La Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda dar el pecho en exclusiva durante seis meses, combinado con otros
alimentos durante al menos dos años y después de ese periodo hasta que la madre
y el bebé lo deseen.
Sin embargo, la mayoría de las mujeres
que amamantan a bebés mayores de seis meses o a niños pequeños se enfrentan a
las críticas no sólo de su entorno, sino también del personal
sanitario o de profesionales de psicología mal informados, tal y como demuestra este estudio efectuado en el Reino Unido en 2013 (en
inglés).
De hecho, se ha comprobado en numerosas
ocasiones, que las críticas del entorno o de profesionales son la primera causa
de destete precoz no deseado. Es decir, una madre que no desea destetar se “ve
obligada” a hacerlo porque no aguanta la presión.
Según una Reseña de la Evidencia Científica que fue evaluada en
el año 2002 por el Comité de lactancia Materna de la Asociación Española de
Pediatría, se puede ver que cuantos más meses es amamantado un niño mejores
resultados se obtienen en estos parámetros:
- Morbilidad
infantil por diarrea, infecciones respiratorias agudas, otitis media e
infecciones del oído y otras enfermedades infecciosas
- Mortalidad
infantil por diarrea, infección respiratoria aguda, y por todas las causas
- Desarrollo
infantil
- Enfermedades
crónicas, en especial, obesidad, diabetes y cáncer
- Efectos
en la salud materna, es especial, cáncer de mama y cáncer de ovario
- Beneficios
económicos
La OMS realizó una revisión y un meta
análisis de la evidencia recogida hasta la fecha sobre lactancia materna
prolongada. El documento completo puedes descargarlo aquí (está en inglés) y ofrece los
resultados de beneficios en las siguientes áreas:
- Menor
presión arterial
- Menor
colesterol total
- mayor
rendimiento en pruebas de inteligencia
- Menor
incidencia de obesidad
- Menor probabilidad de sufrir diabetes tipo 2
En cuanto a valores nutricionales,
también hay bastantes estudios que defienden que la leche materna no
pierde sus nutrientes al cabo de los meses. De hecho, ocurre todo lo
contrario, como demuestra este estudio de 2005 donde se ve que la leche de
madres que están amamantando un año o más es más rica en grasa y energía que la
leche de madres que amamantan a bebés pequeños.
Por otra parte, si se sabe que hasta los
siete años el sistema inmunitario del niño no está desarrollado, es más que
evidente que la leche materna será mucho más beneficiosa que cualquier otro
tipo de leche debido a su alto porcentaje en anticuerpos y otras células
que ofrecen protección contra infecciones.
De la misma forma, desde hace varios años
se vienen publicado estudios que relacionan claramente la lactancia
materna con el desarrollo cognitivo de las personas viéndose
además, que cuantos más meses haya sido alimentado el niño, mejores resultados
se obtienen tanto en las pruebas de inteligencia como en desarrollo psicomotor.
Según declaraciones recientes de la Dra. Ibone Olza
(Psiquiatra infanto-juvenil y perinatal) en el 11º Curso de Actualización
en Pediatría: la lactancia materna produce unos cambios
neuroanatómicos en el cerebro del bebé, gracias a la oxitocina
liberada, que perduran en el tiempo y hacen que cuando ese bebé llegue a la
edad adulta, pueda ejercer una actitud de mayor apego con sus propios hijos.
Asimismo, concluye la Dra. Olza,la
lactancia prolongada facilita una mejor comprensión del lenguaje y
visión espacial. En este sentido, los niños alimentados con leche materna
durante más tiempo presentan mayor facilidad en funciones ejecutivas,
planificación, inteligencia social y emocional y con el lenguaje e incrementa
su interés por las relaciones sociales.
Cada cierto tiempo salen nuevos estudios que
relacionan el hecho de amamantar con la incidencia de cáncer de mama,
de hecho, cuanto más tiempo se haya amamantado, menos probabilidad de sufrir
este tipo de cáncer. También se relaciona la lactancia materna prolongada con
un riesgo menor de cáncer de ovario y de sufrir osteoporosis.
Resumiendo
La lactancia materna extendida o
prolongada sólo ofrece beneficios tanto para la madre como
para el niño. Todos los estudios que se han realizado hasta la fecha lo
indican. Por tanto, las críticas hacia las madres lactantes de niños mayorcitos
no tienen ningún sentido y se basan en falsos mitos.
Es urgente que los profesionales que se
relacionen con las madres lactantes: psicólogos, médicos, pediatras,
educadoras, enfermeras, farmacéuticos, etc. tengan acceso a esa información y
estén actualizados para no dar información errónea a las madres ni criticarlas
cuando están ofreciendo el mejor regalo que pueden ofrecer a sus hijos.
¿Qué piensas tú de la lactancia materna
prolongada?
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