Nota Editorial:
Ofrecemos artículos de nuestras publicaciones de años anteriores como
referencia para nuestras Líderes y miembros. Los lectores deben tener en cuenta
que la investigación y la información médica cambian con el tiempo.
Dana Villamagna
Richmond VA EEUU
Tomado de LEAVEN,
volumen 40, número 4, Agosto-Septiembre 2004
Traducción de Verónica
Garea
Revisión Lavinia Belli
¿Las madres fumadoras
deben amamantar? ¿Cuáles son los efectos del tabaco en la lactancia, en las
madres que amamantan y sus bebés?
Es bien sabido que el
uso de tabaco es dañino para la salud. Sin embargo, mucha gente aún fuma y
muchos fumadores luchan contra la adicción a la nicotina. Se ha publicado que
menos del 3% de las mujeres que cada año intentan dejar de fumar lo logran. La
naturaleza adictiva de los cigarrillos ha sido comparada a la heroína. Dejar de
fumar no es un asunto fácil. La mayoría de la gente que deja el cigarrillo lo
logra sólo después de repetidos intentos. Mientras que el embarazo es un fuerte
incentivo para que las mujeres dejen de fumar, es posible que retomen el
cigarrillo una vez que el bebé ha nacido.
De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 250 millones de mujeres en
todo el mundo son fumadoras diarias: 22 por ciento de mujeres en el mundo
desarrollado y aproximadamente nueve por cierto de las mujeres en países en
desarrollo fuman tabaco. Muchas madres que fuman eligen no amamantar debido a
factores psicológicos o presiones sociales; algunas madres que fuman pueden
iniciar la lactancia y encontrar problemas fisiológicos relacionados con el
tabaco que pueden llevar al destete; o algunas madres que han dejado de fumar
durante el embarazo pueden optar por destetar para retomar el cigarrillo porque
creen que no deberían fumar y amamantar.
Hay estudios que han
demostrado que la lactancia ofrece protección contra las infecciones
respiratorias en los bebés que viven en hogares donde se fuma. Las infecciones
respiratorias son mucho más comunes en bebés expuestos a humo de tabaco
ambiental, o al tabaquismo pasivo. Las madres que fuman deberían ser alentadas
a amamantar a sus bebés y a tratar de fumar lo menos posible. Como siempre, las
Líderes de la Liga de La Leche están allí para proveer información y apoyo a
las madres fumadoras que amamantan.
Nota del Editor: Este
artículo trata específicamente sobre el tabaco. No se refiere a la marihuana u
otras drogas que se fuman, las cuales están totalmente contraindicadas durante
la lactancia.
La AAP Revisa su Opinión
En 2001, la Academia
Americana de Pediatría (AAP) modificó su posición oficial sobre lactancia y
tabaco. Este cambio fue atribuido a los nuevos resultados de investigaciones,
así como a un esfuerzo global de la AAP para aumentar los índices de
prevalencia de lactancia en los EEUU. Además, manifestó el comité, la
eliminación de la nicotina de la lista de drogas no compatibles con la
lactancia puede ofrecer a los médicos y sus pacientes una mejor oportunidad
para discutir el tabaquismo porque: "El embarazo y la lactancia son las
ocasiones ideales para que los médicos insistan en el abandono del
cigarrillo."
El informe de la AAP
explicó por qué los médicos deberían discutir la lactancia con las madres que
no quieren o no pueden dejar de fumar:
Es reconocido que hay
mujeres que no pueden dejar de fumar cigarrillos. Un estudio reportó que, entre
las mujeres que continúan fumando durante el período de lactancia, se observa
una disminución de la incidencia de enfermedades respiratorias en sus bebés,
comparando con los bebés de madres fumadoras alimentados artificialmente. Puede
ser que la combinación de lactancia más cigarrillo sea menos nociva para el
niño que la combinación biberón y cigarrillo. El Comité sobre Drogas espera más
datos sobre este tema.
Previamente, la nicotina
estaba en la lista de drogas contraindicadas durante la lactancia debido a una
disminución documentada de la producción de leche y aumento de peso en el bebé,
enfermedades respiratorias en los lactantes y transferencia de nicotina y otros
compuestos a los bebés a través de la leche de las madres fumadoras. El informe
de 2001, sin embargo, manifestó que el comité no encontró evidencia para documentar
que la cantidad de nicotina que pasa al lactante a través de la leche de su
madre sea dañina, y espera más evidencia sobre este tema.
