1. La
OMS recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis
meses de vida. A los seis meses deben introducirse alimentos sólidos, como
purés de frutas y verduras, a modo de complemento de la lactancia materna
durante dos años o más.
Además:
a. La lactancia debe comenzar en la primera hora
de vida.
b. El amamantamiento debe hacerse "a
demanda", siempre que el niño lo pida, de día y de noche.
c. Deben evitarse los biberones y chupetes.
2.
Beneficios para la salud del
lactante
La leche materna es el alimento ideal para los recién
nacidos y los lactantes, pues les aporta todos los nutrientes que necesitan
para un desarrollo sano. Es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger
a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como la diarrea y la
neumonía, que son las dos causas principales de mortalidad en la niñez en todo
el mundo. La leche materna es un producto asequible que puede conseguirse
fácilmente, lo que ayuda a garantizar que el lactante tenga alimento
suficiente.
3.
Beneficios para la madre
La lactancia materna también es beneficiosa para las
madres. La lactancia materna exclusiva funciona como un método natural (aunque
no totalmente seguro) de control de la natalidad (98% de protección durante los
primeros seis meses de vida). Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario,
diabetes de tipo 2 y depresión postparto.
4.
Beneficios a largo plazo para
los niños
Además de los beneficios inmediatos para los niños, la
lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida. Los
adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a
sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes de
tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.
5.
¿Por qué no la leche
artificial?
Las preparaciones para lactantes no contienen los
anticuerpos que hay en la leche materna. Los beneficios de la lactancia materna
para las madres y los niños no pueden obtenerse con leches artificiales. Si no se
elaboran adecuadamente, conllevan posibles riesgos asociados al uso de agua
insalubre y de material no esterilizado, o a la posible presencia de bacterias
en la preparación en polvo. Puede producirse un problema de malnutrición si el
producto se diluye demasiado para “ahorrar”. Mientras que el amamantamiento
frecuente mantiene la producción de leche materna, si se usa leche artificial
pero de repente se deja de tener acceso a ella, el retorno a la lactancia
natural puede ser imposible como consecuencia de la disminución de la
producción materna.
6.
La lactancia materna y el VIH
Una madre infectada por el VIH puede transmitir la
infección a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo,
los antirretrovíricos (ARV) administrados a la madre o al lactante expuesto al
VIH reducen el riesgo de transmisión. Globalmente, la lactancia materna y los
antirretrovíricos pueden mejorar considerablemente las posibilidades del niño
de sobrevivir sin verse infectado por el VIH. La OMS recomienda que las madres
infectadas que den el pecho reciban antirretrovíricos y sigan las orientaciones
de la OMS respecto a la alimentación del lactante.
7.
Reglamentación de los
sucedáneos de la leche materna
En 1981 se adoptó un código internacional para regular la
comercialización de sucedáneos de la leche materna. En el código se estipula
que:
a.
Las etiquetas y demás información sobre todas
las leches artificiales dejen claros los beneficios de la lactancia materna y
los riesgos para la salud que conllevan los sucedáneos.
b.
No haya actividades de promoción de los
sucedáneos de la leche materna.
c.
No se ofrezcan muestras gratuitas de los
sucedáneos a las embarazadas, a las madres ni a las familias, y no se
distribuyan los sucedáneos de forma gratuita o subsidiada entre los trabajadores
sanitarios ni en los centros sanitarios.
8.
El apoyo a la madre es esencial
Amamantar es algo que se aprende, y muchas mujeres tienen
problemas al principio. Muchas prácticas habituales, como la separación de la
madre y el niño, las guarderías para recién nacidos o la suplementación con
leches artificiales dificultan la lactancia materna. Los centros de salud que
apoyan la lactancia materna -evitando estas prácticas y ofreciendo a las nuevas
madres asesores formados al efecto- propician tasas más altas de esta práctica.
Gracias a la iniciativa OMS-UNICEF de Hospitales amigos del niño, en unos 152
países hay servicios "amigos del niño” que prestan ese apoyo y contribuyen
a mejorar la atención dispensada a las madres y los recién nacidos.
9.
Lactancia materna y trabajo
Muchas madres que reanudan su actividad laboral abandonan
la lactancia materna parcial o totalmente porque no tienen tiempo suficiente o
no disponen de instalaciones adecuadas para dar el pecho o extraerse y recoger
la leche. Las madres necesitan tener en su trabajo o cerca de él un lugar
seguro, limpio y privado para poder seguir amamantando a sus hijos. Se puede
facilitar la lactancia materna adaptando las condiciones de trabajo, por
ejemplo mediante la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo
parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde
amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para dar el pecho.
10.
El paso siguiente: la
introducción progresiva de nuevos alimentos
Para cubrir las necesidades crecientes de los niños a
partir de los seis meses se deben introducir alimentos sólidos en forma de puré
como complemento de la leche materna. Para su elaboración se puede partir de la
comida que tome la familia.
La OMS destaca que:
a.
La lactancia materna no debe reducirse al
comenzar a introducir alimentos complementarios.
b.
Los alimentos complementarios deben
administrarse con cuchara o taza, y no con biberón.
c.
Los alimentos deben presentar todas las
garantías de higiene y ser inocuos; y es necesario bastante tiempo para que los
niños pequeños aprendan a comer alimentos sólidos.
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