martes, 27 de agosto de 2013

¿Dónde amamanto a mi hijo?

SOCIEDAD
La prohibición a una mujer de dar el pecho a su bebé en una tienda abre el debate sobre una cuestión sin regulación legal en España
 24 de agosto de 2013. 00:30h
B. Herrero/L. Benito.



Este acto crea controversia entre los propios expertos en leyes. 
No se ponen de acuerdo en determinar quién tiene la razón Efe


Madrid- La polémica en torno al hecho de si una madre puede dar o no el pecho a su hijo en espacios públicos se ha reabierto a raíz del tuit publicado el pasado 12 de agosto por Carmen Vega que ha revolucionado las redes sociales: «El otro día me echaron de Primark Valladolid por amamantar a mi hijo, diciéndome que podía incomodar a otros clientes. Vergonzoso». Según relata esta madre lactante, el responsable de seguridad de la tienda «se acercó invitándome a desplazarme hasta la sala de lactancia del centro comercial para no incomodar a sus clientes». Fuentes de la compañía aseguraron que «Primark no prohíbe a las mujeres dar el pecho pero siempre pondrá a su disposición todas las facilidades que estén en su mano para asegurar el máximo confort y seguridad». Respecto a lo sucedido con Carmen, lamenta «el malentendido que se ha generado sobre este tema. Nuestro personal estaba informando acerca de la disponibilidad de espacios especiales dentro del centro comercial». Con todo, la polémica está servida. ¿Puede una mujer amamantar a su bebé en un establecimiento comercial o en cualquier otro lugar público? Para Begoña Villacís, responsable fiscal, laboral y mercantil de Legalitas, este tema «no es un terreno nada pacífico en el ámbito del Derecho». La realidad es que en España existe un vacío legal respecto al acto de dar de mamar a un niño en espacios públicos y privados pero, según considera Villacís, en este caso «el derecho de admisión tiene sus límites donde empiecen los derechos fundamentales de los ciudadanos». Así, entiende que «el derecho fundamental de un niño a ser alimentado prevalece sobre el derecho de admisión» y, si una madre es obligada a abandonar un establecimiento por estar haciéndolo, «estaría siendo discrimanada, porque no es un acto obsceno, sino inherente a la naturaleza de la mujer». Otra opinión muy distinta es la que mantiene el abogado de familia Adolfo Alonso, quien considera que «prima el derecho del propietario del local a regular sus normas de uso de acuerdo con lo que considere oportuno», teniendo en cuenta que «un cliente puede protestar porque este hecho perturba su tranquilidad». No obstante, Alonso recalca que «no existe una normativa general que disponga las directrices para llevar a cabo este acto»; por tanto, «mientras que no esté prohibido expresamente en espacios públicos, está permitido».

Las asociaciones de consumidores indican que no les constan quejas. Rubén Sánchez, portavoz de Facua, señala que «se vulnera la legislación del derecho de admisión puesto que se expulsa a una persona que no comete delito alguno. Es más, estamos ante una situación de urgencia ya que hay un bebé que necesita comer». En este sentido versa el discurso de Encarnación Pérez, matrona jubilada y que ha ostentado cargos en la Asociación Asturiana de Matronas. «Las necesidades del niño no están reguladas y además, la lactancia es un fenómeno natural». Aun así, la experta explica que en las sesiones preparatorias al parto, se informa a los asistentes de que pueden darse situaciones incómodas. «De hecho, en una cafetería de Avilés una madre se vio envuelta en un conflicto similar». Y éste no es el único caso en España. En 2007, la seguridad del Museo del Prado «aconsejó» a una madre que se fuese a los aseos o a la cafetería del recinto en lugar de dar de comer al niño en la sala en la que la visitante admiraba el cuadro de «La Maja Desnuda». Debido al revuelo ocasionado, la dirección habilitó «un rincón para la lactancia», tal y como recuerda Inma Mellado, monitora de la Liga de la Leche, una ONG que apoya a quienes deciden dar el pecho. «Estoy segura de que ahora muchas madres estarán alimentando a sus hijos sin ningún problema pero se producen altercados aislados», apunta. Por el momento, la Liga de la Leche ha contabilizado casos en Vizcaya, Cataluña, en una piscina municipal de Madrid y en un restarurante donde «al expulsar a la madre del establecimiento, la mujer optó por llamar a la Policía y las autoridades sancionaron al restaurante».

¿Qué ocurre en otros países?

En Suecia, al igual que en el resto de países del norte de Europa,se promueve que la lactancia materna se lleve a cabo en cualquier sitio

EE UU. Aunque se han promulgado normas para que dar el pecho sea legal, cada año se detiene en algunos estados a 12.000 mujeres

En Brasil existe un plan nacional en materia de lactancia: en los hospitales informan a las madres de las ventajas de la leche

Las leyes en Reino Unido son más claras. Hay normas que indican claramente que impedir la lactancia en público a una mujer es una discriminación

El gesto comercial

Cada vez son más las áreas comerciales que incorporan salas de lactancia para «hacer más cómoda esta situación para la madre y el niño», como indican responsables de La Vaguada, en Madrid, donde existen dos espacios destinados a tal fin. Desde este centro explican que «cuando una madre está dando el pecho a su hijo en una tienda o un restaurante, o incluso en áreas de descanso del centro, los empleados les indican que dispone de salas donde podrá hacerlo con mayor holgura». En todo caso, cada establecimiento regula este hecho. Por ejemplo, en la política de Primark figura que «no prohíbe a las madres lactantes dar el pecho. El cliente puede solicitar una zona tranquila y privada dentro de la tienda para amamantar a su hijo».

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