Seguimiento domiciliario | 10 JUL 14
Las muertes fueron mucho más comunes
cuando las mujeres pobres no recibieron atención de seguimiento, halla un
estudio.
Medlineplus
Las visitas domiciliarias de enfermería
durante el embarazo y los dos primeros años de vida del niño ayudan a mejorar
las probabilidades de supervivencia tanto para las madres como para sus hijos,
según una investigación reciente.
El estudio dio seguimiento a más de 1,100
parejas de madre e hijo de vecindarios urbanos pobres de Memphis, Tennessee,
durante dos décadas. Las mujeres pobres tienen unas tasas de mortalidad mucho
más altas que las mujeres más ricas, según la información de respaldo del estudio.
Y sus hijos son más propensos a morir por accidentes, homicidio y síndrome de
muerte súbita del lactante, han mostrado las investigaciones.
"Con frecuencia, esas madres viven
en los márgenes de la sociedad", señaló el investigador del estudio, David
Olds, profesor de pediatría de la Universidad de Colorado, en Aurora. "Y
ahora sabemos que si llegamos a ellas e interactuamos, podemos lograr una gran
diferencia en la salud y el desarrollo de los madres y de los niños, lo que
incluye la supervivencia".
El estudio, que aparece en línea el 7 de
julio en la revista JAMA Pediatrics, comenzó en 1990. Los investigadores
asignaron a las madres embarazadas primerizas a cuatro grupos de tratamiento.
Un grupo solo recibió el transporte para
la atención prenatal. Otro recibió el transporte y pruebas de detección para
los bebés y los niños pequeños, para evaluar su desarrollo. Un tercer grupo
recibió transporte y visitas a domicilio. Un cuarto grupo recibió todos los
servicios.
Las madres sin visitas a domicilio tuvieron
unas tres veces más probabilidades de morir durante el periodo de seguimiento
que las mujeres que recibieron visitas de enfermería, halló Olds. Alrededor del
3.7 por ciento de las que no recibieron visitas murieron, en comparación con el
1.3 por ciento de las que recibieron todos los servicios, lo que incluyó
visitas de enfermería.
Los niños también se beneficiaron. Para
los 20 años de edad, aquellos cuyas madres recibieron todos los servicios
seguían con vida, mientras que el 1.6 por ciento de los niños cuyas madres solo
recibieron el transporte y las pruebas habían muerto, halló el estudio.
Los resultados no sorprendieron al Dr.
David Méndez, neonatólogo encargado del Hospital Pediátrico de Miami, en
Florida.
"A veces un par adicional de manos,
un par adicional de ojos que ven lo que sucede en la casa con el nuevo bebé
pueden resultar importantes", aseguró Méndez, quien no participó en el
estudio.
"Las enfermeras quizá tienen un rol
similar a lo que hace una buena abuela", comentó. "Pudieron dar a la
madre claves sobre cuándo a los bebés no les va tan bien [y quizá necesitaban
ayuda médica]".
El programa, conocido como la Asociación
entre enfermeras y familias (Nurse-Family Partnership) funciona en unas 500
ciudades, dijo Olds. "Está programado que las enfermeras realicen visitas
más o menos una vez cada dos semanas durante el embarazo, y una vez a la semana
durante las seis primeras semanas tras el parto, y luego esencialmente cada dos
semanas hasta que el bebé tenga dos años de edad", señaló Olds.
En este estudio, las enfermeras
realizaron alrededor de la mitad de esas visitas, dijo. En algunos casos, las
reuniones se dificultaban porque algunas de las madres se habían quedado sin
casa y llegar a ellas era difícil, comentó.
Durante la visita, las enfermeras
hablaban sobre cómo tener un embarazo sano y cómo estar atentas a las
necesidades del niño, entre otros temas. En promedio, el programa con fondos
públicos costó unos 9,000 dólares por familia durante los 2.5 años de
inscripción, señaló Olds.
Según un análisis, el rendimiento en
ahorros por hospitalizaciones y otros servicios de atención médica no
necesarios fue de alrededor de 5.70 dólares por cada dólar gastado, apuntó.
El programa tiene varias fuentes de
financiación, dijo. Algunas mujeres han sido cubiertas por la Ley del Cuidado
Médico a Bajo Precio. Otras son respaldadas por varios fondos estatales, dijo.
El vínculo entre las visitas
domiciliarias y una mejor supervivencia es muy fuerte, aseguró Olds, aunque no
puede afirmar con certeza que se trate de una relación causal.
Pero "en este estudio, dentro de los
límites de las probabilidades estadísticas, podemos decir con un índice de
confianza del 95 por ciento que las madres y los niños visitados por las
enfermeras tenían menos probabilidades de morir", apuntó. "Eso es
caso lo mejor que se puede hacer".
FUENTES: David Olds, Ph.D., professor,
pediatrics, University of Colorado, Aurora, Colo.; David Mendez, M.D.,
attending neonatologist, Miami Children's Hospital, Miami, Fla.; July 7, 2014
online JAMA Pediatrics.
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