Jueves 03 de octubre de
2013 | 17:06
Adriana, correntina de
41 años, se curó tras dos años de tratamiento; cada año se detectan unos 400
nuevos casos; es una enfermedad curable y no contagiosa
Foto: Archivo |
Cuando escuchó que tenía lepra Adriana,
una ama de casa de 41 años, pensó que se moría. En un segundo, se imaginó qué
iba a pasar con sus seis hijos. "Me agarró un miedo que no sé describir.
Lo primero que pensé es que no tenía cura, porque antes se escuchaba que no
tenía cura esa enfermedad", relata a LA NACION ahora que tiene el alta
médica, después de dos años de tratamiento. "Pensaba que la lepra no
existía hasta que me tocó a mí", se sincera.
Pero hasta que Adriana
dio con la doctora María Emilia Villani, que la diagnosticó con precisión en el
Hospital Álvarez, lo suyo fue estar un año y cuatro meses probando cremas que
le agravaban su problema. Cuenta que se acercó cuando tenía algunas ronchas en
el brazo, pero luego fueron avanzando por todo el cuerpo: tenía en la espalda,
las piernas. "Después tenía por todos lados, lo único que se salvaba era
mi cara. Me asusté mucho", dice.
Además de asustarla las
ronchas le molestaban y sobre el final, ya no la dejaban vivir. "Tenía
ardores, picazón. Ya no podía dormir, pasaba toda la noche sentada. A veces me
levantaba a las dos de la mañana a bañarme con agua tibia para ver si se
calmaba", cuenta esta correntina que hace 16 años dejó su vida de inundaciones
y precariedad en su provincia para probar suerte en González Catán. Por eso
cuando dieron con el diagnóstico para ella fue la salvación.
"Tenía ardores,
picazón. Ya no podía dormir, pasaba toda la noche sentada. A veces me levantaba
a las dos de la mañana a bañarme con agua tibia para ver si se calmaba"
Aunque ya sea
considerada una enfermedad milenaria y extinta en muchos países, en la
Argentina subsiste. Cada año se registra un promedio de 400 nuevos casos, cifra
que sería aún mayor si se toma en cuenta que existe una tasa oculta del 30 por
ciento, según estimaciones de los especialistas de la Sociedad Argentina de
Dermatología (SAD).
"Muchos pacientes
llegan con la enfermedad muy avanzada porque no tienen un diagnóstico temprano.
Algunos no consultan por desconocimiento, pero también a veces pasan dos o tres
años sin diagnóstico porque muchos médicos no toman en cuenta que la lepra aún
existe", afirman desde la SAD.
En el caso de Adriana
perdió más de un año, probó decenas de cremas que no atacaban su problema sino
que, por el contrario, avanzaba más su lepra. "Nadie sabía lo que tenía y
mientras tanto las ronchas avanzaban hasta que me cubrieron todo el
cuerpo", vuelve a recordar. Ahora está tranquila: se hace controles cada
tres meses como para un seguimiento pero está sana. También a sus hijos se los
controla, pese a no ser una enfermedad contagiosa. "Desde el principio la
médica me dijo que no contagiaba y pudimos seguir usando los mismos cubiertos,
las mismas toallas, todo compartido", detalla, para espantar el prejuicio
generalizado del contagio.
DETECTAR LA LEPRA A
TIEMPO
Para evitar que la
enfermedad avance, es de gran relevancia llevar a cabo campañas de difusión
para que las personas se acerquen a consultar y para que los médicos estén
atentos a la posibilidad de que sea un cuadro de lepra. Esto es lo que lleva
adelante, como cada año, la primera semana de octubre, la SAD.
La médica dermatóloga
Silvia Costantini, del hospital Zubizarreta, coordinadora de estas campañas,
sostiene que pese a las ideas erróneas que circulan respecto de esta
enfermedad, y si bien el diagnóstico no es sencillo,
El doctor Jorge
Tiscornia, del Hospital Ramos Mejía y coordinador de la campaña de prevención
de la lepra, afirma que "en la persona infectada se puede presentar desde
una mancha hasta lesiones en los órganos internos. Hay pacientes que llegan a
estar años sin que se les detecte la patología".
Tiscornia agrega que
"por eso es fundamental que la población y los médicos estén atentos para
poder detectar rápidamente los síntomas", y recuerda que los medicamentos
son gratuitos para los pacientes en hospitales y centros públicos de
salud".
La interacción con el
Programa Remediar que lleva adelante el Ministerio de Salud Pública de la
Nación posibilitó que hoy, a diferencia de otras épocas, la distribución y
entrega de medicamentos gratuitos a los pacientes afectados por lepra, se
encuentra regularizada en tiempo y forma. Por este sistema Adriana consigue aún
hoy y desde hace dos años medicamentos que, si tuviera que pagarlos de su
bolsillo no podría: tendría que desembolsar 1500 pesos por mes.
LOS MÁS AFECTADOS POR LA
LEPRA
Las estadísticas señalan
que las provincias argentinas en las que más casos se detectaron en 2012 son
Formosa, Chaco y Buenos Aires, aunque en términos absolutos se registran en la
mayoría de las provincias argentinas y en la capital de nuestro país.
Los médicos
especializados en esta enfermedad curable describen con claridad los síntomas
más evidentes de la lepra: aparición de manchas (máculas) en la piel con
disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello y/o de la transpiración.
Esta enfermedad afecta preferentemente a la piel y a los nervios periféricos, y
en ocasiones a las mucosas y órganos internos.
Mediante campañas como
la que desarrolla en la primera semana de octubre de cada año la SAD se intenta
combatir a la lepra con el objetivo de hacerla desaparecer por completo del
espectro de patologías que afectan a la población. De este modo se pretende
transformar el tema en un asunto de interés público.
SOBRE LA LEPRA EN LA
ARGENTINA
La bacteria
Mycobacterium leprae fue descubierta en 1874 por el médico noruego Gerhard
Hansen por lo que se la llama también bacilo de Hansen. Aún en aquellas
provincias argentinas en las que no se han detectado o informado sobre nuevos
casos de lepra, ello no significa que la enfermedad no existe en esos territorios,
ya que la tasa oculta de pacientes que contrajeron lepra es cercano al 30 por
ciento.
"En la Argentina se
diagnostican entre 350 y 400 casos de lepra al año. Se trata de una enfermedad
que se caracteriza por ser una endemia de moderada magnitud y focalización en
las regiones noreste, noroeste y en el centro del país"
Los especialistas
enfatizan que "tiene que haber como mínimo un período de cinco años de
incubación de la enfermedad".
En abril de 2012,
durante un encuentro de profesionales médicos realizado en Tucumán, un
comunicado del Ministerio de Salud de la Nación que "en Argentina se
diagnostican entre 350 y 400 casos de lepra al año. Se trata de una enfermedad
que se caracteriza por ser una endemia de moderada magnitud y focalización en
las regiones noreste, noroeste y en el centro del país. En el resto del
territorio, el problema carece de significación estadística. Mientras tanto, a
nivel mundial se diagnostican unos 230.000 nuevos caso anuales".
El mismo informe oficial
señalaba también que la cartera nacional de salud tiene el objetivo de
"lograr la erradicación de la lepra para 2016".
La 14° Campaña de
Educación y Prevención de la Lepra se desarrolla la primera semana de octubre
cada año en la Argentina; mañana habrá una charla para pacientes en el Hospital
Ramos Mejía. Consultá los centros de
atención en todo el país.
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