jueves, 31 de julio de 2014

Por qué llora el bebe

Boletín Lactancia Materna Hoy
LINDA KUTNER – RN-BSN, IBCLC –,
Mother Baby Journal, Noviembre de 1999.

Madre e hijo
 Pastel-1880
Mary Cassatt  (1844-1926)
Colección privada
Vivir con un niño que llora excesivamente día tras día es una gran preocupación para la familia. Cuando se diagnostica cólico, muchos padres se sienten aliviados de, finalmente, tener un diagnóstico. Wessel y colaboradores definieron el cólico como ataques de llanto o molestia inexplicable, que dura más de 3 horas por día, más de 3 días por semana, más de 3 semanas, en lactantes más de 3 meses.
Una vez que estos bebés comienzan a llorar, parecen incapaces de parar.

Actualmente, el cólico parece ser el diagnóstico de moda para cualquier bebé que se molesta o llora más de lo que los padres creen normal. El diagnóstico ya no se restringe a los criterios de Wessel. Los profesionales de salud y los padres son rápidos en diagnosticar que un bebé tiene cólico. ¿Será porque, una vez instaurado este diagnóstico, la investigación terminó, y sólo resta esperar que el bebé crezca para superar esta aflicción?
El verdadero cólico parece no tener cura. Pero la "Conducta Colicosa", frecuentemente tiene una causa específica y los síntomas pueden ser atenuados, si no eliminados, trabajando para descubrir la causa.
El consejo más frecuente que se da a una madre que amamanta a un bebé con cólico es pasar al bebé a fórmula. Esto, por supuesto, aumenta el sentimiento materno de inadecuación para la crianza y, más aún, cambiar a fórmula no alivia el llanto.

La anestesia peridural podría ocasionar bebés más llorones más difíciles de manejar, el quinto día y al mes de vida (Murray y Col.).
Las madres fumadoras (de más de cinco cigarrillos diarios) refieren más frecuentemente llantos de sus bebés. Se encontró que fumar más de 15 cigarrillos diarios disminuye significativamente los niveles de prolactina en plasma y aumenta los de somatostatina, péptido inhibidor de la liberación de prolactina. Ambos hechos combinados pueden resultar una disminución de la provisión de leche en las madres fumadoras.

Bebés amamantados catalogados como colicosos, o de conducta colicosa, pueden estar reaccionando a algún componente de la dieta materna. Algunos aceites esenciales, o los sabores de ciertos alimentos, pueden pasar a la leche, y el bebé puede ocasionalmente reaccionar a esta presencia, pero esta conducta no deberá ser clasificada como cólico del lactante. En otros estudios, alimentos como cereales, arroz, productos lácteos, huevos, legumbres, cítricos, chocolate, carne vacuna o de cerdo causaron reacción en bebés que fueron calificados como de conducta colicosa.

En otro estudio, la supresión de la ingesta de lácteos en la madre mejoró el cólico en sus bebés. La intolerancia a proteína de LV ingerida por la madre ocasiona bebés irritables, que rechazan el pecho, o presentan vómitos y regurgitaciones mayores de lo esperado, presentando deposiciones líquidas y muy frecuentes.
Amamantar con horarios rígidos puede conducir a un bebé a una conducta colicosa por distintas razones. En primer lugar, limitar la frecuencia y/o duración de las mamadas puede frustrar e irritar al bebé. Si el bebé da señal de que necesita ser alimentado y sus señales son ignoradas, es posible que deje de demandar. Entonces, ¿cómo verá al mundo y a sus cuidadores, si sus demandas de cuidado y atención son ignoradas?

En segundo lugar, puede ocurrir una complicación por sobrecarga de lactosa. La madre cree que es necesario que el bebé tome de ambos pechos y sin exceder un tiempo predeterminado. Así, las mamadas consisten principalmente en leche inicial, rica en lactosa pero pobre en grasa. Esto se asocia con rápido tránsito intestinal, heces explosivas, líquidas y verdosas, aumento de la formación de gas, con aumento de vómitos y regurgitaciones. Todo esto conduce a un bebé inquieto y colicoso.

