En todos lados leemos que la lactancia
tiene que ser "a demanda", pero resulta un término confuso y a veces
no sabemos qué es lo que tenemos que hacer para que esto de "a
demanda" se cumpla.
La demanda es simplemente lo que el bebé
pide/necesita. Los pechos no son como un almacén, son como la cocina de un
restaurante. No tienen una cantidad de leche en stock "por las
dudas", esperando que lleguen los clientes sin saber cuántos van a venir,
si no que producen leche de acuerdo con lo que el comensal pide, al igual que
un restaurante.
Durante los primeros días, los pechos no
saben cuánto va a pedir el nuevo comensal, por ese motivo el cuerpo tiene una
especie de "seguro" y produce más leche que la que el bebé necesita y
pide. El bebé toma y en general, queda algo de leche en el pecho. Esa leche que
queda tiene un "Factor Inhibidor de la Lactancia" o FIL, que envía al
mecanismo productor de leche el mensaje de que tiene que producir menos porque
sobra. Entonces queda claro que si queda leche en los pechos con frecuencia, el
mensaje al cuerpo es "no produzcas tanto".
Este factor es el que determina,
justamente, que la producción de leche funcione "a demanda". Y es por
esto que es muy importante poner al bebé al pecho con la frecuencia que el bebé
lo indique, porque esto va a asegurar que el FIL actúe de la manera necesaria
para ese bebé.
¿Cómo evitamos que el FIL nos juegue en
contra y mande mensajes confusos a nuestro cuerpo?
· Prendiendo
al bebé con mucha frecuencia al pecho
· No
cambiándolo de pecho antes de que suelte el primero
· Ayudando
a la succión activa a través de la compresión de pecho
· Dando
al menos una toma nocturna
Limitar el tiempo al pecho, espaciar las
tomas y hacer esfuerzos para eliminar las tomas nocturnas pueden jugar en
contra de la producción de leche.
Es de mucha ayuda reconocer los signos de
hambre del bebé. El llanto es la última señal, y para cuando llega, el bebé
está frustrado y le cuesta más tomar el pecho. Los bebés empiezan moviendo los
labios, succionando manos o ropa del adulto que los tiene en brazos, continúan
con movimientos de búsqueda del pecho, moviendo la cabeza de lado a lado,
buscan acomodarse en posición para tomar el pecho (esto resulta bastante obvio
cuando están en brazos), se mueven inquietos y finalmente, lloran. Si
aprendemos a interpretar las señales de nuestro bebé, vamos a poder responder
inmediatamente a la demanda y evitar llegar al momento de la toma con un bebé
frustrado a quien le cuesta tomar el pecho y una mamá tensa con alguna
inhibición en el reflejo de eyección de la leche.
Algunos bebés, por intervenciones
perinatales, están muy adormilados los primeros días. En estos casos muchas
mamás encuentran que dedicarse a tener al bebé en posición de lactancia
relajada, en contacto permanente con la mamá, permitiendo que succione aún
estando adormilado, ayuda a que el bebé reciba lo que necesita y los pechos
tengan el mensaje adecuado acerca de la producción de leche. En algunos casos
es necesario despertar a un bebé demasiado adormilado, sobre todo si ha tenido
pocas tomas durante varios días y tiene ictericia.
Es importante buscar ayuda si se tienen
dudas acerca de cómo está funcionando la lactancia a demanda con el bebé.
Este documento tiene fines informativos y
no reemplaza la atención médica.
Imagen
www.breastcrawl.org / UNICEF.
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