Treinta años inmerso en
mi consulta del día a día, valorando, diagnosticando, aconsejando y tratando de
solucionar problemas neurológicos a una gran población pediátrica, que han
buscado en mí su orientador, me han proporcionado infinitas satisfacciones,
pero me asaltan dudas y preocupaciones en algunas de las patologías que en
proporción geométrica aumentan: Epilepsia, Cefalea, Trastornos del
Comportamiento y del Aprendizaje.
Dejemos la Epilepsia y
la Cefalea para otro tiempo y enfoquémonos en el Aprendizaje. Muchas consultas
y dudas en los padres, que agenda escolar en mano, notas del colegio, o
remisión de Psicología llenan mi consultorio:
“El niño no aprende, el
niño no memoriza, el niño es inatento, el niño es hiperactivo, el niño no
retiene, el niño no lee, el niño no escribe, el niño no entiende nada, el niño
no obedece, el niño no acata las normas, el niño es agresivo, etc….etc.”
Miro hacia atrás, tal
vez mucho tiempo para las generaciones actuales, aunque, como dice el famoso
tango: “20 años no es nada”, y encuentro: El mundo ha cambiado, sí que ha
cambiado. Hace 50 años los niños venían
de París y traían un pan debajo del brazo, hoy nadie sabe de dónde vienen, ni
que pajarraco los trae. La lluvia de regalos (Hoy Baby Shower), antes eran
saquitos, mitones, baberos, camisitas etc…, para el futuro recién nacido de
hoy, está llena de X-Box 360, BlackBerry, Galaxy SIII, Play Station 3, Wii,
etc…. y ya no traen el famoso pan debajo del brazo, sino que los niños del
siglo XXI, nacen con una interconsulta en cada mano, una para un alergólogo
pues todos son alérgicos a algo y otra para un gastropediatra, pues todos
padecen de Reflujo Gastroesofagico. Esto
solo para el embarazo y el nacimiento, porque solo es el comienzo de un
viacrucis de maltrato evolutivo (léase Maltrato Infantil). Papá y Mamá trabajan
largas jornadas, para poder entre los dos, llegar, con las deducciones de ley
al salario mínimo, el niño organiza su Desarrollo Psicomotor al cuidado de
la(s) abuela(s) o sus tías solteronas y en el peor de los casos al cuidado de
una empleada del servicio “sordomuda”, pues ni ve, ni oye, ni entiende, no sabe
nada de niños ni de crianza y que solo tiene tiempo para comer todo el día y
ver telenovelas colombo-mejicano-venezolanas y una que otra brasilera y oír
música guasca o reggaetón, hasta completar los dos o tres años en que iniciara
su preescolar, en un jardín de barrio (léase garaje acondicionado) o en una
“Guardería” que como su nombre lo indica sirve para “Guardar” niños, en donde
la dueña es la directora, subdirectora, secretaria y “maestra” y su empleada,
la ingeniera de alimentos y colaboradora del cuido. La gran preocupación de
este grupo y de los papas en este momento, es que aprendan a leer y escribir (y
si es bilingüe mejor), desconociendo el desarrollo progresivo de esa estructura
que gobierna nuestro aprendizaje y que se llama CEREBRO.
Inician aquí mis
plegarias a San Piaget, San Konrad Lorenz, San Freud, Santa María Montessori,
San Da V¡nc¡, etc… asesorados por sus arcángeles San Luria, San Broca, San
Wernicke, San Dejerine, hasta llegar a San Howard Gardner, San Antonio Damasío
y San Rodolfo Llinas, para que me acojan en su seno y me expliquen si sus
estudios y consejos pasaron a la historia o todavía es importante organizar
programas de “Aprestamientos” en donde se dé a los niños en un paso a paso,
después de sus ganancias del Desarrollo Psicomotor, las herramientas en
integración motriz fina y gruesa, lenguaje comprensivo y expresivo, atención,
lateralidades, espacialidades, toma de turnos, tiempos y respetos, límites y
normas, con lo cual van a construir su aprendizaje formal en la educación
primaria.
¿Cuánto dura este
periodo? Tres años o cinco años.
¿Qué cursos transcurren?
Maternal, Párvulos, Pre kínder, Kinder y Transición o solo Pre kínder, Kínder y
Transición, pero en un proceso formal y serio.
El futuro de nuestro
país no son los niños, somos los adultos, que tenemos la responsabilidad de
educar, en ese paso a paso, unos niños, que como todos los niños del mundo
nacen incompletos: sin normas, sin atención, sin tiempos, sin espacios, sin
toma de turno, en fin, semejante a cualquier disco duro de un computador nuevo,
al que después de comprarlo, tenemos que comprarle los programas, que
necesitamos para trabajar, pero instalarlos correctamente para sacarles el jugo
que deseamos.
Quien suministrara estas
herramientas: Los Papas y el entorno familiar influyendo en primera instancia
en el Desarrollo Psicomotor y aportando esas herramientas restantes, para
integrar y madurar una estructura cerebral, con una sola mira: La educación
primaria y futura, a través de un elemento básico llamado Educación Preescolar.
