El dolor durante el
parto es uno de los temas que más inquietan a las futuras mamás. Desde hace
siglos se ha intentado disminuir el dolor durante el parto a través de métodos
diversos, y hoy os hablamos de uno de ellos, el método Bradley para
controlar el dolor durante el parto.
Este método se llama así
en honor a su creador, el Dr. Robert A. Bradley (1917-1998), a quien se le ha
atribuido el crédito de hacer que los padres regresen a la sala de partos, ya
que la figura paterna es importante en su teoría, según veremos a continuación.
Fundamentalmente, se prepara a la pareja para confiar en sus instintos y
transformarse en participantes informados en el proceso del parto.
El método Bradley
(también conocido como “husband-coached
childbirth“, algo así como ‘parto entrenado o asistido por el padre’)
enfatiza el enfoque natural del parto y la participación activa del padre del
bebé como ayudante. Uno de los principales objetivos de este método consiste en evitar
la medicación a menos que sea absolutamente necesaria.
A pesar de que el método
Bradley defiende una experiencia de parto exenta de medicación, en las clases
también se prepara a los padres para posibles complicaciones o situaciones
inesperadas, como una cesárea de urgencia.
Se les enseña a los padres a ser
responsables con sus decisiones y que se informen sobre los procedimientos
habituales en el lugar en que la mujer dará a luz, así como que hagan saber sus
intenciones (algo así como presentar su plan de parto). Al principio no
contemplaba al padre en sus teorías, pero con el tiempo amplió su método de
parto para incluir la instrucción extensa del padre como “entrenador” para el
parto.
El método Bradley
también hace hincapié en la alimentación sana y equilibrada, la práctica del
ejercicio físico durante el embarazo y las técnicas de relajación y respiración
profunda como formas de afrontar el dolor en el parto.
Según Bradley, éstas
serían las seis necesidades de la parturienta: la relajación profunda y
completa, la respiración abdominal, la soledad en la tranquilidad, la comodidad
física, la oscuridad y los ojos cerrados y la aparición del sueño.
Tiene gran importancia la
relajación para el alivio del dolor, que las parejas practican a diario
antes del parto, de modo que cuando llega el momento de dar a luz la mujer
adquiere la relajación necesaria condicionada a la voz y el tacto de su pareja.
Después del parto, se hace
hincapié en el amamantamiento inmediato y el contacto constante entre los
padres y el bebé. El método Bradley es la opción que eligen muchas mujeres
que dan a luz en su hogar o en otros ámbitos no hospitalarios.
Parir sin anestesia,
como en el mundo animal
El Dr. Bradley
desarrolló su método con el propósito de eliminar y borrar de la obstetricia
las drogas, cuando estaba de moda y tan extendido el “sueño
crepuscular” y la anestesia general en los partos en hospitales.
Habiendo sido criado en
una granja y presenciado muchos nacimientos de animales como parte de la vida
agrícola, el Dr. Bradley creía que las mujeres, como los animales que había observado,
pueden dar a luz sin medicamentos y sin angustia. Esta comparación con el mundo
animal nos recuerda a Michel Odent y sus teorías.
Basándose en las
observaciones de mamíferos sudando durante el parto y el nacimiento, Bradley desarrolló un método de parto
para enseñar a las mujeres para hacer las cosas que las madres hacen por
instinto animal, enseñar algo que habían olvidado con el paso de los siglos.
Poco después de comenzar
a aplicar su nuevo método de parto en un ensayo con enfermeras embarazadas, el
Dr. Bradley comenzó a creer que la presencia y el apoyo del padre durante el
parto era importante para el éxito de la madre en el logro de un parto natural.
Como hemos dicho,
Bradley se convirtió en un pionero en la inclusión de los padres en el proceso
del parto, pero en cuanto a la anestesia y a la consideración de la mujer en
este momento de la vida a muchos les pareció que dio unos cuantos pasos atrás,
menospreciando avances médicos importantes para la atención de la mujer en el
parto y con unas comparaciones con el mundo animal que no a todos agradaron.
Y no nos referimos sólo
a médicos o anestesistas que vieran peligrar sus puestos de trabajo, sino a
muchas mujeres, madres, que consideraban que la negación de la anestesia era
poco menos que un atentado contra su libertad, cuando no un método de tortura
de otros tiempos al que se las quería volver a someter.
Es una apasionante
historia que estoy descubriendo la de la lucha entre matronas y
obstretas, gurús de lo natural y médicos, madres y hombres, mujeres y
médicos…. difícil de simplificar y que, a diferencia de lo que podemos pensar,
lleva desarrollándose desde hace unos siglos.
El método Bradley sería
un eslabón más de la moda por lo “natural” que muchos verían (ven) con malos
ojos y otros entronizan como la verdad absoluta, pero que a mí simplemente me
parece una técnica de la que quedarse con lo mejor y no incompatible con el
parto hospitalario o atendido médicamente.
Pronto volveremos con
más datos acerca del método Bradley para controlar el dolor en el parto,
un método que hoy día se ha profesionalizado y hecho oficial, aunque carece de
contenidos demasiado originales, pero que supuso un hito por el momento en el
que se popularizó.
Sitio Oficial | The Bradley Method
Más información | Wikipedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!