Todavía hoy seguimos estando en la semana mundial de la lactancia materna #Semanalactancia. Y aun así me sigo sorprendiendo con la visión que se tiene del mamar en una sociedad que se las da de avanzada. La cosa viene porque estábamos la ratona y yo en la piscina, cuando, qué cosa más rara!, se le ha despertado el hambre (yo creo más bien que era sed, por el calor que hacía) pero bueno, el caso es que tenía tres opciones a elegir: aguantarla hasta que se pusiera a llorar por sus ganas de leche (cosa que ni hago, ni tengo jamás intención de hacer), irme a casa y allí darla el pecho o por último, tomar pechuga ahí mismo. Y como mamífero que soy y cachorrete hambriento que tenía, pues me he remangado un poquito el bikini hacia un lado y nos hemos servido allí mismo.
Y en esto que ha venido la típica “Maruja de comunidad”, que por si no lo sabe en toda comunidad de vecinos siempre hay una (y si no la hay, el ayuntamiento se encarga de ponerla para que el resto de comunidades no se sientan ofendidas). Lo dicho, que al pasar por nuestro lado y vernos comiendo tan tranquilamente suelta en voz lo suficientemente alta para que media piscina pudiera oírlo ,y así como quien no quiere la cosa… “que indecencia!! y no puede ponerse a dar de comer a la niñaa en otra parte? Qué falta de respeto!” y a mí que educación me queda (aunque sea poca) he preferido ignorarla, aunque por otra parte me daban ganas de decirle “Mire “doña” mi hija come aquí su teta, su biberón (si lo usase), su galleta o no que ella más quiera. Al igual que sus nietos se bajan la bolsa de patatas fritas y dejan el césped lleno de migas o briks de zumo por ahí tirados y nadie le dice nada! el mismo derecho tiene uno que tiene otro!” Pero a palabras necias… oídos sordos.
Me sorprende el hecho de que una mujer y más aun habiendo sido madre ella también; no vea la necesidad de un niñ@ mamando, bien sea por hambre, sed o simplemente contacto con su madre. Por suerte, al margen de este comentario tonto, nunca nadie nos ha invitado a abandonar ningún sitio por dar el pecho ni nos han mirado con mala cara al ir “pechuga al viento”.
Quiero pensar que es porque la sociedad poco a poco se está concienciando de la necesidad que tiene el niño de la proximidad de su madre, su alimento y lo más importante del contacto amoroso.
Y a vosotr@s ¿ alguna vez os han hecho sentir fuera de lugar con alguna mirada comentario o gesto solo por estar tetando?
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