17 de abril de 2012 | 09:09
CET
Eva
Paris
Editor en Bebesymas
Los primeros nacimientos en
una familia o en un grupo de amigos, los primeros nietos o bebés de la
pandilla, suelen estar muy solicitados en sus primeras horas de vida. Nadie
quiere perderse el gran acontecimiento del nacimiento del bebé, y todo estaría bien
si no fuera porque, para la madre y el propio pequeño, no es lo más
aconsejable que el recién nacido reciba tantas visitas.
Por ello en algunos
hospitales y algunos profesionales médicos ya están haciendo lo posible para
concienciar a los padres (y a las visitas) de que los recién nacidos y sus
madres necesitan tranquilidad, por su bienestar.
Madre y bebé acaban de
pasar por una situación más o menos estresante, la madre a menudo está
exhausta, el bebé cambia el mundo de tranquilidad del interior del vientre por
el ruidosos y luminoso exterior, y lo que más necesita esas primeras horas es
sentir el calor de la madre, el contacto piel con piel, y ser amamantado
precozmente.
Y todo ello es mucho mejor en
un entorno tranquilo, que permita a la madre estar más relajada. Y es que nacer en un
entorno acogedor y respetuoso no tiene por qué estar limitado al
momento del parto, también en el postparto es necesaria la intimidad, ya
hablemos de parto vaginal, ya de cesárea.
Por ello cada vez más
médicos recomiendan que por lo menos las primeras 24 horas transcurran para el
bebé solo con la compañía de su mamá y su papá, sin visitas, lo cual muchas
veces puede generar resquemores entre los parientes cercanos.
De este modo se
favorece el vínculo con la madre y se facilita la lactancia, pues la madre
está más tranquila y en esos momentos en que no sabes ni cómo coger al bebé se
agradece no tener espectadores que te pongan nerviosa. También se evita la
transmisión de gérmenes, de más personas que tocan al bebé.
Las primeras horas y los
primeros días del bebé
Todo esto es positivo
porque las primeras doce horas son el momento más sensitivo para el bebé,
particularmente en cuanto al oído y el olfato, por lo que es importante el
contacto y la intimidad con la madre.
Incluso, hay profesionales
que suelen aconsejar a sus pacientes que extiendan esa costumbre el mayor
tiempo posible, al menos los primeros quince días, ya que si hay visitas en la
casa la mamá tiende a estar menos con su hijo.
Y, por supuesto, la
propuesta es tanto para la mamá como para el papá, el cual tiene cada vez más
participación en todo el proceso, desde la sala de partos.
Por suerte, y aunque
todavía queda mucho camino por recorrer, en los últimos años se han ido
instalando con fuerza conceptos que tiene que ver con el respeto a los tiempos
del proceso de parto y a los deseos de la madre, así como todo aquello
vinculado al bienestar tanto de ella como del niño en un momento tan decisivo.
De todas formas, hay que
señalar que hay distintos
tipos de familias en la planta de maternidad de un hospital, desde las
más escandalosas a las discretas, y por supuesto siempre la última palabra en
cuanto a visitas la debería tener la madre o los padres.
Los padres deciden quién
quieren en su habitación las primeras horas de vida del
bebé. Ésta debería ser una decisión respetada y no cuestionada por familiares y
amigos que pueden quedar excluidos de las visitas en esos primeros momentos.
Claro que se trata de una
sugerencia y no de una imposición, pues son los padres los que tienen la última
palabra, y no creo que nunca veamos carteles en la puerta de la planta de
Maternidad de “Prohibidas visitas familiares”.
Además, hay otra cuestión
importante, y es que generalmente no hay una única madre por habitación, por lo
que las visitas de una molestarán aún más a la otra, que no conoce a esa gente
ni tiene por qué tener espectadores extraños. El silencio y respeto en estos
momentos también es importante para el resto de madres y bebés que comparten
habitación o planta.
Pero no está mal que se
informe a estos y a sus familias de las necesidades de madre y bebé tras el
parto, y por eso me parece estupendo que haya profesionales que
recomiendan que los recién nacidos no reciban visitas durante esas
primeras horas.
Vía | Los
Andes
Foto | Footloosiety en
Flickr
En Bebés y más | Buenas
prácticas en la primera hora de vida, En
la planta de maternidad: tipos de familias, La
necesidad de intimidad en el postparto
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