Jorge Bergoglio, un sacerdote jesuita de carrera
Miércoles 13
de marzo de 2013 | 18:04
El nuevo
Papa inició su carrera en la Iglesia a los 21 años tras recibirse como técnico
químico; en 2005 fue el segundo más votado luego de Ratzinger
El nuevo
Papa Francisco I, es el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
Jorge Mario
Bergoglio, es uno de los 183 cardenales de la Iglesia Católica y el actual
arzobispo de Buenos Aires, además del primado de la Argentina.
Sacerdote
jesuita nacido el 17 de diciembre de 1936 en la ciudad de Buenos Aires,
Bergoglio es hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario (ex empleado
ferroviario) y Regina (ama de casa).
Egresó de la
escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 (ahora E.T.Nº 27) Hipólito Yrigoyen
con el título de técnico químico, pero a los 21 años (en 1957) decidió
convertirse en sacerdote. Miembro de la Compañía de Jesús, Jorge Bergoglio fue
considerado uno de los fuertes candidatos a tomar el lugar de Juan Pablo II
cuando éste murió, el 2 de abril de 2005.
En aquel
momento, eran 117 los cardenales menores de 80 años en condiciones de votar
para elegir un nuevo papa, entre los cuales se encontraba el cardenal
Bergoglio, de quien se dice que logró obtener 40 votos de los 77 necesarios
para ser elegido.
Pero el
cardenal alemán Joseph Ratzinger, de 77 años y miembro de la poderosa
Congregación de la Doctrina de la Fe, fue elegido en la tercera votación, en la
que finalmente apareció el humo blanco, tras dos fumarolas negras vistas en el
techo del Vaticano.
CARRERA
SACERDOTAL
Jorge
Bergoglio fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, desempeñándose
como superior provincial de los jesuitas, entre 1973 y 1979, en plena dictadura
militar, tiempos violentos en los que le tocó reencauzar la misión pastoral de
la orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola.
Luego de una
gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo
titular el 20 de mayo de 1992, ejerciendo como uno de los cuatro obispos
auxiliares de Buenos Aires. El 28 de febrero de 1998 tomó el cargo de arzobispo
de Buenos Aires, sucediendo a Antonio Quarracino.
Durante el
consistorio del 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo nombró cardenal
del título San Roberto Belarmino. Además, se constituyó en el primado de la
Argentina, resultando así el superior jerárquico de la Iglesia católica
argentina.
Jorge
Bergoglio fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos
períodos. Impedido por el estatuto de asumir un nuevo mandato, durante la 102º
asamblea plenaria de ese organismo se eligió al arzobispo de la Arquidiócesis
de Santa Fe de la Vera Cruz, José María Arancedo, para sucederlo.
En la Santa
Sede es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los
Sacramentos; de la Congregación para el Clero; de la Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica; del
Pontificio Consejo para la Familia y la Pontificia Comisión para América Latina.
Hoy, el
Cardenal Jorge Bergoglio será uno de los dos cardenales argentinos, junto a
Leonardo Sandri, de 69 años, que participarán del cónclave que elegirá al
sucesor del papa Benedicto XVI.
UNA VIDA
AUSTERA Y EJEMPLIFICADORA
Proclamado
cardenal tres años después, Bergoglio vive solo, en un departamento sencillo,
en el segundo piso del edificio de la Curia, al lado de la Catedral.
Desde la
ventana de su departamento, ubicado en el segundo piso del edificio de la
Curia, al lado de la Catedral de Buenos Aires, observó con sentida preocupación
el estallido de la crisis de diciembre de 2001 en la Plaza de Mayo, que derivó
en la renuncia de Fernando de la Rúa. Hasta su cuarto llegaban los gases
lacrimógenos. Al ver con indignación cómo una señora era golpeada por agentes
policiales, tomó el teléfono para hablar con el ministro del Interior y fue
atendido por el entonces secretario de Seguridad, Enrique Mathov, a quien le
pidió por favor que la policía supiera diferenciar entre los activistas y los
simples ahorristas.
Enemigo de
apariciones estridentes, Jorge Bergoglio rehúye toda exposición en los medios
de comunicación. Mantener un estricto bajo perfil le permite viajar en
subterráneo y en colectivo como cualquier pasajero. Con frecuencia confiesa en
la Catedral como un sacerdote más. Tras la masacre de Cromagnon recorrió
hospitales para estar al lado de los heridos y familiares de las víctimas.
Al poco
tiempo de ser ordenado sacerdote padeció problemas respiratorios y, tras una
operación, sufrió la pérdida de un pulmón. Hoy goza de muy buena salud, fruto
de la vida austera y rigurosa que siempre ha observado.
Cuando viaja
a Roma, no le gusta mostrarse con los atributos de un cardenal. Por eso es
frecuente verlo con un sobretodo negro, para no hacer ostentación de la
llamativa vestimenta de los purpurados. Además, cuando el Papa lo proclamó
cardenal, a diferencia de otros, no se compró una vestimenta nueva, sino que
ordenó arreglar la que usaba su antecesor Quarracino.
Su primer
acto de gobierno al asumir en la arquidiócesis fue crear la Vicaría Episcopal
de Educación, un virtual ministerio que tiene bajo su jurisdicción tantas
escuelas y alumnos como los que atiende el gobierno porteño. Pero, a diferencia
de los clásicos consejos de educación católica, su premisa es dedicar los
esfuerzos de la Iglesia a toda la educación, no a los intereses de los colegios
católicos.
En sus
homilías, el cardenal revaloriza en forma permanente el sentido de la patria y
las instituciones y, pese a su formación técnica de ingeniero químico, es un
apasionado lector de Dostoievski, Borges y autores clásicos. Es habitual,
además, su presencia en actos ecuménicos e interreligiosos.
Fiel a su
baja exposición, el cardenal primado tiene afinidades muy escondidas pero
significativas. Así como el cardenal Juan Carlos Aramburu era muy aficionado al
boxeo, a Jorge Bergoglio le gusta el fútbol. Es simpatizante de San Lorenzo de
Almagro y una vez, cuando jugaba el goleador Alberto "Beto" Acosta,
el plantel le regaló una camiseta autografiada por los jugadores. También le
gusta el tango.
Con la
colaboración de Mariano de Vedia.
Muy lindo, VIVA EL PAPA FRANCISCO
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