El postparto es una etapa de la vida de
las madres en el que nos podemos sentir
las más felices del mundo pero también las más confundidas al mismo
tiempo. Se mezclan sentimientos de alegría con sentimientos de miedo, cansancio
extremo con insomnio y ganas de compartir tu experiencia con el mundo con ganas
de recluirte en una cueva y que nadie te moleste.
Además, lo cierto es que las hormonas no
ayudan y hay algunas cosas que nos complican todavía más la existencia, así que
más vale estar preparadas:
La montaña rusa
Así es como te sentirás emocionalmente
después del parto, sobre todo las primeras semanas.
En un minuto puedes pasar de estar
eufórica a llorar sin motivo. Es muy habitual que de golpe te sientas triste,
hipersensible, ansiosa, irritable…y todo esto con llamadas de teléfono cada
cinco minutos y visitas cada día.
Además, lo más probable es que estés muy
cansada por el parto y por la dedicación hacia el bebé que es de 24 horas, lo
que complica todavía más las cosas.
Debemos ser pacientes con nosotras mismas
porque poco a poco dejaremos de llorar por cualquier cosa y volveremos a la
normalidad.
Una nueva palabra: los entuertos
Antes de ser madre nunca había escuchado
la palabra entuerto así que si a ti te pasa lo mismo yo te aviso de lo que son:
son las contracciones del útero que pretenden recuperar el tamaño normal de la
matriz después del parto.
Algunas mujeres primerizas ni los notan
porque en el primer parto suelen ser más leves, pero conforme se van teniendo
más hijos, los entuertos son más fuertes porque cuesta más recuperar el tamaño.
Esta es la teoría porque te puede pasar
como a mi que voy al revés del mundo y en mi primer parto me dolieron bastante
y sin embargo en el segundo casi ni los noté.
Otra nueva palabra: los loquios
El sangrado vaginal que se produce
después del parto se conoce como Loquios y aunque no supone mayor problema que
tener que usar unas compresas postparto gigantes, sí que es un poco incómodo
sobre todo los primeros días en los que sangras mucho pero no tienes tiempo de
recrearte en el baño.
Yo manché las sábanas del hospital en mis
dos postpartos por no ir a cambiarme más a menudo.
Sudando voy sudando vengo
En el postparto se liberan los líquidos
retenidos en el embarazo y ¿cómo se liberan? pues con sudor y con orina. Así
que es muy habitual que las mamás recientes tengan muuucho calor sudando
bastante más de lo normal y si unimos esto al calor que hace normalmente en los
hospitales os podéis imaginar la estampa.
Así que mi recomendación de hoy: el
camisón para el hospital que sea de manga corta (no hagáis como yo que me llevé
uno de franela y tuve que mandar a mi madre a por uno de verano).
¿Sexo qué es eso?
El baile hormonal, el cansancio, la
inestabilidad emocional y los posibles dolores que puedan haber (episiotomía,
cicatriz de cesárea, etc.) hacen que el sexo esté tan lejos en la lista de
necesidades de las madres recientes que da hasta risa.
Si además la madre da el pecho, el deseo
sexual puede disminuir todavía más debido a la segregación de prolactina (que
es antagonista del estrógeno y de la progesterona).
Hay algunas mujeres que dicen haber
recuperado su vida sexual durante la cuarentena, pero realmente el porcentaje
es mínimo.
Adiós pelo adiós
En el embarazo has tenido una melena que
ya la quisiera Nicole Kidman: espesa, brillante y sanísima. Pero a los dos o
tres meses después del parto, el pelo empieza a caerse de forma alarmante y en
algunos casos, puede dejar incluso algunas calvas en la mamá.
Esto se debe a que la progesterona
retrasaba la caída del cabello durante el embarazo, pero después del parto, cae
la progesterona y se cae el pelo.
¿Y vosotras habéis tenido algún otro
“efecto secundario” que os haya complicado la vida en el postparto?
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