10 ENE 2014
Es de hace unos años en España y en muchos otros países
desarrollados, se está observando un repunte muy preocupante en la incidencia
de la tos ferina, a pesar de que existe una cobertura pediátrica superior al 90
por ciento. Como sabéis, se debe a una bacteria -Bordetella pertussis- que
produce una tos paroxística que puede llegar incluso a provocar el vómito. La
vacuna contra la tosferina puede administrarse perfectamente a las embarazadas
ya que son proteínas de la bacteria y no la célula entera, por lo que os la
podéis poner sin miedo. Además, el coste de la vacunación no es muy caro, unos
19 euros, aunque la verdad tal y como está la vida todo es relativo.
Desde hace muchos años se vacuna a los
niños contra la tos ferina a partir del segundo mes de vida, junto con el
tétanos y la difteria, después, a los cuatro años, se da una dosis de recuerdo
y luego ya no se vuelve a administrar ninguna, salvo en Madrid, Ceuta y
Melilla, que se proporciona otra en la adolescencia. Esta táctica está haciendo
que estén apareciendo nuevos casos en la vida adulta, ya que la protección de
la vacuna es muy escasa hacia los 7 años.
En los años noventa del siglo pasado la
incidencia era de un caso por 100.000. Desde el año 2010, ha subido a siete por
100.000, y en aumento. El problema está en que el 40 por ciento de los
afectados son lactantes menores de seis meses, que corren un riesgo muy elevado
de muerte al poder desarrollar una tos ferina maligna; el resto de los casos se
produce en adolescentes no revacunados y adultos.
La tos ferina mata a unos 15 bebés al año
en España
En un estudio publicado en la revista
española "Enfermedades infecciosas y Microbiología Clínica" y otro
publicado en "Medicina Clínica" se observó que más del 50 por ciento
de los casos en lactantes la infección la trasmitieron los padres -sobre todo
la madre-, en segundo lugar los hermanos adolescentes no revacunados y en
tercer lugar, los abuelos. Esta infección es trasmitida al lactante, pudiéndole
ocasionar su fallecimiento. En España podría haber unos 15 fallecimientos al
año por esta causa y probablemente irá en aumento: de ahí que escribamos esta
entrada de blog, para advertiros de este hecho.
Las vacunas que actualmente se utilizan
son acelulares, es decir no se utiliza la célula entera para inmunizar, sino
algunas de las proteínas de la bacteria. Las vacunas con células completas
utilizadas hace años son mejores para inmunizar, lo que significa que el efecto
dura muchos años. Sin embargo tenían muchas contraindicaciones y por este
motivo se elaboraron vacunas con proteínas exclusivamente de la bacteria.
Esta decisión provocó que la vacuna
tuviera muy pocos efectos adversos pero también redujo los años de inmunización
a unos siete. Además, estas vacunas no se pueden administrar a bebés menores de
dos meses, ya que su sistema inmunitario no responde de modo adecuado. En este
sentido se está investigando sobre distintas proteínas de la bacteria para que
los lactantes de menos de dos meses puedan crear suficientes defensas, pero
mientras esto llega habrá que desarrollar otras estrategias.
Recomendación: vacunar a adolescentes y
adultos
Lo ideal sería que se vacunaran los
adolescentes y los adultos pero esta táctica es muy compleja de llevar a cabo,
de ahí que se preconizara la estrategia "del nido", que consiste en
vacunar a la madre tras el parto, los hermanos adolescentes, los tíos, los
abuelos y los cuidadores. Sin embargo, este sistema ha fallado en países como
Francia y Estados Unidos donde ha sido un verdadero desastre dado el poco
interés puesto por el médico de familia y el ginecólogo: no se ha superado el
20 por ciento los vacunados.
Sin embargo hay una estrategia que puede
ser muy eficaz y es vacunar a la mujer embarazada entre la semana 27 y la
semana 32 de embarazo, de este modo la gestante no contraerá la enfermedad
cuando tenga a su bebé y, además, creará una gran cantidad de anticuerpos que
pasarán la barrera transplacentaria, otorgando al recién nacido suficientes
defensas para no tener la enfermedad hasta que se vacune. En el Reino Unido se
han conseguido coberturas superiores al 50 por ciento, observándose una
importante disminución de tos ferina en lactantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!