En estos dos casos, hay que enseñar a las madres a confiar en el bebé y en sí mismas, y a amamantar "por señales". El bebé debería permanecer en el primer pecho dado hasta que lo deje espontáneamente o se duerma. Se le puede ofrecer el segundo pecho luego de eructar, si da signos de precisarlo.

En las culturas occidentales, se diagnostica cólicos hasta en el 20% de los bebés, pero esto es mucho más raro en otras culturas donde los bebés muy raramente son separados de sus madres. El llanto excesivo es una de las quejas más frecuentes de los padres en búsqueda de ayuda profesional durante el primer año de vida de sus hijos. Como adultos, el llanto de un bebé nos resulta inquietante, irritante y hasta exasperante, pero nuestra cultura nos enseña que debemos tratar de calmar al bebé con un chupete, un biberón, un cambio de pañales, y que sólo como último recurso deberíamos alzarlo.

¿Puede que nuestros métodos de crianza sean responsabilidad de que el 20% de nuestros bebés tengan diagnóstico de cólicos?
El cólico es real, pero antes de calificar a un bebé como colicoso, investiguemos todas las posibilidades, incluyendo las expectativas parentales no realistas. Los estudios muestran que los bebés que son alzados lloran menos. ¿Podemos enseñar a los padres a aceptar y utilizar esta solución de baja tecnología?
¿Podemos, como profesionales de la salud, disminuir la frecuencia del cólico y las conductas colicosas enseñando a los padres lo que es una conducta normal y esperada?



Amamantamiento: El bebé ha nacido, ¿cómo iniciar la lactancia materna?


03 de abril de 2014 | 13:00 CET

Lola Rovati
 Editor en Bebesymas

Después de esperarlo tanto, finalmente el bebé ha nacido. Le miras a los ojos, rebozas de felicidad y te preguntas ¿y ahora? Si has elegido alimentar a tu bebé con tu leche, la mejor opción desde el punto de vista nutricional y emocional, te contamos cómo iniciar la lactancia materna.
Es probable que en ese momento cuentes con la ayuda de la matrona o de otro profesional especializado en lactancia materna que te explicará los primeros pasos, pero cuanto más preparada estés mejor, así que te adelantamos todo lo que debes saber para comenzar con buen pie vuestra lactancia.

La primera hora después del parto, fundamental
La primera hora después del parto es fundamental para establecer las bases de una lactancia materna feliz. Tras el parto, el bebé está sumamente receptivo a tu piel, a tu olor, se produce una importan entre ambos, por tanto se recomienda colocarlo al pecho inmediatamente después de nacer, incluso antes de la expulsión de la placenta. Esto contribuirá a que la lactancia pueda instaurarse sin problemas y a favorecer la interacción afectiva con tu bebé.
Su instinto en este momento es tan fuerte que si se coloca al bebé sobre el vientre de la madre, este guiado por el olor repta hasta el pecho para comenzar a succionar. Este fenómeno se conoce como Breast Crawl.


 Hay madres que no tiene la posibilidad de darle el pecho nada más nacer, sobre todo si han tenido una cesárea. En algunos centros permiten el contacto piel con piel incluso tras una cesárea, siguiendo las recomendaciones de no separar a la madre y al bebé, pero no es lo más habitual. En caso de no poder la madre, se recomienda hacer piel con piel padre-bebé puesto que el el contacto precoz tiene grandes beneficios para el desarrollo del bebé.

Posiciones de amamantamiento



Posición acostada


  
 Posición clásica



Posición en reversa 


 Posición parado

El cambio de posiciones al amamantar favorece el vaciado de las mamas y también modifica la prendida sobre la areola y pezón, dan comodidad y es preventivo de mastitis y lesiones sobre el pezón.

Para amamantar correctamente es necesario que la madre esté cómoda  ya sea acostada o sentada. Es conveniente tener cerca algo para beber, recomiendo agua y también alguna fruta mientras se amamanta, tener cerca el teléfono, aunque no se lo atienda, para no tener interrumpir el  amamantamiento, que es un momento muy importante para madre y bebe. Es aconsejable, si es posible,  orinar antes de amamantar, esto también brinda comodidad y relajación.