La postura de LLL
"Siempre hemos
dicho que sí, las madres que fuman tendrán bebés con mayor riesgo de
enfermedades respiratorias, pero los bebés de madres que fuman y amamantan
tendrán riesgo menor" dice Kathy Lebbing, BS, IBCLC, RLC, y gerente del
Centro de Información sobre Lactancia de LLLI (Center for Breastfeeding
Information, CBI).
Lebbing comenta que
durante el tiempo que pasó respondiendo llamadas en la línea de ayuda de LLLI
(800-LALECHE en EEUU), ha recibido muchas llamadas de madres que fuman y
quieren amamantar. Discutir la información sobre el tabaco presentada en el
Arte Femenino de Amamantar y el Libro de Respuestas, así como hacer preguntas
relacionadas con el manejo del estrés es lo mejor que las Líderes pueden
ofrecer en materia de información y apoyo.
"Fumar es algo que
se hace para aliviar el estrés. Pero hay otras cosas que alivian el
estrés" dice Lebbing."Asistir a reuniones de LLL o hablar con una
Líder de LLL puede aliviar la ansiedad de la madre generada por problemas
asociados con la lactancia".
Si una madre fuma, el
Arte Femenino de Amamantar recomienda:
Fumar lejos del bebé, al
aire libre o en una habitación separada;
Fumar inmediatamente
después de una toma;
Fumar tan pocos
cigarrillos como sea posible.
Los riesgos para el bebé
aumentan si una madre fuma mucho (más de 20 cigarrillos por día). Pueden darse
una reducción en la producción de leche, una inhibición del reflejo de eyección
y síntomas físicos en el bebé, tales como náusea, calambres abdominales,
vómitos y diarrea.
El Libro de Respuestas
contiene una sección muy completa sobre el uso de nicotina. Nuevamente, se hace
hincapié en los mismos tres lineamientos: fume lejos del bebé, nunca fume
durante las tomas y fume tan poco como pueda.
El Libro de Respuestas
tiene también un segmento sobre los productos de terapia de reemplazo de
nicotina para responder a las madres interesadas en usar chicles (gomas de
mascar), caramelos, parches y otros productos para dejar de fumar.
Las madres deben usar la
goma de mascar o los caramelos después de las tomas, no antes o durante las
mismas. Si las madres usan un parche, el BAB sugiere que las madres se lo
quiten previo a irse a dormir para tener niveles menores de nicotina durante
las tomas nocturnas. Las madres que usan productos de reemplazo no deben fumar
nunca ya que esto "provocaría niveles muy altos de nicotina en su sangre y
leche y podría representar un peligro para su bebé."
Una fuente adicional de
información para la madre es la hoja informativa recientemente publicada por
LLLI, Cigarrillo y Lactancia.
Efectos del Cigarrillo
sobre la Madre que Amamanta y su Bebé
El humo del tabaco
contiene al menos 3800 componentes. La nicotina es el ingrediente más conocido
y el más adictivo. Ya en 1933 se sabía que la nicotina estaba presente en la
leche de madre (Amir 2001). Aspirar el humo del cigarrillo, es decir, ser un
fumador pasivo, es nocivo para los bebés, aumentando el riesgo de enfermedades
respiratorias, muerte súbita y cáncer (Ward 1999). Tal como lo expresa la AAP,
la lactancia ha demostrado que reduce la incidencia de infecciones
respiratorias en bebés de padres fumadores.
Las madres que fuman y
quieren dejar de hacerlo o disminuir la cantidad de cigarrillos pueden ser
alentadas a buscar apoyo. Pero si no dejan de fumar, tomar el pecho es mejor
para los bebés que ser alimentados con leche artificial. Sin embargo, las
madres que fuman y amamantan pueden experimentar dificultades de lactancia
exclusivamente relacionadas con el uso del tabaco –tanto de naturaleza
fisiológica como psicológica – lo cual puede aumentar la probabilidad de
destete temprano.
El Destete Temprano es
Posible
Es menos probable que
una mujer que fuma amamante comparada con una no-fumadora, y las mujeres que
fuman y amamantan son más proclives a destetar temprano, aunque no parece haber
un motivo fisiológico para esto. Estas afirmaciones están incluidas en una
extensa revisión de estudios relacionados al uso de tabaco en la madre y la
lactancia. (Amir 2001).
