jueves, 17 de noviembre de 2011

Lola Mora

 Dolores Mora de la Vega
 Nacimiento 17 de noviembre de 1866 Argentina, El Tala, Provincia de Salta Fallecimiento 7 de junio de 1936 (69 años) Argentina, Buenos Aires
Lola Mora o Dolores Mora Vega  fue una artista argentina, especializada en escultura.
Su lugar de nacimiento fue controvertido: tradicionalmente se consideraba que era originaria de la población de Trancas, provincia de Tucumán, aunque existen documentos probatorios que indican que nació el 17 de noviembre de 1866 en la estancia Las Moras (hoy "El Dátil"), en la localidad de El Tala, Departamento La Candelaria, provincia de Salta, próxima a la frontera interprovincial. Su padre era Romualdo Alejandro Mora, tucumano llegado a El Tala en 1857, donde contrajo matrimonio el 16 de marzo de 1859 con Regina Vega, una estanciera salteña nacida en El Tala. Lola Mora (Dolores Candelaria Mora Vega) era la tercera hija de siete hermanos: tres varones y cuatro mujeres.
En 1870, a sus 4 años de edad, su familia decidió instalarse en la ciudad de San Miguel del Tucumán. En agosto de 1874, a los 7 años de edad, comenzó sus estudios en el exclusivo Colegio Sarmiento, colegio laico de Tucumán, obteniendo excelentes calificaciones en casi todas las asignaturas.
Desde los veinte años pudo estudiar bellas artes en la provincia de Tucumán con el pintor italiano Santiago Falcucci (1856-1922), quien comenzó a brindarle clases particulares. Continúa sus estudios luego en Roma, Italia, país en donde tuvo como principal maestro a Giulio Monteverde. Cuando contaba con cuarenta años de edad contrajo matrimonio con un hombre 20 años menor que ella, Luis Hernández Otero, quien la abandonó cinco años más tarde. El acto civil se realizó el 22 de junio de 1909 y la ceremonia religiosa al día siguiente en la Basílica del Socorro. La madrina fue Rosario Clorinda G. de Avellaneda, esposa de Marco Avellaneda, a su vez hermano del ex-presidente Nicolás Avellaneda , y el padrino Manuel Otero Acevedo, único representante de la familia del novio. A los Otero no les agradaba la idea de ver a su hijo casado con una mujer que podría ser su madre. Tanto en el acta civil como en la religiosa, Lola Mora figura con una edad de 32 años. Un extendido rumor le atribuye una relación amorosa con su amigo el ex presidente Julio Argentino Roca. Otros rumores aseguran que era bisexual y que se casó para restarles verosimilitud, lo que habría estado probado en cartas quemadas por su familia tras su muerte.[1] Ambos rumores son negados taxativamente por sus familiares.
Tras tres largos días de inconsciencia, insensibilidad y dificultad en su respiración, murió en la Ciudad de Buenos Aires, el 7 de junio de 1936, rodeada de sus tres sobrinas que la asistieron durante la enfermedad. Por esos días aparecieron extensas notas necrológicas en las principales publicaciones argentinas. Caras y Caretas, por ejemplo, comentaba: "Siempre nos sorprende la tragedia del talento olvidado. Ahora más, al herir a una mujer, a la primera mujer argentina, cuya vocación supo afrontar las dificultades del mármol, los laboriosos primores del modelado de la arcilla." Caras y Caretascolor El vespertino Crítica señalaba responsables del abandono en que se encontraba la Artista Universal: "...Es el homenaje perenne y sincero que compensa, hasta cierto punto, la ingratitud material de los poderes públicos y la sorda hostilidad de nuestros círculos artísticos que veían en Lola Mora la expresión de gustos anticuados y definitivamente 'pasados de moda.'" Diario Críticacolor
 Por su parte, el Diario La Nación que tantos favores concediera a Lola Mora en sus años de esplendor, decía sobre ella: "El decidirse por el arte, ya había significado una proeza, recordemos la fecha de sus comienzos y su actuación inicial. Mujer y escultora parecían términos excluyentes. Los prejuicios cedieron, sobrepujados por la evidencia de su obra." Diario La Nacióncolor Es muy destacable que en todas las necrológicas que se publicaron en estos y otros medios, sólo se recuerda de su vasta obra la Fuente de las Nereidas.
En su memoria, el Congreso de la Nación Argentina instituyó por ley 25.003/98, la fecha de su natalicio –17 de noviembre–, como “Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas”. Por su parte, la Comisión Interprovincial de Homenaje Permanente a Lola Mora, el 17 de noviembre de 1996, descubrió la Piedra Basal del “Monumento a Lola Mora”, que se erigirá frente a los Jardines que llevan su nombre, en el Parque San Martín de la Ciudad de Salta.
 A la vez que desde 1995, viene organizando año tras año la “Semana de las Artes”, que se celebra en simultáneo en El Tala y la Ciudad de Salta (del 17 al 23 de noviembre) con participación de todas las disciplinas artísticas y las Regiones del país bajo la denominación de Festival Nacional de las Artes “Lola Mora” (o Lola Mora Festival).
El gobierno argentino le encargó numerosas obras. Por ejemplo, en 1900 le encargó los bajorrelieves que luego adornarían el patio de la Casa de La Independencia en San Miguel de Tucumán.
 Aunque su capolavoro u obra más relevante causó polémicas moralistas, en efecto, al concretar en 1903 su monumental Fuente de las Nereidas por encargo de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, la sociedad aún "victoriana" consideró "licenciosas" y "libidinosas" las esculturas que mostraban (y muestran) alegremente sin recatos los cuerpos desnudos emergiendo triunfalmente de las aguas. La obra escultórica recién mencionada tuvo su primer emplazamiento a poca distancia de la Casa Rosada, pero, la presión de las "ligas moralistas", que además de quejarse de los desnudos de la obra no toleraban verla trabajar en pantalones en su taller, obligaron su traslado a un lugar entonces alejado: la Costanera Sur (en donde aún se encuentra tal escultural fuente).



