Algunos bebés reaccionan a las circunstancias del parto durmiendo mucho. Y no se despiertan a intervalos regulares para tomar el pecho. En estos casos hay que despertarlos para que tomen el pecho y reciban el calostro que necesitan para poner en funcionamiento su aparato digestivo y recibir los nutrientes y demás elementos que el calostro les aporta. Y a veces es difícil despertarlos.
Si el bebé está muy abrigado, costará que se despierte. Quitarle la ropa, o al menos parte de la ropa (en una habitación a temperatura adecuada) ayudará a despertarlo.
Los bebés reaccionan a cambios en la posición, por lo que ponerlos suavemente en una posición vertical (sosteniendo el cuello y la cabeza) ayuda a despertarlos.
Algunas mamás tienen éxito tocando suavemente los pies del bebé con una tela húmeda (no excesivamente fría). Otras mamás logran despertarlos cambiando el pañal.
Las posiciones de lactancia relajada ayudan a que el bebé tome el pecho aun en estado somnoliento. Un bebé que descansa sobre el torso de su madre puede buscar el pecho mientras está adormilado, prenderse y tomar leche. Durante los primeros días, y sobre todo durante el primer día, vale la pena mantener al bebé en contacto piel a piel con la madre y en posición semi-reclinada todo el tiempo que sea posible.
Si el bebé duerme excesivamente y todos los intentos por despertarlo fracasan, es necesario consultar con el médico. Un bebé recién nacido debe hacer al menos 8 tomas por día.
Este documento tiene fines informativos y no reemplaza la atención médica.
Preparado por: V. Garea IBCLC
©GALM Bariloche. Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.
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