Gema Lendoiro
Día 16/03/2013 - 02.08h
Te contamos lo que debes
y lo que no debes hacer para portear bien
Con toda probabilidad lo
has visto en más de una ocasión y puede que hasta te haya sorprendido. Incluso
habrás escuchado que eso de llevar a los bebés encima, que en realidad se llama
portear, y que parece estar tan de moda, lo hacen las mamás que son hippies o
unas modernas. Nada más distante de la verdad. Puede que el término porteo sea
nuevo pero no a lo que hace referencia; llevar a los niños en brazos con un
pañuelo o algo que los sujete bien. Los niños se han llevado encima de las
personas mayores mientras no caminaba de toda la vida.
Los carritos para que
los niños vayan tumbados son un invento reciente. Hay constancia de que los
primeros aparecieron por el siglo XVIII pero, como ocurría con casi todo en el
antiguo régimen, sólo estaban al alcance de unos pocos: la gente rica. No será
hasta el siglo XX cuando empiece su uso generalizado y ya en masa cuando la
mujer entra de lleno en el mundo laboral.
Hasta que no nacieron
los carritos y las sillitas para estar en casa, para dormitar… los bebés iban, literalmente
a cuestas, en brazos. Y muchas veces las mamás se los llevaban a trabajar con
ellos, a veces al campo. Hacía falta ingeniárselas como fuera para poder hacer
ambas cosas a la vez, y así nació el porteo. No se sabe cuántos años tiene pero
sí que es muy antiguo, casi tanto como el hombre. En algunas culturas todavía
practican el porteo como modo habitual, tal y como lo llevan haciendo siglos,
para realizar las tareas más cotidianas, aunque sea labrar la tierra.
El porteo es una de las
maneras más efectivas de generar vínculos
La semana pasada veíamos
una vuelta a los orígenes, a las raíces de la crianza y hablábamos de la
importancia del apego como método para criar a los hijos de una manera más
natural. El porteo es, sin duda, una de las maneras más efectivas de generar
vínculos de apego entre la madre y éste. Y esto es así por razones obvias. Los
bebés poseen una necesidad ineludible de ser abrazados, protegidos, de
permanecer en contacto permanente con el cuerpo de los adultos, preferiblemente
de la madre en etapas tempranas. No saben hablar, no entienden nuestras
palabras si les decimos que les queremos, ellos, más que ningún ser humano,
necesitan hechos y, ¿qué mejor que un abrazo continuo, besos todo el rato y muy
pegaditos a su mamá?
Los bebés que son
porteados lloran menos, duermen mejor, tiene digestiones más fáciles. ¿Qué
motivo tendría un bebé, salvo el hambre, de llorar si está acurrucado en el
pecho de su madre y escucha los latidos de su corazón como cuando estaba en el
útero? Las teorías que aseguran que se acostumbran tienen razón, desde luego
que la tienen. ¡Claro que se acostumbran a estar en los brazos! Los bebés no
son tontos, al contrario, tienen sus instintos a flor de piel y por eso les
encanta estar en brazos. La pregunta sería, ¿qué tiene de malo acostumbrarse a
que una madre te bese y abrace todo el rato? Nada hace más seguro a un ser
humano que saber que tiene una familia que lo acoge y protege, que lo ayuda a
caminar pase lo que pase.
Llevar a los niños en
brazos es un instinto muy especial en mujeres
Eso nadie lo discute,
entonces ¿por qué esa manía con no coger en brazos a los niños? No sólo es
bueno, es indispensable, es lo natural. Es un instinto que sale muy
especialmente a las mujeres tras dar a luz querer tener a sus hijos en brazos.
Si esto le sucede a la inmensa mayoría ¿será que la naturaleza nos está
comunicando algo? Sí, que hagamos caso al instinto y los cojamos en brazos.
Nada hay más potente en el ser humano que el instinto y en el caso de una mujer
recién parida este se agudiza para garantizar la supervivencia del bebé que
acaba de nacer.
