Fuente: Agencia CyTA -
Instituto Leloir
Este trastorno,
caracterizado por aumento de la presión arterial y la presencia de proteínas en
la orina, puede poner en peligro la vida del feto y de la madre, alertó la
Asociación Obstétrica Argentina.
La preeclampsia es la
complicación más común y potencialmente peligrosa para las mujeres gestantes y,
si no se diagnostica y trata de manera oportuna, puede poner en peligro la vida
del feto y la madre. Así lo señaló la Asociación Obstétrica Argentina, que
alertó también sobre la posibilidad de que los síntomas iniciales de la
enfermedad se confundan con los propios del embarazo.
“Por eso es fundamental
un buen control obstétrico, asistir a todas las consultas y estar atentos a las
manifestaciones iniciales”, subrayó a la Agencia CyTA Claudia Goano, licenciada
en obstetricia y presidenta de la Asociación Obstétrica Argentina (AOA).
Los médicos diagnostican
preeclampsia cuando constatan hipertensión materna, retención de líquidos y
presencia de proteínas en la orina luego de las 20 semanas de gestación. El trastorno,
que afecta del 5 al 8 por ciento de las futuras mamás, se clasifica en leve,
moderado o severo, dependiendo de las cifras de presión arterial. Puede
progresar muy lentamente o desencadenarse de manera brusca al final del
embarazo.
“La enfermedad se
soluciona con el nacimiento, que deberá programarse basándose en la edad
gestacional y el estado de salud materno-fetal”, puntualizó Goano. “Cuanto más
precoz sea la aparición de la preeclampsia, mayores serán los riesgos para la
madre y el bebé.”
En la mayoría de los
casos, la preeclampsia aparece en las últimas semanas del embarazo. Para los
especialistas, con un adecuado control médico obstétrico, reposo, dieta sana,
medicación (algunas veces) y supervisión de la salud del bebé, no hay riesgos
importantes para la salud de la madre y su hijo.
En otros casos severos,
sin embargo, la patología puede producir alteraciones potencialmente letales de
la placenta y órganos maternos. “En esas situaciones se aconseja (inducir) el
nacimiento lo más pronto posible, aunque haya una prematurez importante en el
recién nacido”, destacó Goano.
Aunque se desconocen las
causas de la enfermedad, la obstétrica recomendó estar atenta a los síntomas
iniciales, tales como el aumento de peso de más de dos kilos en una semana; hinchazón
de cara, párpados, manos, pies o tobillos; alteraciones en la visión; dolores
abdominales intensos; vómitos o náuseas importantes; y/o cefaleas intensas y
persistentes.
“Lo esencial es la
prevención y el diagnóstico precoz”, enfatizó Goano.
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