Si la madre amamanta sentada debe acercar el bebe hacia su cuerpo para una prendida correcta, usando algún almohadón o almohada sobre sus piernas, las que estarán relajadas apoyadas sobre un pequeño banco o algo que permita levantarlas del piso, como muestra la foto de la posición clásica, que no tiene almohadón sobre sus piernas pero levanta una de ellas acercando así la cabeza del bebe a su cuerpo y por ende hacia la mama.
 Escrito por Luisa Bengolea asesora en amamantamiento
Consultas a mtmluisabengolea@hotmail.com 

Las huelgas de lactancia

Written by Pilar Martinez  //  16/05/2013  //  Lactancia 

A veces los bebés o niños pequeños pasan por épocas en las que rechazan el pecho o no muestran ningún interés por el mismo dando la sensación de que ya no va a querer tomar nunca más.

Algunos incluso se ponen a llorar cuando se les ofrece el pecho lo que provoca mucha preocupación a la mamá porque piensa que está enfermo, que su leche le hace daño o que quiere destetarse.

Cuando este rechazo es temporal se habla de huelgas de lactancia, si se prolonga tanto que se produce el destete, entonces se trata de un destete natural dirigido por el niño. A veces, si la mamá estaba planteándose un destete, aprovecha una huelga de lactancia para destetar al niño.


¿Por qué se producen?

Las huelgas de lactancia pueden ocurrir por por varios motivos:

- catarro o mucha mucosidad, que impide al bebé mamar bien porque no puede respirar mientras toma pecho

- otitis, que duele al mamar

- salida de los dientes

- estrés de la mamá

- cambios importantes (una mudanza, un hermano…)

- cambios en el sabor de la leche por algún alimento que haya comido la mamá o por un nuevo embarazo

- demasiados estímulos para el bebé mientras mama (sobre todo durante las crisis de lactancia)

Otras veces nunca se conoce el motivo de la huelga de lactancia y de un día para otro se resuelve sola sin que hagamos nada.

¿Qué podemos hacer?

Lo más importante es mantener la calma para intentar descubrir la causa de la huelga de lactancia y una vez resuelto lo más habitual es recuperar la lactancia si se sigue ofreciendo el pecho al bebé con normalidad.

También se puede probar un cambio de postura al amamantar porque algunos bebés no están cómodos con la postura clásica y prefieren mamar tumbados o sentados en la postura de caballito.

Otra cosa que suele funcionar es intentar dar el pecho estando tranquila, en un ambiente relajado, sin ruidos, con luz tenue, sin distracciones ni interrupciones. Así le dedicamos toda nuestra atención al bebé y él disfruta de tomar pecho tranquilamente.

Contadme ¿Vuestros hijos han pasado por huelgas de lactancia? ¿Cómo las habéis resuelto?

Amamantar a un bebe con Síndrome de Down

Preguntas Frecuentes > 
La llegada a la familia de un bebé con Síndrome de Down es una experiencia propia que se vive en cada caso de manera diferente. Los padres deben enfrentar un montón de situaciones inesperadas y en muchos casos, la decisión de amamantar al bebé puede verse eclipsada por otros asuntos. Durante muchos años se pensó que los bebés con trisomía 21 no tenían las condiciones neuromotrices para tomar el pecho. Sin embargo sabemos con certeza que la mayoría de los bebés con Síndrome de Down pueden tomar el pecho. También sabemos que la lactancia materna es vital para todos los bebés.



Imagen krisIHateMyLyfe/
Photobucket.com
Hay numerosas historias de mamás que han amamantado con éxito a sus bebés1 . Gracias a la decisión y empeño de estas mamás tenemos idea de cuáles son las dificultades que pueden presentarse y cómo solucionarlas. Es importante buscar ayuda para poder resolver los problemas que puedan surgir. Una voluntaria de grupo de apoyo o una consultora de lactancia, así como una mamá que haya amamantando a un bebé con Síndrome de Down, pueden ofrecer el apoyo y la información que permitan mantener la lactancia. Tal como expresa la Asociación Down del Uruguay “Sabemos que cada familia irá llevando adelante sus opciones de la mejor manera y según sus posibilidades y el momento que le toca vivir. Seguramente podrá criar a su hijo o hija de la mejor manera aunque no logre amamantarlo, pero es nuestro propósito ayudarlos a que lo logren si esa es su voluntad y su opción.”