Surgen aquí infinitas
preguntas:
¿Existe una preocupación
solo por la academia y no por lo biopsicosocial?
¿Se está utilizando más
la memoria que el raciocinio?
¿Es más cibernética
nuestra educación actual?
¿Se está utilizando el
cerebro o solo lo visomotor para el computador?
¿Es importante solo leer
y escribir o es más importante leer, entender, comprender, abstraer,
sintetizar, resumir, proponer soluciones y/o problemas al texto?
¿Estamos solo enseñando
con base en resultados de ICFES?
¿Educamos para ser
empleados o para ser líderes o gerentes?
¿Todo está en Internet y
solo aprendo a copiar y pegar? Etc…Etc…
En fin.
Pienso que cada año del
jardín debe basarse en logros para cada edad, en las esferas de desarrollo que
cada edad va madurando y que se debe enseñar con base en esa maduración en lo
visual, auditivo, olfativo, gustativo, táctil y motor y la integración que cada
sentido va logrando con los otros, en ese correr por los años.
Las escuelas maternales
y los preescolares básicos (léase Jardines), deben ser lugares agradables,
amplios y amenos, en donde los diferentes escenarios sirvan para desarrollar
esas habilidades, con base en programas definidos: arenero, zona húmeda,
teatrino, piscina de pelotas, túneles, columpios, toboganes, hamacas, piscina
de texturas, momentos para trabajar desensibilización en general, manejo de la
alimentación adecuada para cada edad con utensilios y texturas nutricionales,
con miras al desarrollo ideal del habla, desarrollo de habilidades plásticas en
teatro, música y pintura para formar equipos de trabajo en los niños.
Los jardines deben tener
horarios racionales en su ingreso y salida de niños y no someter a los niños a
castigos y maltratos, recogiéndolos en busetas incomodas a las 5:30 o 6:00 de
la mañana y atravesando toda una ciudad para iniciar labores a las 07:00 AM, no
permitiendo los tiempos adecuados de sueño y mucho menos ingerir un desayuno
formal en horario normal, hasta su primer recreo que debe ser como a las 09:00
o 10:00 AM, en donde con jugos sintéticos y mecatos, siembran precoces
patologías del siglo XXI en las nuevas generaciones: Hipertensión Arterial,
Obesidad, Diabetes tipo II, Insuficiencia renal por cargas de sodio altas y
trastornos del Colesterol y Lípidos.
Los Jardines y colegios
de Primaria inicial, deberían iniciar labores a las 09:00 AM y salir a las
03:00 o 05:00 PM con una buena minuta nutricional de almuerzo y entredía y
tener en su Staff un personal docente de alta (léase altísima) calidad, con
toda la disposición de guiar y llevar los procesos y logros y ser capaces de
hacer diagnósticos tempranos de fortalezas y habilidades en cada niño
individual o de sus debilidades, dando la importancia que cada caso requiera o
interconsultando con el especialista de turno para solucionar con terapias,
exámenes y medicinas cada caso.
Cada niño debe ser
evaluado en sus logros en particular y solo llegar al curso superior si llena
todos los logros propuestos, no se debe pasar por pasar ó porque tiene tal edad
ó tal talla, es de entender que nadie aprende por edad, ni por tamaño, como
ocurre en algunos colegios, sino por habilidad personal y dirección adecuada.
En mi consulta, me encuentro frecuentemente con niños de 8 años en cuarto o
quinto de primaria, con quejas en atención, escritura o lectura y al ser
evaluados, el problema es una falta en los aprestamientos básicos o promoción
automática sin llenar logros porque tiene tal o cual edad o porque después lo
aprenderá.
La mayoría de niños
remitidos por hiperactividad de los colegios o los Psicólogos a mi consulta no
lo son. En su lugar encuentro trastornos de integración sensorio motriz fina
y/o gruesa, trastornos en posturas, hipotonos de cinturas escapular y/o pélvica
que alteran posturas y los hacen modificar su eje cada minuto y problemas de
normas, respetos y pautas comportamentales, por disfunciones familiares o falta
de reglas y normas en los hogares, amén de la poca tolerancia que algunos
colegios y/o profesores tienen. Estos niños no se medican, se tratan con
terapias de integración, programas de modificación de conducta para el niño y
la familia, programas de premios y castigos, una dosis de tolerancia y amor y
el cambio es bastante importante en la mayoría de los casos. En resumen,
debemos volver la vista a la responsabilidad que implica educar en lo
cognitivo, emocional y académico, o sea una educación más integral, más aun en
niños de preescolar, para tener buenos estudiantes de primaria y bachillerato,
que van a ser los futuros profesionales que rijan los destinos de esta patria
“agobiada y dolida” como reza la novena de Navidad, o como dijo García Márquez
“Que los niños hagan lo que saben desde la Cuna, y que tengan la oportunidad
que no tuvo el Coronel Aureliano Buendía”
Mil gracias.
Santiago S.
Cruz-Zamorano
Neurólogo Infantil
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