Poco a poco las madres
(y también algunos padres) se han ido concienciando de que una manera de
crianza más natural es lo más adecuado y, por ello, practican otras maneras de
hacer las cosas y, entre ellas, está el porteo. Crianza natural es aquella que
vuelve a la esencia de las cosas, a las más sencillas y, por cierto, más
baratas. Muchos besos, mucha atención, muchos abrazos, cariño, suavidad, amor
en mayúsculas…Y, cómo no, el porteo. Gracias a él puedes seguir haciendo muchas
cosas y tener a tu bebé en brazos.
Como en todas las cosas
se hace imprescindible tener información. Especialmente para no cometer errores
que afecten a la salud de nuestros hijos. Desafortunadamente algunas famosas
que son madres son fotografiadas constantemente porteando de manera inadecuada,
es decir, con mochilas que no son buenas para el bebé. Están homologadas pero
pueden afectar a la salud del niño. Y están homologadas porque cumplen unos
mínimos pero no son las adecuadas.
Mucha información
Afortunadamente ahora
disponemos de numerosa información así que no es nada difícil encontrarla en la
web. Hemos hablado con las responsables de un portal dedicado única y
exclusivamente al porteo www.brazosyabrazos.es Su dueña, una emprendedora a
pesar de la crisis, mamá también, está muy concienciada con la crianza con
apego, por ello ha creado este espacio donde lo cuentan todo sobre el porteo.
En la página, además de interesantes artículos, puedes encontrar una tienda
online donde hacerte con sus productos para poder portear de manera segura.
Hemos pedido que nos cuenten cómo se hace el porteo adecuadamente.
«La diferencia más
reseñable, sin duda, es la posición que el bebé adquiere dentro del portabebé.
En un portabebé convencional o una mochila colgona, como se dice comúnmente, el
bebé va colgado, su espalda está recta y todo el peso recae sobre sus
genitales, de tal manera que las piernas se tensan y quedan estiradas; ésta es
una posición antinatural, incómoda y perjudicial, ya que impide el correcto
desarrollo de su espalda, cadera y piernas y daña la zona genital, que no está
preparada para soportar tanto peso.
Existe otro tipo de
portabebés, los portabebés en forma de C que son como un saco o bolsillo, que
tampoco se consideran ergonómicos porque la posición que adquiere el bebé en su
interior no es la correcta; no es cómoda ni segura para él porque va acostado de
tal manera que su barbilla está en contacto con su pecho, lo que puede
dificultar su libertad de movimiento, su capacidad de respiración y llanto para
pedir ayuda, lo que puede suponer un riesgo de muerte por sofocación.
Además, este tipo de
portabebés no se ajustan al cuerpo del portador por lo que el hecho de que el
bebé no vaya pegado y bien sujeto al cuerpo de su portador hace que el
portabebé cuelgue y se balancee, aumentando el riesgo de caída del bebé (lo que
le sucedió a Helena Tablada con su hija recién aterrizada de Miami que casi se
le cae el bebé al suelo con la mochila que llevaba, muy bonita, muy de diseño
pero nada segura).
En un portabebé
ergonómico la postura del bebé es totalmente natural; va erguido y pegado a su
porteador, adoptando su espalda la forma de C al igual que en el útero materno
y sentado de tal manera que todo el peso recae sobre su culete; sus piernas
están flexionadas, las rodillas quedan a la altura de su ombligo formando una M
con respecto a su culete, lo que se conoce como «posición ranita», una posición
no solo cómoda sino totalmente respetuosa con su fisionomía que además
garantiza el correcto desarrollo de su espalda, cadera y piernas.
Entonces, ¿cómo se hace?
Hay una gran variedad de
portabebés ergonómicos que se adaptan al bebé a lo largo de su desarrollo y a
las necesidades o preferencias de los papás, según explican en brazos y
abrazos:
- Bandolera:
Se compone de una tela
larga (2m de largo x 70cm de ancho aprox.) con dos anillas en uno de sus
extremos. Reparte el peso sobre un hombro y espalda, por lo que está
recomendado para portear en períodos cortos de tiempo o para momentos
puntuales. Permite portear desde el nacimiento y hasta el final del porteo, así
como diferentes posiciones. Es ideal para amamantar al bebé y para la época en
la que el bebé comienza a caminar y se sube-baja con frecuencia.