Apoyo
El apoyo de la familia es indispensable, sobre todo de quien acompañe a la mamá en el puerperio. Es necesario buscar un profesional de la salud comprometido con la lactancia y con voluntad de encontrar soluciones para mantenerla. Las asociaciones de padres de niños con Síndrome de Down ofrecen ayuda invalorable para navegar los primeros tiempos con tu bebé. Algunas, como la Asociación Down del Uruguay, ofrecen guías de lactancia.

Las primeras horas de vida
El contacto piel a piel es esencial para todos los bebés. Todo el contacto piel a piel que tengas con tu bebé ayuda tanto a la transición del útero al mundo exterior como al proceso hormonal de establecimiento de la lactancia. El contacto piel a piel favorece el control de temperatura, relaja a la mamá y al bebé y estimula los reflejos relacionados con la alimentación.

El contacto temprano piel a piel permite también que el bebé se prenda al pecho dentro de la primera hora del nacimiento. Los bebés que se prenden tempranamente al pecho tienen menos dificultades para lograr una buena posición al pecho. Si el bebé no tiene problemas de salud que requieren de atención médica inmediata, vale la pena dejarlo en contacto con su mamá, la mamá en posición reclinada, y dejarlo buscar el pecho por su cuenta.

Amamantando
Amamantar a un bebé con Trisomía 21 presenta desafíos como los que presenta la lactancia con cualquier bebé, más algunas posibles dificultades adicionales. Los bebés con Síndrome de Down suelen estar más adormilados que otros bebés y no necesariamente se despiertan con frecuencia para tomar el pecho. Por este motivo, es importante despertarlos con frecuencia para que hagan tomas cortas y así estimulen la producción de leche. Amamantar cada dos horas durante el día y con una frecuencia un poco menor durante la noche asegura una buena producción de leche.

Debido a la hipotonía muscular que en mayor o menor grado presentan los bebés con Síndrome de Down, algunas posiciones para amamantar resultan de más ayuda que otras. La posición invertida (de pelota de rugby o de canasta) con el bebé enfrentado a la mamá, ya sea sobre almohadones o sentado sobre la pierna de la mamá, la nuca y cuello sostenidos por la mano del mismo lado del pecho que se ofrece, brinda mayor control y permite que la mamá sostenga su pecho con la otra mano y pueda usar la posición “mano de bailarina” para ayudar a su bebé a comprimir el pecho. Con esta posición se sostiene el pecho con el índice y el dedo mayor y se coloca el índice debajo del mentón y se usa este dedo para ayudar al movimiento de la mandíbula.

Es importante lograr una buena colocación de la boca del bebé al pecho. Por un lado esto previene las lesiones y el dolor al amamantar. Por otro, permite que el bebé transfiera más leche durante las tomas ya que tomará el pecho de manera más eficiente. Una buena colocación empieza con una boca bien abierta. Muchas mamás sienten frustración al no lograr que sus bebés abran la boca al ofrecerles el pecho. Si en lugar de estimular los labios con el pezón estimulamos el surco naso labial (ese surco que está entre la nariz y el labio superior) la tendencia del bebé será a buscar al pecho hacia arriba y esto lo obligará a abrir más la boca.

La compresión del pecho ayuda al flujo de leche y a la transferencia eficiente de leche. Es compatible con la posición invertida o de caballito, aunque puede resultar complicado hacer compresión si se está usando la posición de bailarina para la mano. Podría usarse si se trasladan los dedos, menos el índice que sostiene el mentón del bebé, hacia atrás en el pecho.

Reforzando la lactancia
Los ejercicios oro-faciales ayudan a desarrollar la musculatura alrededor de la boca, lo que resultará en una mayor eficiencia a la hora de tomar el pecho. Los ejercicios incluyen: suaves golpecitos alrededor de los labios con la yema de un dedo; masajes suaves en las mejillas; antes de prender el bebé al pecho poner el dedo (uñas cortas y manos limpias) dentro de la boca del bebé con la uña sobre la lengua y presionar hacia abajo durante unos 30 segundos, girar el dedo y presionar suavemente con la yema del dedo mientras se saca el dedo de la boca.

