lanacion.com |Sociedad
Martes 25 de septiembre de 2012 |
Publicado en edición impresa
Tienen ciertas capacidades muy
desarrolladas, pero otras totalmente inmaduras
Aunque
padres y abuelos no necesitamos mucho más que una sonrisa de nuestros vástagos
para caer rendidos de adoración, los resultados de un creciente número de
estudios que exploran la mente de los bebes son literalmente sorprendentes.
Algunos ejemplos.
Jean Decety, investigador de la
Universidad de Chicago que estudia los engranajes de la empatía, demostró que
nacemos con circuitos cerebrales que nos permiten distinguir el bien del mal. A
las 18 horas de nacer, ya habría una resonancia emocional innata con los demás:
si un bebe llora en la nursery, los otros se ponen a llorar.
Liz Spelke, de la Universidad de Harvard,
y colegas de su laboratorio observaron que bebes de apenas una semana muestran
una clara predilección por personas que utilizan el lenguaje al que ya fueron
expuestos, y esto incluye los acentos regionales.
Susan Carey, profesora de psicología,
también de Harvard, postuló que los chicos aprenden el significado de las
palabras después de una única exposición a los vocablos. Katie Pilbeam, otra
investigadora de su laboratorio, encontró que chicos de cinco meses parecían
más contentos y sonreían más cuando miraban videos "amigables" que
cuando veían otros "no amigables", y que preferían aquellos
protagonizados por mujeres.
Pero así como los bebes son
increíblemente inteligentes, no son adultos chiquitos, subraya Mariano Sigman.
"Tienen algunas capacidades totalmente desarrolladas y otras francamente
no desarrolladas -subraya-, que van madurando en distintos momentos. Por
ejemplo, no tienen control ejecutivo, hay impulsos que no pueden evitar. Su
atención es totalmente difusa... Y eso es algo que tenemos que tener en cuenta.
Porque pedirles lo que no están maduros para hacer es como esperar que
vuelen."
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