jueves, 27 de marzo de 2014

Por qué los niños se calman cuando los coges en brazos

08 de mayo de 2013 | 10:01 CET
 @armando_bastida
Editor en Bebesymas


Es habitual todavía (aunque tengo la sensación subjetiva de que cada vez sucede menos) que haya padres que consideren que sus bebés les toman el pelo porque lloran para que les cojan y se calman cuando ya están en brazos. Quizás más que tomar el pelo se refieran a ello como que lo han malacostumbrado o que no es un niño tan bueno como quisieran.

Sea cual sea el modo de definir dicho comportamiento, de lo que se habla es de un problema de percepción de los padres, que por alguna razón creen que los bebés normales se quedan tranquilos en sus moisés y cunas y que los que piden brazos tienen algún problema a resolver. En Bebés y más hace tiempo que hablamos de ello y tenemos claro que se trata de una necesidad afectiva y de supervivencia (en brazos de una madre fijo que uno no corre peligro) y un estudio reciente ha tratado de dar una explicación al fenómeno: por qué los niños se calman cuando los coges en brazos.

Datos del estudio
El mencionado estudio se ha llevado a cabo en Japón y se ha realizado tanto con bebés como con ratones. Según los investigadores, cuando las madres cogen a sus bebés se calman de manera automática, siendo una reacción vista tanto en los bebés como en los ratones.

Al parecer, en el momento en que un bebé es cogido en brazos se desencadenan un conjunto de regulaciones a nivel del sistema nervioso central, a nivel motor y cardíaco que les hace estar tranquilos. Para lograr el efecto inverso, puede bastar con separarles de sus madres, alejándoles de unos brazos.

Viendo que el lugar donde mejor están los niños son los brazos de sus padres, los investigadores explican que saber esto puede ayudar a aliviar la frustración de aquellos padres que sienten que están haciendo algo mal por cogerlos y que no acaban de encontrar la solución para que no estén en brazos, pero a la vez no lloren, y puede ayudar también a prevenir el abuso infantil.

En palabras de Kumi Kuroda, uno de los autores del estudio:
Desde los humanos hasta los ratones, los bebés mamíferos se calman y relajan cuando sus madres los cargan. Esta respuesta infantil reduce el esfuerzo que la madre siente al llevar al bebé en brazos, y es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé.

El beneficio para ambos se debe a que cuando un bebé está en los brazos de su madre, como ya he mencionado más arriba, las probabilidades de sobrevivir son mayores y el bebé, en general, está más tranquilo, se siente más seguro y tiene menos motivos para activar sus mecanismos de alerta, o lo que es lo mismo, menos razones para llorar. En lo que respecta al beneficio para las madres, lo que cualquier madre y padre quiere es que sus hijos estén bien cuidados y que no lloren ni estén especialmente nerviosos, así que es genial saber que se les puede coger sin problemas porque, de hecho, están mejor así que solos.


Los ratones tuvieron la misma respuesta positiva
Para hacer el experimento con ratones les aplicaron unos pequeños electrodos cardíacos y agarraron a las crías por la piel de la espalda, del mismo modo que lo haría su madre. Vieron que las crías dejaban de moverse y se hacían compactas. Parecían relajadas, aunque mantenían las extremidades flexionadas, dejaban de llorar y la frecuencia cardíaca disminuía.

Con los bebés la respuesta fue la misma, al ser cogidos por sus madres las frecuencias cardíacas se estabilizaban, dejaban de moverse y dejaban de llorar.

En referencia a la aplicación de estos conocimientos en la vida de los niños comentaron lo siguiente:
Una comprensión científica de esta respuesta infantil evitará que los padres malinterpreten el reinicio del llanto como la intención del bebé por controlar a los padres, como sugieren algunas teorías de la crianza, como el tipo de estrategia de dejar que el bebé deje de llorar solo […] En lugar de eso, se debe interpretar este fenómeno como una consecuencia natural de los sistemas sensoriomotores del bebé.

O lo que es lo mismo, los bebés están “programados” para llorar si se sienten inseguros y solos y a la vez están programados para saberse a gusto, tranquilos y calmados cuando están acompañados. Estas respuestas tienen como objetivo asegurar la supervivencia de la especie y como consecuencia tener a los cuidadores cerca, precisamente para que les provean cuidados, atención, afecto y cariño.

Vía | MedlinePlus
Foto | Oksidor en Flickr


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...