Las obstrucciones en el
pecho y la mastitis están entre las complicaciones más frecuentes de la
lactancia y pueden producirse en cualquier momento, no solamente durante las
primeras semanas. No es necesario dejar de amamantar durante el tratamiento.
Obstrucciones
Las obstrucciones o taponamiento de los conductos se producen cuando queda leche estancada en un conducto lactífero (estasis). Los motivos son varios e incluyen:
- se deja pasar mucho tiempo entre tomas,
- se limita el tiempo que el bebé succiona el
pecho, impidiendo que se vacíe,
- el uso de corpiños (sostenes) ajustados o
con aro que comprimen una zona del pecho,
- la mamá duerme boca abajo o en una posición
que comprime parte del pecho.
Las obstrucciones pueden
prevenirse si se ofrece irrestrictamente el pecho al bebé dejándolo mamar por
todo el tiempo que quiera y se evita comprimir mecánicamente cualquier zona del
pecho. Si el bebé tomara de un solo pecho durante una mamada o vaciara un pecho
y mamara sólo un poco del otro, la mamá podrá extraerse leche si uno de los
pechos quedara congestionado. Si la mamá estuviera alejada de su bebé más de
tres horas, debería extraerse leche con la misma frecuencia con que mamaría el
bebé.
La obstrucción se presenta como un endurecimiento localizado en el pecho, con enrojecimiento y dolor, que no desaparece después de que el bebé toma el pecho. Para resolverla, el primer paso es no dejar de amamantar. Nada destapará el conducto obstruido como la succión del bebé. Los paños tibios y las duchas calientes ayudarán a destapar el conducto. Bajo la ducha, puede masajearse el pecho comenzando por encima del punto de la obstrucción y con movimientos suaves hacia el pezón. Comprimir la zona justo arriba de la obstrucción puede ayudar a aumentar la presión y a forzar la salida del tapón. Algunas mamás observan que sale del pezón un tapón con aspecto de hilo de crema o "requesón" y les preocupa pensar que pueda hacerle mal al bebé si llegara a tragarlo. Este tapón es simplemente leche que se ha coagulado por quedar dentro del conducto y no le hará mal al bebé. La mayoría de las mamás no llegan a ver qué sale cuando se resuelve la obstrucción porque el caudal de leche lo arrastra y el bebé lo toma.
Mastitis
La mastitis se produce cuando un taponamiento no resuelto provoca una infección en el tejido mamario alrededor del conducto obstruido. Es una condición que requiere atención médica. El pecho se ve enrojecido más allá de la zona de la obstrucción, frecuentemente el enrojecimiento se extiende como dedos rojos sobre la superficie del pecho. El dolor es mayor que en el caso de una obstrucción sin mastitis y la inflamación es más extendida. Va acompañada de fiebre y dolor, y pueden presentarse síntomas de malestar gripal. Como en el caso de conductos tapados, se debe seguir amamantando. La leche no sufre ninguna modificación debida a la mastitis. Algunos casos específicos de mastitis pueden requerir la suspensión de la lactancia del pecho afectado, pero son casos infrecuentes. Es importante consultar con un especialista con experiencia con pechos lactantes.
Es importante descansar y ofrecer el pecho con frecuencia. La mamá puede considerar meterse en la cama con el bebé y tratar de bajar el nivel de actividad y dedicarse a poco más que al tratamiento de la mastitis.
El tratamiento de la mastitis puede incluir la administración de antibióticos. Los antibióticos utilizados son compatibles con la lactancia (se puede consultar el antibiótico específico en el sitio del Hospital de Denia y evaluar alternativas). Como en todo tratamiento con antibióticos, el curso de los mismos debe tomarse por completo para evitar que las bacterias desarrollen resistencia. Algunas mamás necesitan también tomar analgésicos para el dolor que provoca la mastitis. También pueden usarse analgésicos compatibles con la lactancia. Es importante no automedicarse y tomar medicamentos sólo bajo supervisión médica.
Más arriba se mencionan algunas causas posibles para las obstrucciones en el pecho y es necesario repasar si alguna está presente. A veces no encontramos ninguna causa física del taponamiento o mastitis, pero repasando los días anteriores, nos damos cuenta de que tuvimos un exceso de actividades, mucha gente, y poca tranquilidad. Puede ser un llamado de atención para reordenar prioridades.
Algunas mamás que tienen mastitis repetidas logran evitar que sigan ocurriendo reduciendo o eliminando las grasas saturadas de su dieta.
En algunos casos las repeticiones se evitan incorporando como suplemento a la dieta la lecitina de soja. La lecitina es un emulsionante que se usa como aditivo en muchos alimentos procesados.
Estas complicaciones bastante habituales tienen solución y no es necesario interrumpir la lactancia, mucho menos destetar. Vale la pena escuchar al cuerpo y reconocer cuándo hay que bajar el nivel de actividad o de exigencia. En poco tiempo la lactancia se volverá a acomodar y se podrá retomar el ritmo habitual de actividades.
Este documento tiene fines informativos y no reemplaza la atención médica.
Preparado por: V. Garea IBCLC
©GALM Bariloche. Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.
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