Desde esa época comenzó a padecer una suerte de ostracismo, aunque pudiendo irse de su país prefirió quedarse en su tierra. Entre otras críticas de los prejuicios epocales estaba el hecho de que apareciera vestida con pantalones (algo que le era forzoso mientras cincelaba sus grandes obras).
Además de las obras escultóricas antes citadas, son de relevancia la escultura de la Independencia ubicada en San Miguel de Tucumán, o el conjunto de estatuas llamado Paz, Justicia, Libertad, Progreso planteadas para el edificio del Congreso Nacional en la ciudad de Buenos Aires y luego ubicadas en la ciudad de San Salvador de Jujuy, o, el conjunto de esculturas realizado para su Monumento Nacional a la Bandera, proyecto ganado por ella y luego abandonado, en la ciudad de Rosario.
Además de todo esto también corresponde mencionar el primoroso tintero y portalapicero que realizó para uso de los presidentes argentinos. Fuente de las Nereidas en Capital Federal, Costanera Sur. Bajorrelieves de la Casa de la Independencia, San Miguel de Tucumán. El grupo escultórico del que sería el 2º Monumento Nacional a la Bandera Argentina, hoy parte del 3º y definitivo, erigido en la Ciudad de Rosario En la Ciudad de Jujuy: estatuas de "La Justicia", "El Progreso", "La Paz" y "La Libertad" (emplazadas alrededor de la Casa de Gobierno), "El Trabajo" (frente a la estación ferroviaria) y "Los Leones" (en el barrio Ciudad de Nieva). Monumento a Nicolás Avellaneda, Plaza Alsina, Avellaneda. Estatua de la Libertad, Plaza Independencia, San Miguel de Tucumán. Monumento a Juan Bautista Alberdi, Plaza Alberdi, San Miguel de Tucumán. Estatua del Dr. Facundo Zuviría (Jardines de Lola Mora, Parque San Martín, Ciudad de Salta).
Algunas de las obras fundidas en bronce para el Monumento 20 de febrero (Ciudad de Salta) se realizaron en París, bajo su supervisión artística. En la localidad de El Tala (Departamento La Candelaria, Salta) está su Casa Natal –declarada "Monumento Histórico Nacional"– y en el Cementerio de dicho Municipio, la primera lápida de que es autora, erigida en memoria de Don Facundo Victoriano Zelarayán (primer jefe de la estación ferroviaria de la localidad). También existen otras obras de su autoría, en las Provincias de: Tucumán, San Luis, San Juan, Córdoba, Mendoza, Corrientes, Buenos Aires y Capital Federal.
Algunas de sus obras resultan originalmente sintéticas entre el clasicismo academicista y tendencias abstractizantes que tienen visos de brutalismo (parecen casi inconclusas y talladas a cincel de un modo rudo), tales obras llevaron a que el periodista francés Jules Huret invitado al Centenario de Argentina (1910) al verlas diera una opinión muy desfavorable, y sin embargo Lola Mora nada menos se estaba acercando con tales obras a las vanguardias del s.XX (Giacometti, Chillida, el propio Pablo Picasso, Henry Moore) ya anticipadas por Auguste Rodin y Bourdelle. Pero el sino de Lola Mora parece haber sido una incomprendida si bien se le reconocieron ya en vida sus grandes méritos en su patria aunque restringidos entonces a sus tallas clasicistas y neorenacentistas. Otras obrasTras su corto matrimonio, Lola Mora realizó riesgosas inversiones para la prospección de petróleo en las selvas salteñas, sin embargo tales inversiones le resultaron perdidosas.
Lola Mora participó también como contratista en la obra del tendido de rieles del Ferrocarril Transandino del Norte, más conocido como Huaytiquina, por donde hoy transita el mundialmente famoso tren a las Nubes (Provincia de Salta). A pesar de no ser conocida por sus inventos, Lola Mora obtuvo varias patentes. Entre sus creaciones se destacan algunas ideas para la exploración minera, un sistema para proyectar películas de cine sin pantalla (utilizando una columna de vapor) y un sistema de cinematografía color basándose en la iridiscencia de las emulsiones oleosas sobre el celuloide. Aunque su idea estaba bien encaminada, la falta de una base científica adecuada hizo que su idea no se pudiera concretar en la práctica.[cita requerida] Como urbanista, es autora del Primer Proyecto de Subterráneo y Galería Subfluvial de nuestro país, previsto para Capital Federal; y del trazado de calles de la Ciudad de Jujuy.

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