¿Cómo es la mama?
La mama es una glándula formada por
varios sacos donde se produce la leche, llamados alveolos (en
azul)
Cuando el pecho recibe la señal de que un
niño está mamando (y por tanto estimulando el pecho) o que va a mamar (por
ejemplo, cuando el bebé llora), se liberan una serie de hormonas a la sangre
materna (prolactina y oxitocina), que dan la orden al pecho de producir
leche.
Es decir, el pecho no es estrictamente un
almacén donde se guarda la leche a la espera de que la saquen, porque sino, una
vez vaciado, habría que esperar un tiempo a que se volviera a llenar. Pero esto
no ocurre así, se va produciendo según se va gastando.
Los alveolos vierten su producción de
leche a una serie de conductos llamados galactóforos (en verde) que, como
tuberías, van uniéndose hasta convertirse en conductos más amplios en la base
del pezón.
Se pensaba que estos conductos, en su
parte final, justo por detrás del pezón, se dilataban formando una especie de
sacos donde la leche se acumulaba esperando a que el bebé la sacara. Estos
sacos se denominaban senos galactóforos, pero la realidad es que no se han
podido observar ni por ecografía ni por ningún otro método diagnóstico, por lo
que ya no se habla de senos galactóforos, sino simplemente de conductos. En
cualquier caso, podría pensarse que esta parte se dilata cuando hubiera por
ejemplo induración mamaria, igual que se dilata un ureter cuando hay problemas
renales, pero no se ha podido demostrar nada al respecto.
El bebé, al mamar, combina los movimientos de
succión y ordeñe, haciendo movimientos
con la boca que presionan en la zona
donde antes se pensaba que estaban los senos galactóforos (que realmente
no existen), en la base de la areola, para hacer que salga la leche.
¿Cómo se produce la leche?
El pecho es una fábrica muy inteligente:
produce leche según la demanda que tenga: si el bebé no estimula el pecho
mamando, no se produce leche (¿para qué? Si nadie se la va a tomar), pero si el
bebé mama muy a menudo, el pecho produce toda la leche que el bebé pida.
Cuanto más mame, más producción de leche
habrá. Si deja de mamar, dejará de producir leche. (por eso una misma mujer
puede amamantar a más de un niño a la vez, porque cuanta más estimulación, más
producción).
Este mecanismo de producción explica por
qué al principio, los bebés maman muy a menudo, incluso cada 20-30 minutos,
porque tienen que estimular al pecho mandándole la señal de que produzca leche.
Tiene que poner la fábrica a funcionar a todo gas. Si esto ocurre, el pecho
empezará a fabricar leche, y así, en unos pocos días, pasará de ser calostro
(que es leche también, pero muy concentrada), a ser leche madura.
Si en esta primera fase de "encender
motores", sustituimos tomas de pecho por biberones de fórmula artificial,
el pecho no recibirá la señal de producir, y por tanto, cada vez tendremos
menos leche. Cada vez que damos el biberón, es una oportunidad perdida
para que el bebé estimule el pecho al mamar y éste reaccione produciendo la
leche que el bebé le pide. El pecho que es repetidamente estimulado,
producirá la leche que el bebé le pida.
¿Y por qué la leche va cambiando?
Pues porque también cambian las
necesidades del bebé.
La leche está formada por un 80-90% de
agua (por eso, no es necesario ofrecerles agua a los bebés, ni siquiera en
verano, si tienen sed, maman). El resto de componentes son proteínas, grasas e
hidratos de carbono. La proporción de cada uno cambia según el momento de la
toma y la etapa de crecimiento del bebé. El pecho va adaptando la leche a lo
que el bebé necesita, incluso cuando están enfermos, se adapta a las
necesidades del bebé.
Fuente: matronataurt.blogspot.com.es
Cuando nacen, los bebés más que comer,
necesitan protegerse de todas las infecciones que hay fuera del útero,
necesitan desarrollar rápidamente su sistema inmune. Por eso, el calostro, es
muy rico en proteínas, que son principalmente inmunoglobulinas, defensas que la
madre fabrica para proteger a su bebé de infecciones.
La función básica del calostro no es
engordar al bebé, sino protegerle de infecciones.
Es normal, e incluso necesario que los bebés pierdan peso los primeros días:
nacen muy hinchados y van perdiendo líquido. Los bebés nacen con una grasa
distribuida por todo el cuerpo que utilizan como fuente de energía mientras
empiezan a estimular el pecho para producir leche, es la llamada grasa parda, y
tiene esa función. No pasa nada porque pierdan peso al nacer, de hecho, los
bebés que en vez de perder, ganan, de mayores tienen más problemas de
obesidad.
Además, su estómago los primeros días es
muy pequeño, por lo que toleran poca cantidad de alimento cada vez, por eso el
calostro es tan concentrado, y por eso piden tan a menudo. No porque el
calostro no les sacie, sino porque necesitan hacer muchas tomas muy frecuentes
(lo que además sirve para estimular mucho el pecho).
Cuando pasan esos primeros días, poco a
poco va apareciendo la leche madura, y algunas mujeres experimentan la conocida
como "subida de la leche" (o bajada, según el país, la leche
sube o baja..). Pero no sentirla no significa que no tengamos leche, no todas
las mujeres la notan.
La leche madura tiene más grasa y menos
proteínas, porque el bebé ya está protegido (aunque le siguen llegando defensas
por la leche), y es una leche más de engorde. Pero toda esa grasa que engorda y
sacia, no sale hasta el final de la toma.
Cuando el bebé empieza a mamar, lo
primero calma su sed, por eso la leche del principio es aguada. Según avanza la
toma, va saliendo cada vez más concentrada, dejando la grasa para el final. Por
eso es muy importante dejarle mamar a su ritmo y todo lo que quiera (en lugar
de limitarle el tiempo a 10-15 minutos como se decía erróneamente antes).
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