07 de septiembre de 2014 | 11:00 CET
Editor en Bebesymas
Cada vez está más claro que el primer año
del bebé influye significativamente en el resto de su vida. La mente y el
cuerpo tienen "memoria" y también los futuros hábitos alimenticios del niño pueden
verse determinados por su primer año de vida.
Una serie de estudios que se publican en
la revista "Pediatrics" concluyen que los patrones alimenticios
persisten en el cerebro mucho más tiempo de lo que se había pensado hasta
ahora. De modo, que hay que incluir una dieta de calidad cuando se inicia la
alimentación complementaria.
A la mayoría os parecerá obvio, pero
también hemos tenido caso que nos preguntaban si el chocolate era bueno para un
niño de seis meses y cuestiones por el estilo.
Los 11 estudios publicados en
«Pediatrics» han
analizado las dietas de 1.500 niños de unos seis años de edad y los compararon
con sus mismo hábitos alimenticios durante su primer año de vida.
De este modo, los niños que habían
seguido una dieta baja en frutas y verduras durante su primer año de vida,
mantenía esas preferencias a los seis años. Ya sabemos de la importancia de
estos alimentos en la dieta, por lo que no
hay que desistir si al bebé le cuesta tomar fruta al principio, es de
lo más normal.
Tampoco tenemos que omitir del menú los
alimentos que a nosotros no nos gustan, porque de alguna manera estamos
perpetuando ese rechazo, cuando es más que probable que el bebé acepte ese
alimento mejor.
La
neofobia o miedo a probar alimentos nuevos a menudo deriva de una
dieta pobre en variedad y sabores, por lo que desde el principio, con mucha
paciencia, compañía y cariño, hay que dejar que los niños vayan experimentando
con alimentos adecuados a su edad.
Si tras los seis meses vemos que al bebé
le cuesta mucho aceptar alimentos nuevos y hasta el año solo "le
gusta" o ha probado un par de frutar y un tipo determinado de papilla o de
carne... no desesperes. Aún tenemos algo de tiempo para seguir intentándolo,
además procurando que
nunca la hora de comer se convierta en un problema.
El reto en muchos casos está en cambiar la dieta de toda la
familia, ya que al fin y al cabo los niños comen lo que preparan los
padres y al final toda la familia comerá lo mismo. De modo que, para evitar
malos hábitos e instaurar otro más saludables, lo mejor es que lo hagamos todos
desde el principio...
Uno de los estudios, sobre el cual
volveremos, desvela que las bebidas azucaradas antes del año lo único que hacen
es fomentar la obesidad y hacer que los niños a los seis años las consuman en
exceso en lugar de ocasionalmente, que es como deberían ser tomadas si no
queremos que aumenten otros riesgos (caries...).
En definitiva, los bebés no hacen un "reseteado"
de lo que ha sido su vida antes de los doce meses. Todo lo que pasa en su vida
desde el principio tiene importancia, y el primer año determina las preferencias
alimentarias de los niños y de los futuros adultos.
Vía | Abc
Foto | Thinkstock
En Bebés y más | Las
preferencias alimentarias de los niños, Neofobia,
miedo a probar alimentos nuevos
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