viernes, 4 de enero de 2013

10 consejos para el parto


1.- Confía en ti, en tu cuerpo y en tu capacidad de parir.

Parir es un acto fisiológico, natural e instintivo que toda embarazada es capaz de llevar a cabo. Para ello no es necesario ser especialmente fuerte ni tener una gran resistencia al dolor. Es la mujer quien "pare", los profesionales "asisten" a la mujer en su parto. La matrona es la profesional cualificada para atender un parto normal; si se trata de un parto de riesgo, o si durante un parto inicialmente normal se presentaran problemas, el papel del ginecólogo debe consistir en ayudar a resolverlos.
Las intervenciones de los profesionales deben limitarse a aquellas que resulten necesarias para favorecer el desarrollo del parto y garantizar la salud y el bienestar de madre y bebé; toda intervención realizada sin justificación, sólo por rutina o protocolo, es innecesaria y potencialmente peligrosa, pues altera el curso normal del proceso de parto.
Piensa que tu bebé caminará contigo ese camino, y entre los dos conseguiréis el mejor nacimiento posible para él o ella.

2. Fórmate sobre el parto.

No es necesario preparar físicamente el cuerpo para parir. El día del parto, las mujeres de manera intuitiva adecuamos nuestra respiración a las circunstancias y adoptamos las posturas más adecuadas en cada momento para facilitar el descenso del bebé, siempre que tengamos libertad para ello.
No obstante, sí es recomendable prepararse mentalmente para el parto, mediante información veraz sobre el mismo. Conocer cómo tiene lugar un parto normal, cuáles son las fases del parto, en qué consiste cada una de ellas, y sobre todo, cuáles son los factores que condicionan el desarrollo del mismo, es decir, qué cosas lo favorecen y cuáles pueden entorpecerlo, es importante para vencer posibles miedos, derribar mitos y vivir el parto de una manera tranquila.
Reflejo de la excesiva medicalización mayoritaria en la atención al parto en nuestro país, las llamadas "clases de preparación al parto" transmiten a las embarazadas en no pocas ocasiones una visión patológica del mismo. Se le retrata como una situación peligrosa para madre y bebé, que sólo mediante la intervención médica tendrá un buen fin. Sin embargo el parto puede ser una experiencia maravillosa y gratificante para la madre. Para “aprender sobre” el parto recomendamos la lectura de bibliografíabasada en la evidencia científica más actual.
Cuando estamos bien informadas, estamos en condiciones de tomar decisiones conscientes sobre nuestro parto. Sólo una decisión informada es una decisión "libre".

3. Conoce tus derechos.

Estos son los derechos que nos asisten como usuarias del sistema sanitario, siempre, también en el momento de dar a luz:
·        Tenemos derecho a identificar a los asistentes en el parto, a conocer el nombre, titulación y especialidad de cada uno de ellos.
·        Tenemos derecho a la información de cualquier aspecto que tenga que ver con nuestra salud. Debemos conocer cada intervención y cada proceso sin confusiones.
·        Tenemos derecho a decidir: es imprescindible nuestro consentimiento para cualquier actuación sobre nuestra salud y nuestro cuerpo (consentimiento informado), pudiendo revocar este consentimiento en cualquier momento; también podemos rechazar tratamientos o intervenciones (rechazo informado).
·        Tenemos derecho a elegir entre las opciones clínicas disponibles y a ser respetadas en nuestras decisiones. La capacidad de elegir sólo estará limitada por la disponibilidad de la opción elegida y la buena praxis.
·        Tenemos derecho a la protección de nuestra intimidad y dignidad, tanto física como moral. Para la presencia de residentes de matrona y ginecología será imprescindible la previa autorización escrita, atendiendo al derecho de toda persona a ser considerada sujeto de derechos y a no ser utilizada como objeto para los fines de otros.
·        Tenemos derecho a aceptar o rechazar los protocolos médicos (guías de actuación para los profesionales no de obligado cumplimiento por los mismos, ni por los pacientes) u optar por tratamientos alternativos.
·        Tenemos derecho a elaborar un plan de parto que recoja nuestra voluntad y exprese nuestras preferencias. Cualquier medio de expresión y comunicación admisible en Derecho es válido para ello.
Más información aquí.

