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Lo que Vale no Tiene Precio
publicado a la(s)
22/4/2012 19:53 por Veronica Garea [
actualizado hace 2 horas ]
Las mujeres nos hemos insertado en el mundo laboral pero todavía llevamos adelante la mayoría del trabajo doméstico y de cuidado de niños. Algunas tareas de la crianza requieren de la presencia irremplazable de la madre, como el amamantamiento. De acuerdo con OMS/UNICEF, el desarrollo óptimo de los niños se produce cuando reciben lactancia exclusiva durante seis meses, continuando después durante dos años o más. La mayoría de las madres empleadas fuera del hogar deben regresar al trabajo antes de los seis meses de vida de sus hijos. Hay entonces un conflicto entre lo que la sociedad considera óptimo para sus miembros más jóvenes y lo que espera de quienes deben brindárselo en tanto eslabones de una cadena productiva.
http://usuarios.multimania.es/moechano/vinetas/11.jpg |
De acuerdo con datos del Consejo Nacional
de la Mujer, los indicios de la creciente participación de la mujer en la
fuerza laboral son indiscutibles:
la tasa de empleo para las mujeres pasó
de 25,3 puntos en 1990 a 27.6 en 2001;
las mujeres están asumiendo roles claves
tanto en el proceso de desarrollo económico como en la manutención de sus
propios hogares;
las mujeres presentan un mayor nivel de
instrucción y de escolaridad que el alcanzado por los varones.
Sin embargo, las mujeres se insertan con
ciertas desventajas que dificultan su acceso y permanencia al empleo. En particular,
la doble responsabilidad -hogar/trabajo- provoca conflictos para su desarrollo personal y
profesional.
Mamá trabaja doble (o más...)
Una madre en su casa trabaja
aproximadamente 92hs semanales. En EEUU se calculó que por este trabajo
correspondería un sueldo anual de U$S138.095 (Un representante comercial gana
U$S 62.500 anuales) .Las mujeres empleadas fuera del hogar no hacen menos
trabajo doméstico si no que hacen prácticamente lo mismo que las mujeres que
trabajan sólo en su hogar más el trabajo rentado fuera de su casa.
“No puede hablarse de ‘políticas de
trabajo decente’ en ningún país del mundo donde las necesidades de quienes
brindan cuidado a otros seres humanos no son reconocidas ni protegidas. El
trabajo de cuidado es trabajo real y[…] merece ser integrado por completo al
análisis del trabajo. Su exclusión de las estadísticas dominantes, análisis
económico y política social en el siglo XX ha sido deplorable”. Daly M & G Standing, “Care Work: the quest for
security”, ILO, 2001, p 1.
Lo que más vale no tiene precio
Dentro de las tareas de cuidado una de
las más invisibles desde el punto de vista económico es el amamantamiento. Si
bien una madre que amamanta está de hecho produciendo alimento para otro ser
humano, no se considera que la leche materna tenga valor económico. El único
país que considera que la leche materna constituye una contribución a la
economía es Noruega. De acuerdo con datos del gobierno noruego, las madres de
ese país producen 8,2 millones de kilogramos de leche materna por año. Si se le
asigna a la leche el valor que le adjudican algunos bancos de leche, U$D 50 por
litro, el valor total de la leche producida por las madres noruegas en 1998
asciende a una cifra superior a los U$D400 millones. [0] Si agregamos a estos
números el ahorro en salud por la menor incidencia de enfermedades, la ausencia
de impacto ambiental debida a la producción de leche (cero consumo de energía y
huella de carbono) y la actualización de la moneda desde 1998 hasta ahora, el
número puede ascender a casi el doble.
Costo de no amamantar
Si amamantar vale, no hacerlo cuesta. El
costo directo de no amamantar para la familia puede estimarse en sus dos
contribuciones: tiempo y dinero.
El costo por mes de la cantidad de
fórmula infantil que necesita un bebé durante los primeros seis meses oscila
entre $200 y $700[1] (siempre que no el bebé no necesite una fórmula especial).
