¡En Mallorca estamos de
enhorabuena!
Nos alegramos de que el
Hospital Universitario de Son Espases haya recientemente hecho público
su compromiso con las futuras madres y padres que deseen dar la
bienvenida conjuntamente a sus pequeños en quirófano, cuando estos precisan
nacer por cesárea programada. Hablamos ciertamente de un gran avance, un
desafío para la institución sanitaria y una muestra de consideración hacia
aquellas mujeres que solicitaban desde hace años poder ser acompañadas por sus
parejas en el nacimiento de sus hijos, a pesar de que fuese necesario un
nacimiento por vía abdominal.
Sin embargo hoy
celebramos algo aún más agradecido: un nacimiento por cesárea SIN
programar en el que el papá pudo estar presente, ya que su primer hijo decidió
nacer de nalgas y –como suele ser habitual en nuestros tiempos
modernos- no encontró profesionales con suficiente preparación, experiencia y
voluntad para facilitar a la madre el parto vaginal deseado. En Mallorca
tenemos la suerte de poder contar con grandes profesionales de la obstetricia
en el Hospital de Manacor, donde se ofrece y se apoya la posibilidad de un
parto vaginal para un bebé podálico desde hace años, siempre y cuando no sea el
primer parto para la madre.
¿Quién
establece que a una mujer primípara con un bebé que se presenta de nalgas no
le conviene parir? ¿Qué hacer con la ausencia de profesionales del
nacimiento experimentados y dispuestos a respetar la fisiología de un bebé que
decide nacer presentándose en sociedad “al revés”? ¿Cómo justificar una cesárea
por nalgas?
Francesca eligió apartar
su frustración frente a la propuesta de una cesárea programada para seguir
dando protagonismo a la alegría y a la creatividad que la acompañaron a lo
largo de su embarazo: mientras ofrecía a su bebé la posibilidad de poder elegir
girarse a posición cefálica en las últimas semanas de gestación, la
futura madre empezó a andar un camino inexplorado, buscando en vano
profesionales que pudieran atenderla en un parto vaginal y finalmente aceptando
la posibilidad de un nacimiento por cesárea “por razones histórico-geográficas”,
aun queriendo dejar a su bebé la posibilidad de cambiar de opinión en el último
momento.
Tras haber expuesto a
los profesionales sanitarios las razones que la llevaron a madurar la decisión
de querer esperar a que su bebé eligiera el momento más oportuno para nacer,
pudiendo así aprovechar todas las hormonas propias de un trabajo de parto
fisiológico, la madre se comprometió a ingresar en el Hospital para entrar a
quirófano en caso de que el bebé se presentara finalmente de nalgas. Negociando
punto por punto su Plan
de Cesárea, Francesca argumentó que -si no se demostraba lo
contrario, la cesárea, a pesar de no ser programada, no sería por defecto
urgente, debido a su compromiso y preparación anímica para un nacimiento por
vía abdominal. Así fue que los obstetras pudieron comprender su posición y
argumentos y cada punto del Plan de Cesárea fue aceptado con tiempo, serenidad
y ponderación (salvo el deseo de entrega de la placenta, a pesar del vacío
legal alrededor de la misma, por misteriosos motivos ligados aparentemente al
hecho de que el parto se llevaría a cabo en un quirófano).
Lucas decidió venir al
mundo de la misma manera que su mamá, de nalgas, decidiendo el momento,
disfrutando de las hormonas del nacimiento, así como su mamá disfrutó de cada
contracción durante unas horas, antes en casa y luego en el Hospital. Nadie le
metió prisas para que entrara a quirófano y tampoco nadie se quejó de que
cantara con cada contracción. El padre pudo estar presente en todo el proceso y
en el nacimiento de su primer hijo. El bebé fue recibido por la voz y la mirada
enamorada de su mamá, a quien no se le ataron los brazos y quien fue en todo
momento protagonista de su parto. El bebé no fue separado en ningún momento del
cuerpo de su madre, se produjo el agarre temprano al pecho en el mismo
quirófano. La madre y el bebé permanecieron unidos todo el tiempo, gozando
ambos de la salud producida por su cercanía y por el encuentro. En todo momento
el nacimiento fue acompañado con respeto, profesionalidad, rigor y humanidad.
Lucas y su mamá, de la
mano de profesionales atentos y respetuosos, lograron que algo nuevo e
inesperado pasara en un hospital universitario moderon, que pretende trabajar
según la medicina de la evidencia y comprometido con la Estrategia
de Atención al Parto Normal y la Ley Balear de Salud (Ley 5/2003
Sección 1: "Derechos
relativos al nacimiento", Art. 7, 8 y 9).
¡Enhorabuena a todos los
protagonistas de este gran acontecimiento! Deseamos fuertemente que –sentado
este precedente- otras madres informadas, de la mano de profesionales
comprometidos con la salud del nacimiento, puedan proporcionar a sus hijos una
llegada al mundo en el máximo respeto a lo que más se acerca a la salud y a lo
que la realidad obstétrica actual puede ofrecer cuando se hace inevitable nacer
por cesárea.
¡Una vez más las mujeres
nos enseñan el camino y que ellas son las protagonistas del cambio!
Más sobre este tema en
el texto "Una
cesárea que abre puertas a nuevos caminos", del blog de Gabriella
Bianco.
Para leer más:
Fuente:
http://elpartoesnuestro.es/blog/2013/11/13/mujer-informada-cesarea-respetada
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!