que reclame todo el tiempo la presencia de su mamá. En especial, de noche.
-Hay una combinación de elementos que suceden en esta etapa -explica la licenciada Felisa Lambersky, psicóloga e integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA)-. Por un lado le han salido los dientes y posiblemente no mama como antes, porque ya en su alimentación cotidiana hay incorporación de otras comidas. En este período, además, muchos chicos comienzan a gatear. Es decir, puede desplazarse y comer por su cuenta. Pero lo más característico de la etapa es que comprende que es 'alguien' distinto de su madre y esto le produce invariablemente una gran angustia, un miedo frente a la separación".
Esta es la etapa, añade la psicóloga, en que el bebé demuestra actitudes diferentes frente al resto de las personas. Puede volverse menos sociable y rechazar el contacto con todos aquellos que no sean su mamá. Tiene temor al abandono y por eso la reclamará mucho más y en todo momento.
No siempre es fácil atravesar este período, que puede extenderse entre dos y seis meses, porque el bebé estará más demandante y solamente "mamá" podrá calmar su angustia. "Una forma de no angustiarlo más todavía es comenzar a jugar con él a aparecer y desaparecer -añade la psicoanalista-. Eso puede resultarle divertido y le ayudará a incorporar la idea de que las personas pueden 'estar' aunque no aparezcan ante su vista". No se recomienda en esta etapa que la mamá se vaya bruscamente de la casa y tampoco es aconsejable irse sin que él o ella lo vean: la idea (y el desafío) es que vaya acostumbrándose a que mamá se va... pero vuelve.
En muchos casos, puede ser útil que el bebé disponga de algún "objeto de transición" (una teoría desarrollada por un psicoanalista y pediatra inglés, Donald Winicott), que puede ser un osito, cualquier juguete, una sabanita y al que éste define como "el pecho materno, o el objeto de la primera relación"
La licenciada Lambersky dice que el objeto transicional "es clave y que esta pertenencia deberá acompañarlo durante el proceso de separación de su madre, porque le ayudará a no sentirse solo y a superar la angustia". Un momento crucial en esta etapa es el sueño, ya que seguramente no dormirá de corrido toda la noche, por más que antes hubiera alcanzado ese logro. "Es muy común que un bebé que dormía toda la noche, en esta etapa se comience a despertar llorando -añade el doctor Martín Gruenberg, médico pediatra-.
La respuesta debe ser ir rápido a su habitación y contenerlo, pero atención: hay que tratar de calmarlo modificando lo menos posible el medioambiente. Esto significa no sacarlo de la cuna y llevarlo a la cama de los padres, sino calmarlo dentro de su cuarto y lograr que se vuelva a dormir. Si, en cambio, con el reclamo consigue ir a la cama con los papás, por ejemplo, una vez atravesada esta etapa de angustia por la separación puede continuar despertándose porque la respuesta que le dieron le resultó gratificante y esto posiblemente traerá aparejado algún trastorno en el sueño".

Objetos transicionales: el inicio del juego

Es habitual que los bebés sientan especial cariño por un objeto en particular al que se encuentran muy aferrados. Es el llamado objeto transicional, también conocido como objeto de consuelo u objeto de apego.
Puede ser un muñeco, un peluche, un osito, una mantita, un camisón, una almohadita, una sábana, un cojín, un chupete, etc. Generalmente, es un objeto de textura suave, lo que nos recuerda la teoría de la madre suave, que habla de la necesidad innata de las crías de apegarse a un objeto suave para sentirse protegidos.
El objeto transicional se vuelve tan importante en la vida del pequeño que le acompaña durante la mayor parte del día, lo busca cuando necesita consuelo y se vuelve imprescindible a la hora de dormir. Es algo que le brinda seguridad. Representa el apego que el bebé siente con sus padres y le ayuda a controlar la ansiedad de la separación, etapa en la que el bebé comienza a experimentar que es un ser independiente a su madre.
El término de objeto transicional ha sido creado por el psicoanalista Donald Winnicott para definir "la primera posesión no-yo", aquellos objetos que aparecen en una zona intermedia entre lo subjetivo y lo que se percibe de forma objetiva. No forman parte del cuerpo del niño aunque todavía no se los reconozca del todo como pertenecientes a la realidad exterior.
Veamos algunas características del objeto transicional:
El niño lo elije arbitrariamente. Por más que se intente imponer un objeto determinado, es sólo el pequeño quien decide cuál es su objeto especial. No importa que sea el más bonito o el más llamativo. Por algo inexplicable es el preferido.
Tiene un olor especial. Debido a su manipulación (el bebé lo muerde, babea, arrastra, lo abraza, duerme con él) ese objeto tiene un olor particular muy especial para el bebé. Se recomienda no lavarlo para no borrar esa huella. De hacerlo, porque las condiciones sean lamentables, recomiendo hacerlo discretamente. Por experiencia propia no aconsejo que el niño vea a su peluche preferido dentro de la lavadora; para ellos es como si lo estuviésemos torturando o algo por el estilo.
Tiene que ser ese y no otro. El objeto transicional no debe cambiar a no ser que sea el bebé quien decida destituirlo como objeto especial y pasarle los poderes a otro. Aunque le compremos un muñeco exactamente igual, querrá ese que ha elegido. Mi hija pequeña tiene adoración por un bebé en especial, aunque tiene tres (todos con el cuerpo de tela, los de cuerpo duro no le gustan) tiene predilección por el primero que ya está semidestrozado y muy sucio. Aunque le han regalado otros, los nuevos han pasado a ser juguetes, pero el original es su "bebé especial".
Es un compañero fiel. El niño no se separa de él. Lo lleva a todos lados, a la guardería, de paseo, a la cama, en el coche. Permanece siempre a la vista y al alcance del niño. No puede faltar y si se pierde, es motivo de profunda tristeza.
No todos los niños adoptan un objeto transicional en su infancia. El proceso emocional es diferente en cada niño, por eso algunos necesitan aferrarse a un objeto mientras que otros no. Para algunos, el objeto transicional es la propia madre, para otros puede ser la madre y el objeto.
Hay niños que en lugar de objetos especiales adoptan conductas especiales. A parte de los objetos, también se habla de "fenómenos transicionales", conductas muy habituales en los niños pequeños como chuparse el pulgar, acariciarse el pelo, repetir una melodía para dormirse, pedir la mano, o como mis hijas, meter mano en la teta de mamá.
Estas conductas transicionales pueden comenzar a partir de los 4-6 meses y durar hasta los 3-4 años cuando el niño ha adquirido mayor control de los miedos de abandono, comienza a ser más independiente e inicia su vida social. Puede que use su objeto de apego de forma continuada o que recurra a él cuando atraviese por una etapa de ansiedad como el nacimiento de un hermanito, una mudanza o la separación de los padres.
En cualquier caso, que el niño adopte un objeto transicional es absolutamente normal, signo de un correcto desarrollo psíquico y no se debe interferir ante él.
 En Bebés y más | Objetos transicionales: el inicio del juego

sábado, 7 de julio de 2012

Alegra sigue creciendo!!!















Alegra tiene prendas de MTM desde su nacimiento manta,
 camisetitas de verano y de invierno
este año tapadito, pronto cumplirá 2 años!!!
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