A esto hay que agregarle los costos asociados con:
·
Agua para diluirla
·
Gas para calentar el agua
·
Mamaderas, tetinas
·
Agua caliente + detergente para lavar los
elementos de preparación
·
Agua + gas (o electricidad) para
esterilización
·
Se estima que se invierten
aproximadamente 700hs por año en las actividades relacionadas con la
alimentación con fórmula.[2]
Hay otros costos adicionales que tienen
que ver con el impacto de la decisión de no amamantar sobre la salud. De
acuerdo con datos del Reino Unido, el costo directo para la salud pública por
el gasto estimado en la atención de enfermedades diarreicas en un año suma U$D
41 millones. A esta cifra se le suma el costo indirecto de la atención de
enfermedades cuya incidencia aumenta en ausencia de lactancia materna, como
otitis, bronquiolitis, neumonía, diabetes, alergia, obesidad.
Otro costo compartido por la sociedad es
el que representa el ausentismo laboral de las madres de niños no amamantados.
Un estudio realizado en EEUU mostró que de las madres que se ausentaban de su
trabajo por enfermedad de un lactante, el 75% correspondía a madres de niños
alimentados con fórmula mientras que el 25% restante correspondía a madres de
bebés amamantados. Por otro lado, los niños amamantados presentan menos
enfermedades infantiles severas.[3]
¿Cómo se puede ayudar a que una madre que
trabaja fuera del hogar siga amamantando?
Imagen: Mapa de licencia por maternidad
en el mundo.
Preparado por GALM Bariloche en base a datos de la OIT
Si la lactancia tiene semejante valor
para la familia pero también para la sociedad en su conjunto, se deben
implementar medidas que permitan que las madres puedan elegir amamantar y
logren hacerlo con éxito. Estas medidas incluyen:
·
Una licencia por maternidad que permita
el establecimiento y mantenimiento de la lactancia, preferentemente que le permita mantener la
LME por 6 meses
·
Centros de cuidado infantil en el lugar
de trabajo o en las cercanías para poder continuar con la lactancia hasta los
dos años o más;
·
Posibilidad de extraerse leche durante
horario de trabajo;
·
La implementación de esquemas de trabajo
de tiempo parcial o tiempo flexible;
·
El aprovechamiento de las nuevas
tecnologías que permitan el teletrabajo.
La licencia por maternidad no es lo único
Si bien la licencia por maternidad es
necesaria, no es lo único que le da valor a las tareas de crianza. Es necesario
que la crianza y, dentro de ella, la lactancia materna, sean reconocidas como
actividades con profundo impacto sobre la sociedad y por lo tanto, de alto
valor para ella. Sólo así será posible lograr el consenso que permita
establecer leyes que protejan a las mujeres que ejercen la maternidad y a los
niños. La regulación de la publicidad de fórmulas infantiles, por ejemplo,
tiene alto impacto sobre la prevalencia de la lactancia.[4]
Se necesita una aldea para criar a un
niño
“La promoción de la lactancia no debe tomarse
como excusa para excluir a las mujeres de la fuerza laboral. No debe recaer en
las mujeres la carga de elegir entre amamantar y trabajar. La carga es de la
sociedad que debe facilitar el amamantamiento y el cuidado de los niños”.
James Grant, Director Ejecutivo de UNICEF
1980-1995.
[0]
Oshaug A, Botten G. "Human milk in food supply statistics". Food
policy 1994;19:479-82.
[1] La variación está dada por el tipo de
leche que se use, en polvo o líquida en tetrabrick
[2] Aguirre P. Costo de la decisión de no
amamantar.
[3]
Rona Cohen, Marsha B. Mrtek, Robert G. Mrtek- “Methods, Issues, and Results in
Evaluation and Research Comparison of Maternal Absenteeism and Infant Illness
Rates Among Breast feeding and Formula-feeding Women in Two
Corporations”-American Journal of Health Promotion (1995)
[4] En Argentina el Código de
Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna ha sido incorporado al Codex
Alimentario.
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Muchas gracias al blog de masquebebes.com/aspirador-nasal-mercadona
ResponderEliminarel cual siempre será uno de los mejores y de los cuales me gustaría poder seguir aprendiendo.