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Jueves 14 de noviembre de 2013 | 18:43
Jueves 14 de noviembre de 2013 | 18:43
Entre el 35% y el 60% de
diabéticos presentan problemas auditivos, según estudios recientes; el pie
diabético, un problema que crece
Por Víctor
Ingrassia | LA NACION
La relación de la
diabetes con la pérdida de visión es muy conocida, sin embargo, no muchas
personas asocian la enfermedad con la pérdida auditiva. De hecho, el oído es
uno de los primeros órganos que puede advertir de la posibilidad de sufrir
diabetes.
El doctor Stuart Ross,
Médico de Planta del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico,
explicó a LA NACION que "tanto los pacientes con diabetes tipo 1 como los
que padecen diabetes tipo 2 tienen, con más frecuencia que la población general,
pérdida auditiva, por lo que hay que considerar a la enfermedad como un factor
de riesgo", aclaró.
Según explicó el
experto, La diabetes puede afectar a una pequeña arteria que irriga el oído
interno, alterando la capacidad auditiva. "Normalmente, las personas
diabéticas presentan un tipo de pérdida neurosensorial o perceptiva, casi
siempre por alteración de la cóclea o caracol. La aparición de estos trastornos
auditivos aumenta con la edad y con los años transcurridos desde el diagnóstico
de la diabetes"
Por otro lado, algunos
estudios señalan que las personas que padecen diabetes hace menos de diez años
"tienen entre un 35% y un 40% de posibilidades de desarrollar algún
trastorno auditivo, mientras que para los enfermos que se les detectó la enfermedad
hace más de 10 años esta probabilidad aumenta hasta un 60%".
PREOCUPACIÓN PARA ELLAS
Según la Federación
Internacional de la Diabetes, en el mundo hay 143 millones de mujeres con
diabetes, aproximadamente la mitad de la comunidad diabética mundial. Esta cifra
se calcula que aumentará en 222 millones para el año 2030.
Luego de evaluar los
informes médicos de 990 pacientes con diabetes a los que se les habían
realizado audiogramas, se descubrió que los pacientes que no tenían controlada
su enfermedad eran más propensas a padecer de pérdida auditiva. Este estudio
fue abordado recientemente por el Departamento de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello de Detroit en Estados Unidos.
El estudio fue
presentado en Miami Beach en la reunión conjunta de secciones de la Sociedad
Triológica, e indicó que las mujeres con diabetes presentaban una deficiencia
auditiva mayor cuando los niveles de glucosa no estaban controlados.
Mientras que las mujeres
diabéticas que seguían un tratamiento para controlar los niveles de glucosa en
sangre tenían una capacidad auditiva similar a las mujeres sin diabetes de su
misma edad.
"Los altos niveles
de azúcar en sangre pueden provocar daños en los capilares y nervios que
existen en el oído interno, provocando una pérdida de audición, es por eso que
las personas con diabetes deberían realizar revisiones periódicas de sus oídos
aseguró a LA NACION el doctor José Antonio Rivas, Médico, Otólogo y Director de
la Clínica Rivas.
El estudio también
mostró que en las pacientes mayores de 60 años que padecen de Diabetes, el
proceso de pérdida auditiva se acelera pues se suma el proceso de
envejecimiento natural.
"Es preciso tener
en cuenta que cuando se diagnostica una diabetes es fundamental controlar el
nivel de glucosa en sangre con medicación y una dieta controlada. No tratarse
puede aumentar el riesgo de padecer una pérdida de audición", concluyó
Rivas.
Consejos para que las
personas diabéticas puedan prevenir estos trastornos y conservar una buena
capacidad auditiva:
Estar atentos a los
síntomas: muchas personas restan importancia a los problemas auditivos y no
acuden al especialista. La sensación de zumbidos en los oídos, pérdida de
audición, mareos o vértigo pueden estar relacionados con la diabetes y ser las
primeras manifestaciones de la enfermedad.
Dieta sana y saludable:
una buena alimentación es clave para conservar la audición, al igual que el
resto de los órganos. El ácido fólico, la vitamina B12, la vitamina A o los
ácidos grasos omega 3 se asocian a una mejor conservación de la audición. Por
el contrario, el abuso de grasas saturadas, el azúcar, el alcohol y el tabaco
influyen en el desarrollo de enfermedades degenerativas del oído.
Es importante seguir un
control riguroso de la diabetes: esta recomendación incumbe tanto a la dieta
como al tratamiento, ya sea con antiglucemiantes orales o con insulina.
Evitar factores de riesgo como el ruido o los
medicamentos ototóxicos.
Acudir al especialista
en salud auditiva cada seis meses.
PIE DIABÉTICO
Los pies de los
pacientes diabéticos muestran una mayor susceptibilidad para las infecciones,
debido a tres factores centrales: la neuropatía periférica (enfermedad de los
pequeños filetes nerviosos), la angiopatía (enfermedad de las arteriolas) y la
alteración metabólica propiamente dicha (hiperglucemia).
"En la historia
natural del pie diabético se produce una secuencia característica", afirmó
a LA NACION el doctor Juan Mazzuco, médico radiólogo y consultor del Servicio
de Resonancia Magnética del Hospital Juan A. Fernandez.
Y prosiguió: "La
insensibilidad de los pacientes a los microtraumas, la mala cicatrización de
las heridas, la alteración de la mecánica del pie y la fricción en zonas
determinadas por la deformidad del pie y uso de calzado inadecuado, producen
formaciones de callos y úlceras. Es típica la localización en la base del
segundo dedo a nivel del sector anterior del pie. En el talón es característico
el compromiso de la piel en la superficie plantar. Es decir que las zonas más
expuestas son las áreas de mayor presión durante la marcha o donde hay más roce
del zapato".
Respecto a los callos
plantares, Mazzuco explicó que tienen una presentación característica por
resonancia magnética. Cuando se detectan cambios en el brillo de las imágenes hay
que sospechar una infección local. "A veces el examen clínico del pie no
puede identificar la profundidad del proceso infeccioso, y es allí cuando un
examen de resonancia es de extrema utilidad. La progresión de una úlcera
infectada si no se trata en forma agresiva, puede dar lugar a una celulitis
severa y complicarse con infección del hueso o de las articulaciones del
pie", destacó el especialista.
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