En
Argentina mueren más de 7000 personas por año a causa de lesiones producidas
por el tránsito; es la primer causa de muerte entre los 10 y 35 años de edad.
Los niños están expuestos a estos riesgos debido a imprudencias de los adultos.
Es absoluta responsabilidad de los padres o tutores la seguridad vial de los
niños cuando son transportados en automotores.
La
Ley Nacional de Tránsito y la bibliografía disponible aconsejan que los menores
de 10 años viajen en el asiento trasero de los automóviles. Aquellos en edad
escolar pueden utilizar elevadores y ser sujetados con el cinturón de
seguridad, pero este sistema no es seguro para los preescolares y lactantes que
deben utilizar sistemas de retención infantil. La tasa de utilización de estos
dispositivos es elevada en países como Australia (90%) y Estados Unidos (86%)
pero muy baja en Argentina.
¿Qué
son los sistemas de retención infantil (SRI)?
Son
dispositivos diseñados para cumplir la misma función que los cinturones de
seguridad en los adultos. Ante una colisión el peso del niño se multiplica
varias veces y de ser llevado en brazos por un adulto, éste extendería los miembros superiores por instinto, soltando al
niño que puede ser despedido del automóvil. Las sillas instaladas en el sentido
contrario a la marcha resultan especialmente eficaces ya que las fuerzas de una
desaceleración súbita (un choque) se distribuyen en el cuerpo y la cabeza del
niño de manera óptima. Los SRI ofrecen un elevado nivel de protección en la
prevención de las muertes por tránsito, ya que reducen las defunciones de
lactantes en aproximadamente 71%, y las de niños pequeños, en 54%. No obstante
aunque vayan bien sujetados, los niños corren un riesgo especial, ante impactos
laterales.
Tipos de SRI:
Existen distintos modelos de SRI, se
diferencian en la edad y el peso que toleran del niño, la protección lateral,
el sistema de anclaje al automóvil y calidad de los materiales.
¿Cómo
utilizar los SRI?
Existen distintos mecanismos para fijar los
SRI a los automóviles, uno de ellos es utilizando el cinturón de seguridad y
otro son los ganchos superiores e inferiores tipo LATCH o ISOFIX. La silla debe
estar equipada con anclaje superior e inferior y sujetar al niño con un
mecanismo tipo arnés de 5 puntos. Si quedan espacios entre el SRI y el cuerpo,
éstos se deben rellenar por ejemplo con almohadillas.
Se
debe colocar idealmente en la parte central del asiento trasero ya que reduce
lesiones por choques laterales, anclado por su parte superior e inferior a los
ganchos o cinturones de seguridad provistos por el fabricante del automóvil.
Los menores de 2 años deben ir mirando hacia atrás, hasta el peso o altura máxima que tolere el SRI; estos
límites deben estar bien visibles en la etiqueta del SRI donde figure también
su homologación. Los mayores de 2 años o aquellos que sobrepasan en peso o
talla la sillita, deben viajar mirando hacia adelante. Los niños en edad
escolar o que sobrepasen el tamaño del SRI, pueden viajar sujetados con el
cinturón de seguridad pero se los debe adaptar con un elevador o almohadón para
que se ajuste al cuerpo del niño de correctamente.
¿Cuál
SRI debo elegir?
A la hora de elegir el SRI, se aconseja llevar
al niño y el automóvil. Se debe chequear como se ajusta al niño y como se fija
al automóvil. Lo ideal sería que se ajuste de la mejor manera al cuerpo del
niño y que quede bien sujetado a la butaca del automóvil. Se recomienda
utilizar un SRI para menores de 2 años y otro para los mayores, ya que los que
cubren mayor franja de edades no se adaptan bien y son menos seguros. Al
egresar de los sanatorios, hospitales o maternidades los recién nacidos ya
deben viajar en un sistema de retención infantil.
Enlaces
de interés:
Subcomisión de
Prevención de Lesiones
Sociedad Argentina de
Pediatría
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