Las posiciones verticales (invertida, caballito) favorecen la colocación de la lengua en una posición que no interfiera con la lactancia.

Si el bebé no puede prenderse al pecho
Si por razones médicas no se puede ofrecer al pecho al bebé es importante empezar a extraerse leche dentro de las seis horas posparto y hacerlo de manera frecuente y sostenida, reemplazando las tomas del bebé. La extracción puede hacerse de forma manual o con un sacaleches. La leche se puede almacenar para ser ofrecida al bebé cuando esté en condiciones de tomarla. La leche de mamá brindará al bebé protección contra infecciones además de proporcionarle componentes específicamente diseñados para optimizar el desarrollo de su sistema nervioso. Vale la pena hacer el esfuerzo.
Imagen kschauba/
Photobucket.com


Cada mamá es experta en su familia
Cada familia sabe qué es lo mejor para sus hijos. Toda decisión que se tome de manera informada será la decisión correcta. Si decidís amamantar a tu bebé con Síndrome de Down podés encontrar el apoyo y ayuda necesarios para lograrlo.

1 "Síndrome de Amor, El espectacular desafío de criar un niño con Síndrome de Down", Marta Maglio de Martín,
Estela Maglio Editorial Holos, Buenos Aires, Argentina, 1994, ISBN 987-99574-2-3

Este documento tiene fines informativos y no reemplaza la atención médica.
Preparado por: V. Garea IBCLC

miércoles, 30 de julio de 2014

Amamantar


“Cuando se expulsa el feto a la luz del día, éste mama la leche
 de los pechos para nutrirse, sin que nadie se lo enseñe. 
Las mamas están situadas en el pecho y provistas de pezones.
Están formadas por un material glandular que, 
mediante una fuerza innata, 
convierte en leche la sangre que las venas le envían”.
Andreas Vesalio (1514-1564) 
De humani corporis fabrica libri septem

(Basilea, 1543)

Amamantar




Amamantar


Amamantar


Por qué se aconseja lactancia materna hasta los dos años o más



Hace unas semanas explicábamos la recomendación de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. A partir de ese momento y hasta el año la leche debería seguir siendo el principal alimento con la complementación de otros nutrientes.
Desde los 12 meses la leche materna sigue siendo un alimento incomparable en la dieta de los niños y por eso la recomendación de la OMS y de la mayoría de asociaciones y organismos relacionados con la salud es la de continuar con la lactancia materna hasta los dos años o más o hasta que la madre y el hijo lo deseen.
Hay poca información científica relativa al amamantamiento en la edad comprendida entre los 12 y los 24 meses y en adelante pues son pocos los niños que llegan a esas edades siendo amamantados, sin embargo la información disponible indica que incluso después de los dos años de edad la leche materna sigue siendo un excelente aporte de calorías y nutrientes.
El periodo que comprende entre el nacimiento y los dos años de edad es vital para el desarrollo, el crecimiento y la salud de una persona. A continuación explicaremos por qué no se recomienda suprimir la leche materna durante este periodo crítico. 