La autora del estudio,
Lisa Helen Amir, MBBS, MMed, IBCLC, del Centre for the Study of Mothers’ and
Children’s Health en LaTrobe University en Australia, revisó estudios
publicados previamente incluidos en bases de datos de EEUU e internacionales,
bibliotecas y publicaciones médicas para comparar los resultados relacionados
con el tema del uso del tabaco por parte de la madre y destete.
Amir manifiesta que el
destete temprano puede estar influido más por razones psicológicas y sociales
que por problemas fisiológicos reales de la lactancia:
"Aunque hay
evidencia consistente de que las mujeres que fuman amamantan a sus bebés por
menos tiempo que las no-fumadoras, la evidencia de un mecanismo fisiológico no
es fuerte. Las mujeres que fuman parecen tener significativamente menos
motivación para amamantar: es menos probable que intenten amamantar y que
inicien la lactancia."
Los estudios muestran un
número de factores psicosociales que pueden jugar un papel en la decisión de la
madre de no amamantar o de destetar temprano si la madre fuma, incluyendo la
cantidad de cigarrillos, si el padre fuma y la ansiedad propia de la madre
acerca de su producción de leche.
En un estudio los
investigadores encontraron que más del 60 por ciento de las mujeres que dejaron
de fumar durante el embarazo retomaban el cigarrillo después del nacimiento; 50
por ciento lo hacía aproximadamente 4 meses post parto. La mayoría de quienes
comenzaron a fumar nuevamente tenían una pareja fumadora y la mayoría tenía
menor probabilidad de amamantar más de 6 semanas (Mullen 1997).
Fumar es un mecanismo de
liberación de estrés para mucha gente. Las madres recientes que sufren el
estrés inevitable del comienzo de la maternidad pueden encontrar difícil no
regresar a ese hábito que alivia el estrés si no reciben apoyo temprano y métodos
de relajación alternativos (Ward 1999).
El destete temprano
puede también estar relacionado a los problemas fisiológicos asociados a la
lactancia y el cigarrillo, tales como inhibición del reflejo de eyección y
disminución de la producción. Lisa Helen Amir escribe que se ha aceptado que la
nicotina en el torrente sanguíneo de la madre reduce la prolactina y, por lo
tanto, la producción de leche (Amir 2000).
"La creencia
generalizada de que el cigarrillo interfiere con la liberación de ocitocina no
tiene actualmente fundamento y se necesitan investigaciones que prueben o
refuten esta afirmación", escribe Amir.
También concluye que el
destete temprano no es lo mejor para los bebés cuyas madres fuman:
"En la práctica
clínica, todas las mujeres embarazadas y que están lactando deben ser alentadas
y ayudadas a dejar de fumar. Sin embargo, las mujeres que continúan fumando
deberían ser alentadas a amamantar ya que los riesgos para la salud que
resultan de la combinación de padres fumadores y alimentación artificial son
mayores que los riesgos de combinar lactancia y cigarrillo".
Deficiencia de Yodo
El cigarrillo reduce la
capacidad del cuerpo de absorber algunas vitaminas y minerales. Un estudio
reciente demostró que las madres que fuman pueden ver reducida su capacidad de
transportar yodo, lo cual puede causar la misma deficiencia en el bebé
amamantado (Laurberg 2004). El estudio fue hecho en Dinamarca, un país donde no
se usaba regularmente sal yodada al momento de su realización. La deficiencia
de yodo es de particular interés porque es la principal causa evitable de daño
cerebral y retraso mental en todo el mundo.
De acuerdo con el
estudio del Dr. Peter Laurberg, el cigarrillo reduce el transporte de yodo
hacia la leche materna, aumentando el riesgo de problemas de desarrollo del
cerebro. "Durante el período de lactancia, la función tiroidea del
lactante depende de la cantidad de yodo en la leche materna", indica
Laurberg. El estudio no hacía recomendaciones específicas de suplementación con
yodo en madres fumadoras que amamantan.
La sal yodada brinda 400
mcg de yodo por cada cucharadita (5 ml.) de sal. La dosis de yodo recomendada
para madres lactantes en EEUU es 290 mcg. La madre que amamanta y fuma debe
consultar con su médico sobre suplementación con yodo y otras vitaminas y
minerales.