OBSTETRICIA
El panel insta a las sociedades científicas a revisar sus guías de práctica clínica
Actualizado miércoles 10/03/2010 22:58 (CET)
Washington.- Tener un parto vaginal después de haber tenido hijos mediante una cesárea es seguro. Esta ha sido la conclusión de un panel independiente de expertos de los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU (los NIH), que recomienda que se ofrezca esta "opción razonable" a las gestantes.
El panel señala que a muchas mujeres estadounidenses, incluso aquellas con escaso riesgo de complicaciones durante el parto, no se les ofrece la opción de un parto vaginal. De acuerdo con sus conclusiones, no existe de por sí ninguna razón para que una mujer que se ha sometido a una cesárea se someta obligatoriamente a tal intervención de nuevo si posteriormente quiere tener hijos mediante un parto natural.
Los expertos citan "investigaciones rigurosas" que constatan que intentar un parto natural tiene éxito en cerca del 75% de los casos. Asimismo, los riesgos de mortalidad son menores si a la parturienta se le da la opción de tener un parto natural, incluso si finalmente es necesario practicar una cesárea.
"Las decrecientes tasas de partos vaginales tras una cesárea y las crecientes tasas de cesáreas durante los últimos 15 años parecerían indicar que es preferible planear una segunda cesárea en lugar de intentar un parto [natural]", ha dicho el doctor Gary Cunningham, presidente del panel de expertos de los NIH. De hecho, así lo han sugerido algunos estudios.
"Sin embargo, la evidencia actualmente disponible sugiere un panorama muy diferente: merece la pena considerar intentar un parto [vaginal] y puede ser preferible para muchas mujeres", añade este especialista, que dirige el departamento de ginecología y obstetricia en el Southwestern Medical Center de la University de Texas en Dallas.
El comité de expertos cita dos investigaciones recientes realizadas en EEUU que demostraban que el 30% de los hospitales habían dejado de ofrecer a las mujeres la opción de un parto vaginal si se habían sometido a una cesárea. Algunos especialistas temen que las incisiones de la primera intervención podrían romperse por la presión de las contracciones, poniendo en peligro a la madre y al bebé. Sin embargo, los estudios han mostrado que la tasa de rupturas es inferior al 1%.
Riesgos
"Hay todavía mucho que no sabemos sobre qué mujeres tendrán éxito sometiéndose a un parto vaginal tras una cesárea, pero creemos que es esencial que los deseos y preferencias de una mujer sean respetados en el proceso de decisión", señala Cunningham, según la nota distribuida por los NIH.
La seguridad es la principal preocupación, tanto para la parturienta como para sus sanitarios, al decidir si intentar un parto vaginal o repetir la cesárea. Cada opción implica importantes riesgos y beneficios tanto para la madre y al hijo. Esto supone un profundo dilema porque los beneficios para la mujer pueden implicar mayores riesgos para el bebé y viceversa.
Por ejemplo, las tasas de histerectomía son similares en ambos tipos de parto, mientras que las rupturas uterinas son más frecuentes en mujeres que han intentado un parto vaginal. Sin embargo, la mujer que ha tenido un parto vaginal tras una cesárea sufre menos anomalías en el crecimiento y posición de la placenta en futuros embarazos.
Sin embargo, la falta de evidencias de calidad sobre qué factores médicos y no médicos impide calcular con precisión los riesgos, lo que podría facilitar la decisión de parto natural o quirúrgico. Por eso, los especialistas recomiendan que se lleven a cabo más investigaciones para comprender los factores médicos y no sanitarios que influyen en la decisión del tipo de parto.
En vista de sus conclusiones sobre la relativa seguridad de los partos vaginales tras una cesárea, el panel insta a las sociedades científicas a revisar sus guías de práctica clínica. Actualmente, el American College of Obstetrics and Gynecology no recomienda el parto vaginal para mujeres que han tenido tres o más cesáeras.
Las tasas de cesáreas han crecido en EEUU, pasando el 20.7% de los partos en 1996 al 31.1% en 2006. Casi el 40% de las cesáreas practicadas anualmente en este país se producen en mujeres que ya se han sometido anteriormente a una cesárea.
En España, las tasas de cesáreas también se han disparado, sobre todo en los centros privados. Así, según un estudio realizado en 2005, en la Comunidad de Madrid, la tasa de partos por cesárea se situó en el 25,9%: en el ámbito público el porcentaje fue del 21,1%, en el privado alcanzó el 34,9%.
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