La leche materna sigue siendo el mejor alimento
La leche materna tiene un contenido de grasa relativamente alto comparada con la mayoría de los alimentos complementarios. Es una fuente clave de energía y ácidos grasos esenciales, que tienen una relación directa con el desarrollo cerebral de los niños y sigue siendo el alimento más completo desde el punto de vista nutricional.
La leche materna se adapta a la edad del niño que la toma. Esto quiere decir que a medida que el niño crece la leche aporta más calorías.
Aporta beneficios psicológicos y un mejor desarrollo cognitivo
Varios estudios han descrito ya los numerosos beneficios psicológicos de los niños amamantados. La lactancia proporciona alimento, consuelo, ternura, comunicación entre madre e hijo, contacto y traspaso de oxitocina (la hormona del amor) de madre a hijo (y aumento de la misma en la madre).
A pesar de los muchos prejuicios populares en torno a amamantar a niños mayorcitos (aunque quizá habría que definir qué es un niño mayorcito, pues hay personas que consideran que mayorcito para mamar es un niño de 4 meses y hay otras para las que no lo es hasta pasados los 12-15 meses), no existe ninguna evidencia que asocie la lactancia materna con problemas de desajuste emocional o social.
Lawrence Gartner, presidente del grupo de trabajo de lactancia de la AAP (Asociación Americana de Pediatría) explicó en la última declaración que se ha hecho al respecto, que data de 1997, que “la Academia no ha establecido un límite (para la lactancia). Hay niños que son amamantados hasta los 4,5 o 6 años. Esto puede ser poco frecuente, pero no perjudicial”.
Fergusson y colaboradores mostraron en 1999 que los niños de 15 a 18 años que habían sido amamantados durante más tiempo presentaban mejores niveles de apego a sus padres y consideraban a sus madres menos sobreprotectoras, pero que se ocupaban más de su cuidado, si se les comparaba con jóvenes que hubieran sido alimentados con leche de fórmula.
Angelsen N y colaboradores concluyeron en 2001 que un mayor tiempo de lactancia materna beneficiaba el desarrollo cognitivo de los bebés. Para este estudio compararon a niños que no habían llegado a los 3 meses de lactancia materna, a los que se quedaron entre los 3 y los 6 y a los que fueron amamantados 6 meses o más. El resultado fue que aquellos que fueron amamantados más tiempo obtenían mejores puntuaciones en los tests cognitivos realizados a los 13 meses y a los 5 años.

Continúa ofreciendo protección inmunitaria

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El sistema inmunológico de un niño madura definitivamente en una edad comprendida entre los 2 y los 6 años de edad. La leche materna es una fuente incomparable de defensas (de hecho la concentración de células inmunológicas en la leche aumenta en el segundo año) por lo que el niño amamantado seguirá beneficiándose del aporte de defensas materno mientras su propio sistema acaba de madurar.
Esto se hace evidente en situación de enfermedad cuando el apetito de los niños por otros alimentos desciende pero la ingesta de leche materna se mantiene. En patologías gastrointestinales sobretodo, supone el mejor recurso de alimentación e hidratación, mejorando la recuperación de los niños.
Se ha constatado también que cuando un niño es vacunado la lactancia materna aumenta la respuesta inmunológica, estimulando aún más el sistema inmunitario del lactante.
La lactancia materna hasta al menos los dos años, y esta es una de las razones más importantes para esta recomendación, protege ante la diabetes tipo 1.
Numerosos estudios sugieren la relación entre la diabetes tipo 1 y la introducción antes del primer año de vida de productos que contienen proteínas de leche de vaca intactas (derivados de la leche no adaptados).

Es un factor de protección frente a la obesidad infantil

Los niños amamantados son generalmente más delgados y se ha observado que parece ser un factor protector de la obesidad.
A mayor duración de la lactancia, menor riesgo de obesidad y sobrepeso. Se ha demostrado una prevalencia de obesidad a los 5-6 años de edad del 4,5% en niños no amamantados, del 3,8% en los amamantados durante 2 meses, del 2,3% de 3 a 5 meses, del 1,7% los amamantados entre 6 y 12 meses y del 0,8% en aquellos con lactancias superiores al año de edad.

A más tiempo amamantando, mayores beneficios para la madre

Ya hemos hablado en Bebés y más de los numerosos beneficios de la lactancia para la madre. Cuanto más tiempo amamante una mujer, mayores son los beneficios.
La lactancia a demanda retrasa la menstruación en muchas mujeres. Las necesidades de hierro en la dieta materna se reducen a la mitad. Esto hace, además, que el momento de fertilidad se atrase.
Disminuye el riesgo de fracturas por osteoporosis en la edad anciana. Se desconoce la causa pero se ha evidenciado en estudios con personas de edad avanzada que aquellas mujeres que dieron de mamar más tiempo padecen en la actualidad menos fracturas.
Reduce el riesgo de cáncer de mama y ovarios. Por cada 12 meses de aumento de la duración media de lactancia materna en las poblaciones de los países desarrollados se podrían evitar más de 50.000 casos de cáncer. Esto equivale a un 4,6% de disminución de riesgo para una mujer por cada 12 meses que da el pecho.
Como veis los beneficios conocidos tanto para la mamá como para el bebé son numerosos. Según demuestran los estudios antropológicos la edad natural del destete es entre los dos y los siete años y cada vez hay más niños que son amamantados hasta edades avanzadas (los 4,5 o 6 que comentó el presidente de la AAP hace más de diez años).
¿Hasta cuándo dar de mamar a un niño? A pesar de todo lo explicado la respuesta es clara: hasta cuando la madre y el niño quieran.
Más información | OMSAAP (en inglés), IBFANPara el Bebé



