jueves, 10 de enero de 2013

A la boca, no: Crean un registro de objetos que se tragan los chicos


 POR VALERIA ROMÁN
Con sus datos, los médicos esperan bajar los casos y sus complicaciones. Advierten que la prevención es vital.

Accesible. 
El peligro al alcance de las manos de los chicos.
Salud
10/01/13
Había sido un encuentro tranquilo entre las dos hermanas y sus hijos. Ellas charlaron en la cocina de la casa en Quilmes, mientras que de a ratos miraban cómo los chicos jugaban en el patio. Pero cuatro semanas después uno de los nenes, Matías, de 6 años, deambulaba por un hospital con agitaciones y tos por algo que había pasado en aquel momento. El nene padecía neumonía y tomaba medicamentos pero el cuadro no paraba. Hasta que los médicos lo examinaron más y detectaron que una semilla de girasol estaba en su tráquea.

Al extraer la semilla en el quirófano, la infección empezó a cesar.

El caso de Matías forma parte del primer registro de cuerpos extraños que los chicos se introducen o aspiran, y que les pueden producir dolor, asfixia, tos, sangrados, perforaciones, infecciones y hasta la muerte. Es un proyecto en colaboración entre especialistas médicos del Hospital de Pediatría Juan Garrahan, y el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, que están en Capital Federal, y del Hospital de Niños “Dr. Orlando Alassia”, de Santa Fe, con apoyo de la Embajada de Italia en Buenos Aires.

El registro (que forma parte de una iniciativa mundial llamada SusySafe) ya tiene 500 casos de chicos que sufrieron problemas por ingerir o aspirar monedas, semillas, piedras, bolitas, juguetes, capuchones de lapiceras, huesos de pollo, porotos, pilas, entre otros cuerpos extraños.

Con el proyecto en marcha, los especialistas cuentan ya con un mejor panorama del problema de la introducción de los cuerpos extraños en la Argentina. “Queremos tener información para también bajar la cantidad de casos y sus complicaciones”, dijo a Clarín Hugo Rodríguez, jefe del servicio de endoscopia respiratoria del Garrahan. “La aspiración de cuerpos extraños no es un accidente, ya que puede ser prevenida. Los adultos, incluyendo a los padres, los cuidadores, los docentes y los médicos, pueden hacer mucho para prevenir el problema o para detectarlo tempranamente”.

Si no se actúa rápido, el caso puede ser fatal, como ocurrió con Siamara Jorge, una nena de 4 años, de La Rioja. Se había atragantado con un carozo de aceituna. La llevaron a una guardia médica, pero no llegaron a identificar la causa del problema, y la nena murió en abril pasado.

A través de la compilación de casos de los tres hospitales pediátricos, se reveló que los chicos estaban con algún adulto cerca en el 80% de los casos. “Evidentemente, la sola presencia de un adulto no asegura la calidad del cuidado”, afirmó Alberto Chinski, que es profesor de otorrinolaringología de la UBA y trabaja en el Hospital Gutiérrez.

“Se necesita estar con los chicos en una postura de supervisión activa”, agregó el doctor Rodríguez.

A veces los chicos se atragantan y empiezan a toser y asfixiarse como puede ocurrir con un hueso de carne. Pero otras veces la aspiración del cuerpo extraño no produce un síntoma inmediato muy notable y los adultos no se dan cuenta del problema. Hasta que días después aparece mal olor (como en los casos en que los chicos se colocan goma espuma en la nariz), y se desarrollan infecciones o hay sangrados y dolores, entre otros síntomas. Estos casos son más difíciles de detectar: el 16% de los pacientes son diagnosticados 15 días después de la aspiración o la ingestión del cuerpo extraño.

“En muchos casos, los adultos no ven que el niño aspiró un cuerpo extraño. Y como no se presentan síntomas, no lo llevan a la consulta médica rápidamente. Esto puede retrasar el diagnóstico. Además, se suma a que algunos médicos minimizan la posibilidad de que haya un cuerpo extraño por la ausencia de síntomas y tampoco diagnostican a tiempo”, resaltó Rodríguez. Sólo en el 35% de los casos se extrajo el cuerpo extraño dentro de las 24 horas posteriores a la aspiración.

“Hay que recordar que los chicos conocen el mundo al llevarse objetos a la boca. Pero es importante que los adultos siempre los supervisen. Por ejemplo, cuando se sientan a comer, sólo deben comer y no dejar que jueguen o corran”, recomendó Hugo Botto, especialista en endoscopia respiratoria del Hospital Garrahan y consultor en el servicio de pediatría del Hospital Británico.

En los más chiquitos, hay aún una falta de capacidad para distinguir cuerpos que son alimentos de aquello que no lo son.

Botto también sugirió enseñar a consumir lentamente los alimentos, y no darles maníes, semillas de girasol, porotos, nueces, garrapiñadas, y aceitunas a los menores de 3 años. La aspiración de cuerpos extraños se da más en varones menores de 3 años. Las monedas y las semillas son los cuerpos más frecuentes. Los médicos aconsejan no darles porotos a los chicos, porque aumentan su tamaño cuando entran en el organismo y se producen obstrucciones. También advierten que el consumo de salchichas puede producir asfixia. “Las pilas botón que hay en controles remotos, juguetes y otros dispositivos pueden aspirarse y provocar lesiones graves. Requiere –insiste el doctor Rodríguez– la consulta urgente al médico”.
Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/Crean-registro-objetos-tragan-chicos_0_844715601.html

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