Como asesora de lactancia,
una de las consultas que recibo con mayor frecuencia es sobre aumentar la
producción de leche materna.
Los motivos pueden ser
diferentes:
- porque la madre cree que produce
poca leche
- porque la suegra cree que la madre
produce poca leche
- porque la madre quiere hacer un
banco de leche para usarlo cuando tenga que incorporarse al trabajo tras
la baja maternal
- porque el bebé está demandando más y
se necesita más producción
- porque el bebé no coge “suficiente”
peso (lo pongo entre comillas porque hay que ver lo que se
considera suficiente y para quién)
- porque el bebé está ingresado en el
hospital y necesita más leche
- etc.
Lo cierto es que cada madre
y cada familia tiene sus propias circunstancias, pero la necesidad de aumentar
la producción de leche surge muchas veces.
¿De verdad necesitas más
leche?
Los mitos de
lactancia están tan extendidos que a veces cuesta deshacerse de ellos.
Muchas personas piensan que los bebés deberían comer cada tres horas y si piden
antes de tiempo, es porque la madre no tiene suficiente leche para alimentarlo.
Lo cierto es que lo normal
es que los bebés necesiten comer antes de las tres horas:
- su estómago es muy pequeño, lo
normal es que se llene en seguida y se vacíe pronto
- la leche materna se digiere muy
rápido (aprox. 20 minutos)
- el pecho no es sólo alimento, los
bebés necesitan el contacto
físico con su mamá para sentirse seguros y queridos
- existen las
crisis de crecimiento (o de lactancia) en las que los bebés
necesitan comer más a menudo y aumentan su demanda para aumentar la
producción de leche
- nuestros pechos funcionan
perfectamente. Pensar que la mayoría de mujeres no tienen leche, es
como pensar que la mayoría de personas menores de 20 años van a sufrir un
infarto
Ley de oferta y demanda
La producción de leche
materna se produce de forma muy sencilla: sigue la ley de la oferta y la
demanda (igual que los mercados financieros).
Esto significa que cuanto
más demande el bebé, más leche produciremos para él. Por este motivo es por lo
que se recomienda que la lactancia materna se dé siempre a demanda.
Si conocemos el mecanismo
de producción de leche, entenderemos que la estimulación del pecho por parte
del bebé es la manera por la que se produce la leche. Así que si queremos
aumentar nuestra producción de leche materna, lo primero que tenemos que hacer
es poner al bebé el pecho muchas más veces para que estimule más los mecanismos
de producción de leche.
Ofrecer el pecho a demanda
significa poner al bebé al pecho siempre que parezca que quiere mamar, sea de
día o de
noche (de hecho, las tomas nocturnas son muy importantes para asegurar
una buena producción de leche materna).
Los sacaleches también
pueden imitar la estimulación del pecho y ayudarnos a aumentar la producción de
leche, aunque nunca serán igual de efectivos que nuestro bebé.
Resumiendo: para aumentar
nuestra producción de leche materna lo más efectivo es colocar al bebé al pecho
más veces, para que lo estimule más veces y durante más tiempo y consigamos
producir más leche. También podemos ayudarnos con un sacaleches para ir
aumentando nuestra producción.
Ojo con el agarre
Cuando nos encontramos con
bebés que pierden peso o que no están ganando suficiente peso, podemos tener
problemas de agarre que hagan que el bebé no extraiga la leche que necesita.
El agarre
correcto del pecho por parte del bebé soluciona casi todos los
problemas que podemos encontrarnos al amamantar a nuestros hijos, por lo que es
algo que se tiene que revisar siempre ante cualquier dificultad.
Para conseguir un buen
agarre, el bebé debe tener la boca bien abierta antes de introducir el pezón
(como si estuviera bostezando) para asegurarte de que abarca parte de la areola
y no sólo el pezón.
Fíjate que el bebé tenga el
cuello recto (no debe mamar con la cabeza girada) y que la posición sea de
“ombligo con ombligo”.
La nariz y la barbilla del
bebé quedan pegados al pecho y los labios evertidos hacia fuera.
Además de la postura de
agarre debemos tener en cuenta que no hay que esperar a que llore para
ofrecerle el pecho porque el llanto es un signo tardío de hambre. Los bebés
suelen estar un rato nerviosos, girando la cabeza, chupando sus deditos, etc.
antes de empezar a llorar de hambre y muchas veces si esperamos demasiado a
ofrecerles el pecho, se enganchan mal y hacen una mala toma.
El frenillo sublingual
corto puede dificultar mucho la lactancia porque impide los movimientos de la
lengua necesarios para extraer bien la leche y puede ocasionar muchos
problemas: mal agarre, extracción de leche poco efectiva, grietas, dolor al
amamantar, etc.
Ante un frenillo corto que
nos da problemas en la lactancia, lo adecuado es buscar ayuda de una asesora de
lactancia o una IBCLC que lo valore y nos aconseje la mejor manera de continuar
con la lactancia de forma satisfactoria.
Los remedios de la abuela
Hay muchísimas creencias de
alimentos o sustancias que se pueden tomar para tener más leche.
Yo he escuchado muchos:
- beber leche
- tomar cerveza
- comer sardinas
- comer avellanas o almendras
- tomar infusión de
hinojo
- beber mucha agua
- infusión de cardo mariano
Lo cierto es que no hay
ningún alimento ni bebida que haya demostrado su eficacia como galactogogo
(sustancias que estimulen la producción de leche).
Medidas excepcionales para
casos excepcionales
Hay situaciones especiales
en las que se pueden tomar medidas excepcionales:
- bebés que han perdido mucho peso
- lactancias
inducidas de madres de bebés adoptados,
- relactaciones (vuelta
a la lactancia después de un periodo sin lactar)
- separaciones forzosas de la madre y
el hijo por ingresos hospitalarios del bebé o enfermedades de la mamá
- bebés prematuros que necesitan un
aumento rápido de leche
En estos casos se pueden
utilizar algunos medicamentos que tienen efectos galactogogos y siempre
recetados por el médico. El más utilizado es la domperidona.
Otra cosa que se puede
hacer en estos casos es la extracción
poderosa. Este tipo de extracción que consiste en extraer leche
durante 5 minutos de cada pecho, cada 45/60 minutos a lo largo de todo el día
con un descanso nocturno de 4 horas. El objetivo de esta extracción es el de
aumentar la producción de leche materna de manera muy rápida y efectiva debido
a los picos de prolactina que se producen con las extracciones frecuentes.
La extracción poderosa es
un proceso agotador y muy demandante pero que ofrece resultados muy positivos.
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