lunes, 28 de enero de 2013

Una mujer evita ser intervenida dando a luz en su casa a un niño de casi 5 kg


Se negó a que el hospital de La Vila le provocara el parto un mes antes de que el feto estuviera maduro
                                                          

 Dunia, completamente recuperada del parto,con su marido y su hijo, de apenas un mes.
Fotos de la noticiaDavid Revenga

RAQUEL LÓPEZ A este ritmo llegará un momento en que el cuerpo de la mujer haya olvidado por completo que durante siglos fue capaz de dar a luz de forma natural. Bien porque su centro hospitalario opte -a veces en demasiados casos- por intervenir mediante cesárea; bien porque el parto es provocado con medicación y anestesia que hacen que la intervención no fluya igual, el caso es que las mujeres ya no paren como antes. Por eso ya hay ginecólogos y matronas que crean asociaciones y foros donde ofrecen información y atención para invertir esta tendencia. Las madres que prueban a serlo como antaño también se han sumado a esta causa. Dunia es una de ellas.
Con 36 años, esta española residente en l'Alfàs del Pi dio a luz hace un mes en su casa, de pie, y asistida por una matrona, a su hijo Ian, un bebé macrosómico (de gran tamaño) que pesó 4,9 kilos. El parto fue, según madre y matrona, muy bueno. Tanto que Dunia no solo volvería a hacerlo sino que quiere que su ejemplo sirva para otras mujeres.
Era su segundo parto. En el primero, provocado y en hospital, lo pasó mal. Esta vez se informó mejor y se topó con mucha documentación sobre partos naturales, así como con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que alertan de todos los graves riesgos que tienen las cesáreas tanto para el niño como para la madre. En esas circunstancias, estaba cuando la citaron en el hospital de La Vila Joiosa a monitores, en la semana 36, momento en que arranca la cuenta atrás de las semanas previas al parto. Viendo que el niño llegaba grande le indicaron que lo mejor era que regresara a los cuatro días para una inducción al parto, pese a que no padecía ninguna patología.
Pero Dunia no regresó. Pidió segundas opiniones y en base a estas decidió esperar a que el momento llegara solo, y no tuviera que realizar una cesárea. "Algo que cada vez se hace más pese a los riesgos que conlleva para madre e hija, como alerta también la OMS".
Al mes notó los síntomas, llamó a su matrona y, tras una noche de contracciones en casa "en la postura y con la luz que me relajaba más", nació Ian con ella de pie, agarrada a la barra de la ducha. "Nació cuando debía, antes hubiera salido grande, pero inmaduro", afirma. Reconoce que sin epidural hay más dolor, pero también que se pasa mejor durante el tiempo de las contracciones.
Gema Méndez, la matrona que la atendió, explica esta cuestión. "Mucha gente confunde el parto natural con vaginal y no es lo mismo. En el hospital se suele poner a la mujer la oxitocina, la hormona que provoca el parto, pero no es la propia de la mujer, sino una oxitocina estándar que a veces genera demasiadas contracciones o a un ritmo que no es adecuado ni para la madre ni para el bebé". En cuanto a la falta de anestesia epidural, Méndez defiende que evita que la mujer sienta y viva el proceso del nacimiento del hijo de forma más consciente, y recuerda que se empezó a poner desde el momento en que se empezó a dar a luz en hospitales en donde obligan a la mujer a parir en una postura poco natural, como es estar tumbada boca arriba.
Méndez, sin embargo, no reniega de los hospitales, en donde ha de hacerse el seguimiento del embarazo. "Si en algún momento hubiera visto que el parto fuera a dar problemas la hubiera trasladado al hospital". Dice que tal circunstancia no es frecuente. Y es que el parto de Dunia no es el único que ha realizado en el último año en la provincia de Alicante. Ella y otros ginecólogos y matrona atienden a mujeres que quieran dar a luz de forma natural en la Comunidad Valenciana, atendiendo entre uno y dos casos al mes. "Asistimos partos en casa o bien estamos con ellos durante todo el proceso de dilatación en su casa, y cuando ya vemos que va a llegar, vamos al hospital para evitar la cesárea u intervenciones".
El coste de este servicio oscila entre los 1.800 y los 2.500 euros, y atienden a la mujer desde la semana 36 hasta la 42, estando de guardia y controlando toda la evolución, además de dar pautas de cara a la recuperación postparto. En otros países europeos la opción de dar a luz asistido en casa por una matrona está cubierto por la Seguridad Social. En sus servicios preparan también a la mujer trabajando "el miedo, mostrando cómo enfrentarse al parto fisiológico, haciendo que las mujeres entiendan que el cuerpo va a funcionar, más de lo que ellas piensan. Tienen que sentirse seguras para no bloquearse, lo que ocurre con frecuencia, sobre todo cuando les provocan el parto".
Dos datos: El primero es que según los últimos informes hechos públicos por la Conselleria de Sanidad sobre estudios del seguimiento del embarazo, de la mitad de los partos asistidos en hospitales de la Comunidad, un 55,8%, no fueron "normales" en 2011, frente a un 44,2% que si lo fueron.
El segundo: Un estudio de la Universidad de Alicante que compara el índice de mortalidad perinatal entre partos asistidos en casa o en centros sanitarios de 1995 a 2009 refleja que el porcentaje apenas difiere entre ambos casos. En ese tiempo hubo 23 muertes del feto o recién nacido (hasta las primeras 24 horas de vida) sobre un total de 14.614 partos únicos asistidos en domicilio particular (1,57 muertes cada mil partos). El número en centros fue de 7.548 sobre un total de 4.716.956 partos (1,60 muertes cada mil partos).

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