El pasado 5 de
noviembre, el Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta por un
probable caso de rubéola en una mujer embarazada de la Ciudad de La Plata. Te
contamos cuáles son los riesgos de esta enfermedad durante la dulce espera, y
qué debés hacer para prevenirla.
La rubéola es una
infección viral típica de la infancia que rara vez provoca complicaciones.
Excepto durante el embarazo. Se presenta como una enfermedad leve que comienza
con dolor de cabeza, cansancio, malestar general, fiebre baja, y un aumento de
tamaño de los ganglios en la nuca, el cuello y detrás de las orejas. Aparecen
luego unas pequeñas manchas rojizas, que comienzan en la cara y que dentro de
las 24 horas se expanden al resto del cuerpo, erupción bastante similar a la de
otras enfermedades virales, como la quinta enfermedad o la infección por
enterovirus. De todos modos, cabe señalar que en un 50 por ciento de los casos
puede cursar sin ningún síntoma.
El virus se transmite
por medio de las gotitas de saliva que se despiden al hablar, toser o
estornudar, y el contagio puede producirse desde uno o dos días antes de la
aparición de la erupción hasta una semana después de comenzada. Luego del
contagio, transcurrirá un período de incubación de entre dos y tres semanas
antes de que se manifiesten los síntomas.
El diagnóstico
Alrededor del 10 por
ciento de las mujeres en edad fértil no ha padecido la enfermedad, y se
beneficiaría con la aplicación de la vacuna. Pero es importante que sepas que
el diagnóstico no es clínico, dado que muchas infecciones eruptivas tienen
síntomas similares, o bien pudiste haber tenido rubéola en forma asintomática.
Solamente mediante un
análisis de sangre es posible confirmar -por la presencia o ausencia de
anticuerpos específicos- si una persona padece o ha padecido la infección. Por
eso, cuando vas al médico -idealmente antes de quedar embarazada, o en última
instancia en la primera consulta obstétrica- y el profesional confirma que
nunca fuiste testeada serológicamente contra la rubéola, debe incluir este
examen dentro de los estudios habituales.
Las mujeres que no han
padecido la infección deben vacunarse antes del embarazo. Y las que tienen
análisis previos que certifiquen que ya la han contraído se consideran libres
de riesgo.
Solamente mediante un
análisis de sangre es posible confirmar -por la presencia o ausencia de
anticuerpos específicos- si una persona padece o ha padecido rubéola.
Bebés en riesgo
Cuando una mujer
embarazada se contagia, sobre todo si la infección se adquiere en la primera
mitad de la gestación, el virus puede transmitirse al bebé a través de la
placenta y provocarle síndrome de rubéola congénita (SRC).
El riesgo de infección
fetal y la gravedad de las secuelas están en directa relación con el momento
del embarazo en que se adquiere la infección: cuanto más temprano, más
frecuente y grave resulta el daño al bebé. En orden de frecuencia, las
principales anomalías que suele ocasionar son hipoacusia, retardo mental,
malformaciones congénitas, trastornos cardiacos, defectos oculares, tiroiditis
y diabetes insulinodependiente, entre otras.
La vacuna
¿Sabías que la rubéola
puede prevenirse mediante una vacuna? Pues así es. Sin embargo, a pesar de las
numerosas campañas de prevención, un 10 por ciento de las mujeres en edad
fértil no tiene defensas contra la infección, ya sea porque nunca se enfermó o
porque no fue vacunada.
La vacuna contra la rubéola
es segura y efectiva, pero como está elaborada con virus vivos atenuados, está
contraindicada durante la gestación. Por lo tanto, si te la aplicás, deberás
esperar por lo menos un mes antes de quedar embarazada.
Recordá: si no estás
segura de haber padecido la enfermedad, solicitá la confirmación mediante un
estudio serológico. Si el resultado es negativo, vacunate antes del embarazo o
bien durante el puerperio.
Para tener en cuenta...
/ Todas las mujeres en
edad fértil deberían conocer su estado inmunitario frente a la rubéola,
mediante el control serológico.
/ Las mujeres
susceptibles de contraer rubéola deberían vacunarse antes del embarazo o
durante el puerperio.
/ Cuando una mujer
embarazada tiene sarpullido o tuvo contacto con alguna persona con diagnóstico
de enfermedad eruptiva, es imprescindible que realice un control médico para
averiguar si se ha contagiado rubéola.
Con el asesoramiento del
Dr. Gabriel Baño, Pediatra del Servicio Vacunas de STAMBOULIAN Servicios de
Salud.
Revista Ahora Mamá, Año
17, Diciembre 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!