- Fular tejido:
Es una tela larga que,
mediante su anudado, se ajusta punto por punto y perfectamente al cuerpo del
porteador y del bebé. Requiere de cierta técnica para su anudado, técnica que
se adquiere con práctica comenzado por el anudado más sencillo, y precisa ser
anudado con el bebé en brazos. Es el portabebés más versátil que se adapta
perfectamente al bebé en todas sus etapas y al portador según sus necesidades
de uso. Ofrece un excelente soporte y se puede usar desde el nacimiento hasta
el final del porteo.
- Fular elástico:
Es una variante del
fular rígido a cuyo tejido se le añade fibra elástica lo que permite que el
fular pueda ser preanudado antes de colocar al bebé en él, y que no sea
necesario deshacer el anudado para meter o sacar al bebé las veces que se
precise. Se puede usar desde el nacimiento, incluso en bebés prematuros, pero
dada su elasticidad el tiempo de uso es más limitado, por lo que se aconseja
hasta el año de edad o los 10 kg de peso aproximadamente, siempre en función
del desarrollo del bebé.
- Mei-tai:
Es un portabebé asiático
compuesto por un cuerpo rectangular y cuatro tiras, dos que salen de los
extremos superiores y dos de la base (una hacia cada lado), anudándose a la
cadera. Es muy fácil de usar, pues el anudado es muy sencillo y básico; se
puedes usar delante, a la cadera y a la espalda, reparte el peso entre hombros,
espalda y caderas y ofrece muy buen soporte y comodidad al bebé. Se recomienda
su uso a partir de los 6-7 meses del bebé (en función de su desarrollo, siempre
teniendo en cuenta que mantenga la postura erguida y pueda sentarse por sí
solo) y puede ser usado hasta el final del porteo.
- Mochila ergonómica:
Tiene el cuerpo
preformado, tiras anchas y acolchadas que reparten el peso en los hombros y una
banda ancha en la cadera, sobre la que recae la mayor parte del peso. Se ajusta
punto por punto mediante correas, trabillas o cremalleras en diferentes puntos
y se abrocha con cierres automáticos. Se recomienda su uso a partir de los 6-7
meses del bebé (en función de su desarrollo, siempre teniendo en cuenta que
mantenga la postura erguida y pueda sentarse por sí solo) y puede ser usado
hasta el final del porteo.
¿Cuál será el mejor para
mí?
—Para elegir tu
portabebés deberás tener en cuenta principalmente:
•El tipo de porteo vas a
practicar (ocasional o habitual).
•La edad del niño que va
a ser porteado y su desarrollo físico (porque hay portabebés condicionados al
tiempo del bebé).
•Si estás dispuestos a
hacer nudos o prefieres un sistema de cierre y ajuste más sencillo o
automático.
—Otros factores a tener
en cuenta pueden ser:
• Si solo quieres un
portabebés que te sirva para toda la etapa de uso con el bebé o si estás
dispuesta a hacerte con dos o más portabebés (no olvidemos que ¡el porteo
engancha!).
• La climatología de la
zona en la que vives o la estación del año en el que va a ser usado (si es una
zona muy calurosa, de temperatura suaves o, por el contrario, una zona de
frío), si piensas portear en una época en concreto, pues hay diferentes fibras
y tejidos apropiados para las diferentes épocas del año y climatologías.
• Que solo lo vayas a
usar tú o pueda ser usado por varios portadores, pues hay portabebés que se
adaptan a las diferentes complexiones y otros que van por tallas, dependiendo
del porteador.
La página brazos y
abrazos contiene toda la información necesaria y explicaciones de cómo
comprarlos, cómo usarlos, consejos y toda una información muy útil para poder
portear a tu bebé y llenarlo de todos los besos que tú quieras.
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