4. Decide qué quieres y qué no en tu parto.

El mensaje que erróneamente se transmite de forma habitual es que es el profesional quien "hace el parto", siendo el papel de la mujer el de limitarse a acatar las decisiones que el profesional le dirija. Esta idea, tan presente en nuestra sociedad actual, parte de la concepción de la relación médico-paciente como una relación de subordinación, cuando lo cierto es que la mujer ni siquiera es una paciente, pues no está enferma, es una usuaria del sistema sanitario perfectamente sana, que simplemente va a dar a luz. El profesional tiene la obligación de asistirle, respetando siempre que sea posible, los deseos de la mujer.
¿Qué quiero yo para mi parto?
¿Cómo me gustaría que fuera el nacimiento de mi bebé?
Es fundamental que te plantees estas preguntas para poder saber cómo quieres vivir ese momento y que esperas de las personas que te asistan durante el mismo. 
Eres tú quien va a parir y tu hijo, quien va a nacer. Es por ello que te corresponde a ti tomar las decisiones relativas a la atención al parto que deseas recibir. Según la OMS: "Toda mujer tiene derecho a una atención prenatal adecuada  y un papel central en todos los aspectos de dicha atención, incluyendo participación en todos los aspectos de dicha atención, incluyendo participación en la planificación, ejecución y evaluación de la atención...Toda la comunidad debe ser informada de los distintos métodos de atención al parto, de modo que cada mujer pueda elegir el tipo de parto que prefiera." - Recomendaciones de la OMS sobre el nacimiento. Declaración de Fortaleza de 1985.
Conviene que conozcas las recomendaciones sobre la atención al parto da la OMS, y así una vez informada puedas decidir que quieres y qué no en tu parto. En la clasificación de las prácticas en el parto normal (Ginebra, 1999), la OMS estableció 4 categorías:
·        Prácticas que son claramente útiles y deben ser promovidas (entre otras, apoyo afectivo de los asistentes durante el parto, respeto a la elección de los acompañantes de la mujer durante el parto, monitorización fetal con auscultación intermitente y libertad de posición y movimiento durante todo el parto);
·        Prácticas que son claramente perjudiciales o ineficaces, que deberían ser eliminadas (entre ellas, uso rutinario del enema y del rasurado púbico, y perfusión intravenosa de rutina en el parto);
·        Prácticas de las que no existe evidencia clara y deben usarse con cautela (por ejemplo, rotura artificial de la bolsa amniótica en la primera fase del parto);
·        Prácticas que a menudo se utilizan inadecuadamente (entre ellas, restricción de líquidos y alimentos durante el parto, control del dolor con anestesia epidural y monitorización fetal electrónica).

5. Infórmate sobre las diferentes maneras de atender el parto.

Existen diferentes formas de atender a la madre y al bebé durante el parto y el nacimiento. Para saber la atención al parto que se presta en un determinado lugar, es útil preguntar el protocolo de atención al parto que tienen, así como las tasas de utilización de oxitocina sintética, cesáreas, episiotomías, etc. Si acudes a la sanidad pública, puedes hablar con el jefe del servicio de ginecología o con la jefa de matronas. Si acudes a la sanidad privada, puedes preguntar al ginecólogo que lleva el seguimiento de tu embarazo.
Aquí encontrarás 10 preguntas que puedes hacer a las personas que elijas, para  estar contigo y ayudarte  a dar  a luz, sobre  los cuidados, atenciones  y procedimientos para lograr un parto seguro y respetado para ti y para tu bebe.



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