Una de las cosas que más
me preocupaba comprar cuando nació Sam, era una silla de seguridad para viajar
en carro. Había oído varias historias trágicas de accidentes de tránsito con
bebés involucrados que prefiero no recordar. No es paranoia, es simple
prudencia, a mi parecer, y lógica también: un bebé es ligerito, sus huesos no
están acabados de formar, y un frenazo sin estar debidamente abrochado y
protegido puede ser peligroso. Así que desde que nació Sam, he tenido cuidado
de leer acerca del tema, y siempre hemos tenido un Maxi Cosi acorde con su edad
y peso.
Recientemente leí que la
Academia Americana de Pediatría acaba de cambiar sus recomendaciones en cuanto
al tipo de asiento infantil para coche y a la orientación que este debe tener.
Anteriormente recomendaban que los bebés viajaran de espaldas hasta que pesaran
aproximadamente 10 kilogramos, o al cumplir un año de edad. La nueva
recomendación de la AAP en cuanto a sillas de seguridad es que los niños viajen
mirando hacia atrás hasta al menos los dos años de edad, o hasta que alcancen
la estatura y/o peso máximos para ese asiento.
La razón para recomendar
que los bebés menores de 2 años de edad viajen de espaldas, se ve claramente
ilustrada en el siguiente video, está explicado en inglés, pero creo que las
imágenes hablan por sí solas. Lo narra un abuelo quien ha querido alertar a
otros padres para contribuir a evitar que le pase a otro niño lo que ha sufrido
su nieto. Explican que según diversos estudios, siempre estará más protegido el
niño, sobre todo su columna vertebral cuando estén sentados mirando hacia atrás
en el coche. De esta manera, en caso de haber un impacto o accidente, el cuello
del niño choca contra el espaldar, y éste lo protege. De lo contrario, cuando
un niño viaja en coche mirando hacia el frente, en caso de haber un frenazo
súbito, aún estando abrochado el niño, puede sufrir un latigazo, cabeceando
fuerte y bruscamente, lo cual puede causar desde leves molestias cervicales
hasta una decapitación interna.
Todos los padres
sabemos, que en ocasiones los niños se cansan al pasar largos ratos en carro, a
nosotros lo que nos ha funcionado es ir cantando cuando era pequeñito, reservar
algún juguete sólo para el coche, de modo que le haga ilusión volver a jugar con
él, y ahora que está un poco más grande, podemos jugar a identificar y nombrar
cosas que vemos por la ventana, etc. He oído decir a algunos padres que llevan
videojuegos o un reproductor de DVD en el carro para entretener al bebé, como
no soy muy amiga de los juegos de video y de dejar a los niños frente a la
tele, no he intentado eso. Lo que sí he llegado a hacer, en más de una ocasión,
es la acrobacia de dar el pecho en el carro, con mi cinturón abrochado, mi hijo
en su Maxi Cosi, y yo semi-recostada encima del asiento de seguridad para
amamantarlo y calmarlo. Sin duda alguna, lo más recomendable es hacer una
parada, y dar el pecho tranquilamente en un lugar adecuado, pero hay ocasiones
en que esto no es posible... así que toca Mama Sutra.
Para niños mayores, la
recomendación es que utilicen asientos con espaldar por el mayor tiempo
posible, hasta que alcancen los límites de edad y peso de la misma. Esto es
ideal porque los asientos normales del automóvil tienen dimensiones para
contener a un adulto, tanto la silla en sí, como el cinturón, que no sujeta de
manera adecuada a un niño. Aconsejan continuar usándolos hasta que el niño
cumpla unos 12 años y pese entre 40 y 50 kilos. A mí francamente me llamó la
atención el límite de peso, suponiendo que pudiéramos convencer a un niño de 12
años de seguir viajando en una silla de seguridad, ¿qué pasaría con los adultos
que pesan menos de 50kg? Tengo una amiga que con más de 30 años, aún pesa unos
45kg, la abuela de otra amiga ronda también el mismo peso... Y para esto
tenemos que considerar dos cosas: Primero, un adulto tiene todos sus huesos
terminados de formar, un niño no... y segundo la primera causa de muerte en
niños entre 2 y 14 años, son los accidentes automovilísticos, da qué pensar,
¿no?
Cuando ya rondan los 12
a 13 años, podemos realizar una sencilla prueba para saber si un adolescente
puede viajar sin asiento de seguridad. Safe Kids recomienda hacer un test
rápido para comprobar si el niño ya tiene el tamaño adecuado para el cinturón
de seguridad del auto, viajando sin elevador:
1.- Sienta al niño con
los glúteos y la espalda apoyados contra el espaldar. ¿Sus rodillas se doblan
en ángulo recto al borde del asiento?
De ser así, no hay
problema.
En caso de que no, debe
usar un asiento elevador.
2.-Abróchale el cinturón. Comprobando si la
parte horizontal queda apoyada en la parte baja de las caderas, por encima de
los muslos.
De ser así, no hay
problema.
Si la parte horizontal
del cintúron toca la barriga del niño, debe usar un asiento elevador.
3.- Observa la parte diagonal del cinturón.
Verifica si cae sobre la clavícula y el hombro.
De ser así, no hay
problema.
Si la parte diagonal del
cinturón queda apoyada sobre la cara o el cuello del niño, debe viajar con
asiento elevador.
Nunca pases la tira diagonal
bajo el brazo del niño, o detrás de su espalda. No permitas que los niños
jueguen con la parte del cinturón que debe ir sobre el hombro.
4.- Verifica si el niño
puede mantenerse correctamente sentado, y que a la vez la parte diagonal del
cinturón cae sobre su hombro, y la horizontal sobre sus caderas (sin estirarse,
obviamente).
En caso de que sí, el
niño ha aprobado la prueba de ajuste del cinturón y puede viajar tranquilamente
sin asiento de seguridad, ni elevador.
En caso de que no, debe
continuar usando un elevador. Pueden repetir la prueba al pasar un mes o dos.
¿Y tú? ¿Llevas siempre a
tu bebé sentado y bien abrochado? ¿Lo llevas hacia el frente o hacia atrás?
¿Conocías estas recomendaciones?
Foto © Roy
McMahon/Corbis
Más info, en inglés:
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