Mitos y temores a la hora de amamantar a un recién nacido

Domingo 04 de agosto de 2013 | 17:14


Resonancias magnéticas, anticonceptivos y otras dudas al dar el pecho; especialistas las aclaran
Por Víctor Ingrassia  | LA NACION


El primer alimento natural que recomiendan los médicos tome una persona al nacer es la leche materna, clave para no desarrollar enfermedades a futuro y así tener un mejor crecimiento. Con el simple acto de amamantar a un recién nacido, por lo menos hasta los seis meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef destacan durante la Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra del 1 al 7 de este mes, se podrían evitar hasta 1, 3 millones de muertes por año.


La lactancia materna protege al bebe y a su madre 
de futuras enfermedades, por lo que debe realizarse 
por lo menos hasta los seis meses del recién nacido.
Foto: Archivo
Según los datos del último estudio de Situación de la Lactancia Materna en Argentina de 2011, elaborado por la cartera sanitaria nacional, el 60% de los bebes de dos meses se alimenta con lecha materna exclusivamente, proporción que se reduce al 45% al cuarto mes y al 30% a los seis meses de edad.

La leche humana tiene más de 370 componentes específicos que inmunizan al bebe tanto de enfermedades inmediatas como futuras, aseguraron especialistas quienes, junto al Ministerio de Salud de la Nación, promueven la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses y hasta los dos años complementándola con alimentos.

"Amamantar también protege a las mujeres porque previene enfermedades como el cáncer de mama, la diabetes y el síndrome metabólico, entre otros. A su vez, después de los seis meses se deben incorporar otros alimentos para que el niño siga creciendo bien, y es beneficioso continuar la lactancia materna todo lo más posible incluso hasta los dos años", sostuvo Zulma Ortiz, especialista en Salud de Unicef Argentina, que impulsa la campaña "Dar la teta es dar lo mejor de vos".

Se lucha para evitar prematuramente la interrupción del amamantamiento. A parte de por algún problema de salud específico de la madre, suelen ser los tiempos cortos y la vida vertiginosa que viven muchas mujeres que dieron a luz lo que corta la lactancia materna. A los pocos meses deben volver a trabajar y eso es lo que los promotores de la lactancia materna buscan evitar con campañas como esta.

Amamantar a libre demanda

a lactancia materna es el mejor modo de alimentar al recién nacido. Hay que recordar que los bebés no tienen horarios fijos para alimentarse por lo que la leche materna –que se digiere muy rápidamente- y está hecha especialmente para los bebés, puede ser solicitada por el niño varias veces durante el día, y esto es completamente normal. Si bien los adultos no logran comprenden cómo es que el niño tiene hambre tan pronto, es recomendable recordar que los beneficios de la lactancia materna no implican solamente dar alimento al niño, es mucho más que eso.



En algunos casos puede que el niño no tenga hambre de nuevo, sino que necesite el abrazo, contacto, cariño y atención de la madre. Se trata de otorgar al niño un mejor desarrollo psicomotor, social y emocional, mediante el vínculo que se forma entre la madre y el bebé al momento de amamantar. Es importante dejar que los bebés se alimenten cuando quieran, logrando así satisfacer sus necesidades –ya sea que tenga hambre o sed- y también las necesidades de la madre, cuando tiene los pechos muy llenos. Es recomendable además, dar el pecho al bebé cada vez que éste lo solicita, teniendo en cuenta que el bebé que logra satisfacer sus necesidades de manera inmediata, logra tener un crecimiento con mayor seguridad en sí mismo y por lo tanto, podrá manejarse de manera más independiente.

