Vivimos en la era de la
información. Basta con “googlear” los términos que queremos investigar y una
lluvia de información llega a nuestros ojos. Pero debemos ser muy cuidadosas.
No toda la información que te ofrecen sobre lactancia es cierta. Incluso, profesionales
de la enfermería y medicina pueden estar un poco desactualizados en lo que
respecta a esta práctica nutricional y amorosa. Por eso te traigo 10 tips que
te ayudarán a despejar algunos de los mitos más comunes sobre la lactancia
materna. ¡Toma nota!
© Toma
Agua, ¡Pero solo la que necesites! La cantidad de leche que produces no está
directamente relacionada con los volúmenes de agua o líquido que consumas.
Hidrátate de acuerdo a tu sed. Tu cuerpo te ayudará a recordártelo. Cuando
estés dando pecho, sentirás una gran sed. ¡Que papá esté cerca con un
refrescante vaso de agua!
© ¡Ríete!
La Oxitocina es responsable de la estimulación de que el tejido mamario se
contraiga, causando la expulsión de la leche hacia los ductos lactíferos. Esta
hormona es vital para la lactancia materna, sin embargo, se ve inhibida por la
adrenalina, el cortisol, y el resto de hormonas relacionadas con el estrés.
Entonces, ¡relájate!, disfruta el momento mágico. La casa y los quehaceres
pueden esperar.
© Cuida
tu alimentación, pero no te obsesiones. Es probable que te sugieran hacer una
dieta muy estricta. Sin embargo esto no es necesario. Debes evitar (mas no
eliminar), los alimentos que han causado alergias o intolerancia en la familia
directa del bebé. Disminuye el consumo de lácteos de vaca. Come sano, así como
debes comer siempre.
© La
forma de tu pecho no influye en tus posibilidades de amamantar. Créeme, he
visto pechos de todas las formas, tamaños y colores, y todos pueden producir
leche. Olvídate del mito del pezón plano o invertido. En el pezón hay
conductos, pero no hay alvéolos ni glándulas mamarias. El mecanismo de
producción está adentro. No te preocupes como tengas tu pezón, igual tu bebé
encontrará la manera de alimentarse de ellos.
© Para
producir, lo mejor es amamantar a menudo los primeros meses. No es necesario
consumir avena, linaza, leche o panela (piloncillo). Lo UNICO que estimula la
producción de leche materna es la succión del bebé. Sencillo y fácil.
© Olvídate
del reloj. El cuento de los 15 minutos de cada pecho cada tres horas está
diseñado para hacer que la lactancia fracase. No caigas en esta trampa y
olvídate del reloj. Los primeros meses, los bebés tomarán por largos períodos
de tiempo y bastante seguido. Querrán estar todo el día a tu lado o al pecho en
lo que se conoce como “gestación extrauterina”, el cual es un período en el que
tu bebé quiere sentirse como en tu vientre, cerca de tu calor y de tu corazón.
Esto es normal y no significa que a tu bebé no lo llene tu leche. Simplemente
es lo normal. Luego ellos van espaciando naturalmente las tomas y se van
haciendo expertos, tomando todo lo que necesitan en pocos minutos.
© Un
pecho por vez. Siguiendo esta norma aseguramos que nuestro bebé quede
satisfecho. La leche materna que brota de nuestro pecho va saliendo más
espesita cada minuto. Si retiramos el pecho antes de tiempo, podemos estar
dejando de darle al bebé una grasita súper importante que lo llena y ayuda al
correcto aumento de peso. Déjalo en un solo pecho hasta que lo suelte solito.
© Tal
vez el consejo que más escuches es “dale agüita para hacerle riñón”. En primer
lugar ya su riñón lo trae (Dios mediante), así que no necesitas hacérselo. En
segundo lugar, la leche materna contiene un 80% de agua por lo que con ella satisfaces sus
requerimientos diarios perfectamente. ¿Existen razones por las cuales no dar
agua? Si, las dos principales son: 1) Mientras le das agua pura, le estarías
dejando de dar los otros nutrientes importantes de la leche, así como las
inmunoglobulinas o vacunas naturales. Cada toma es una oportunidad preciosa de
fortalecer el sistema inmune de tu bebé. ¡No te las pierdas! 2) Aunque
esterilices los implementos con los cuales suministras el agua, y aunque
filtres y hiervas el agua, todavía existen posibilidades de contaminación por bacterias.
¡Evita ese riesgo en sus primeros seis meses.
© Toma
con amor los consejos, pero fíltralos. Sigue tu instinto. Incluso si algo de lo
que escribí aquí no te parece correcto, investiga, pregunta, busca en la página
de la UNICEF, OMS, Liga de La Leche. Agradece siempre los consejos de todos,
¡Queremos ayudarte!, pero también aprende a decir “no, gracias”. En tus genes
tienes una herencia ancestral de conocimiento de supervivencia invaluable.
Búscalo. Confía en ti.
© La
lactancia materna no debe doler. ¡Pero muy frecuentemente duele! ¿Por qué?
Cualquier señal de dolor debe ser atendida ya que puede representar varias
cosas: 1) Revisa postura y agarre. Una postura incorrecta puede ser causante de
que tu bebé te hale el pecho sin querer. Un agarre incorrecto puede causar
grietas en tu pezón, impedir que el pecho se vacíe correctamente, causándote
una dolorosa congestión mamaria, y hasta impedir que tu bebé se llene
correctamente. 2) La presencia de hongos como la cándida ocasionan un dolor
quemante en la parte interna de la mama y en el pezón. 3) Las malucas grietas
que duelen muchísimo y hasta pueden hacer que suspendas la lactancia porque en
verdad el dolor es insoportable. En conclusión. Si duele, pide ayuda. El dolor
no es normal.
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