Si bien suele ser difícil dejar el reloj de lado, y este tema de la libre demanda se ve complicado por mitos sociales o prejuicios propios de la pareja, hay que tener presente que es frecuente que al principio el recién nacido tenga un deseo de alimentarse con una frecuencia de una a tres horas en los primeros siete días (o incluso con mayor frecuencia), y una vez establecida la lactancia es corriente que el bebé amamante entre 8 y 12 veces al día. Entonces, se recomienda no limitar el tiempo ni los horarios de amamantamiento.

Se ha demostrado que la mayoría de los niños que se alimentan con lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida tienen un crecimiento sano. Por ello, la leche materna es el mejor alimento para el recién nacido, incluso para los bebés prematuros ya que lo protege contra bacterias y virus ambientales.
Lo más importante de todo es aprender a respetar los tiempos de cada uno y tener en cuenta que cada madre y cada bebé tendrán sus propias necesidades e intereses, que deben ser satisfechos cuando ambos estén en condiciones de hacerlo. Es innecesario apresurar o forzar a los recién nacidos, hay que intentar dejar tranquilos a la madre y su bebé para que en contacto piel a piel logren estar listos para el amamantamiento.

Algunos tips que favorecen la libre demanda:
  • Olvídese del reloj y los tiempos establecidos.
  • Recuerde que los bebés no saben de horas ni tienen horarios rígidos.
  • Cada vez que el bebé solicita el pecho, hay que dárselo.
  • Es absolutamente normal que el bebé demande entre 12 y 16 mamadas por día
  • Recuerde que la leche materna se digiere rápidamente pues está diseñada especialmente para el recién nacido.
  • No limite el tiempo ni horarios para amamantar.
  • Evite interrumpir la alimentación, mejor espere a que el bebé suelte solo el pecho. Ofrezca el pecho en forma alternativa hasta que el bebé no desee más.
  • Practique la lactancia exclusiva hasta el sexto mes.
  • Alimente al bebé de noche siempre que éste se despierte para hacerlo.
  • Evite el uso de chupetes y biberones.
  • Recuerde que debe ser el bebé quien decida la duración y frecuencia de sus comidas.
  • El acto de amamantar implica una relación de mutuo requerimiento donde tanto la mamá como el bebé se benefician: dando y recibiendo amor, cariño y alimentación.


Laura Krochik
Especialista en Infancia y Crianza
Directora de la carrera de Puericultura de la Asociación Civil Argentina de Puericultura 

martes, 29 de julio de 2014

La maravilla después del nacimiento

¡¡ PRÓXIMO ENCUENTRO!!

UNA INVITACIÓN A LA VIDA” –CENTRO PILOTO OMS-USAL -   
Dr. Jorge César  Martínez


El próximo sábado 9 de agosto a las 10 hs. tendremos un nuevo encuentro en la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador.

Vamos a compartir:

Un momento clave en la historia de una familia:

·       ¡¡Voy a tener un hermanito!!,
·       ¡¡Ay..... Tengo un hermanito!!
·       “Mi mamá está embarazada”  “Voy a tener un hermanito”
·       ¡¡ Dicen que estoy más nervioso!! Es que no saben cómo explicarme
·       ¿Cuál es el mejor momento para ser hermano? Desde la óptica de los padres…………… y del niño
También nos vamos a referir  y tratar de explicarnos cómo es:

LA IMAGINACIÓN Y SU CONSECUENCIA:
LA CREATIVIDAD EN LOS NIÑOS.
·       “Qué lindo el mundo que  imagino.”
·       El amigo imaginario y las mentiras
·       La diferencia entre el deseo y la realidad.
·       Cómo comprender y acompañar la timidez en el niño.
·       La personalidad y el temperamento de los niños.
·       ¿Cuál sería la aconsejable actitud de los padres?


Entrada libre y gratuita
Por favor confirmar asistencia a secretaria de CEDIEPER –
Teléfono: 4814-1499 DE 10 a 18 hs.
e-mail: cedieper@pediared.com
Universidad del Salvador- Facultad de Medicina
Tucumán 1845 – P.B.- Capital Federal
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