¿Qué
necesita una madre durante las semanas siguientes al nacimiento de su bebé?
Tal
vez uno de los momentos más vulnerables para las madres sea el postparto
inmediato, es decir, las primeras semanas después del nacimiento de su bebé.
Después de ese periodo las cosas comienzan a agarrar otro ritmo, las madres se
sienten más seguras y comienzan a ver la
maternidad con otros ojos.
Estas
primeras semanas son fundamentales para ellas y sus bebés. Porque cuando una
madre está bien su bebé está bien y del mismo modo, cuando una madre está
cansada, adolorida, desorientada, confundida, triste, su bebé manifiesta de
alguna manera el estado físico y emocional de su madre, generalmente a través
del llanto.
Cuando bebé nace atrae toda la atención del entorno
de sus padres: abuelos, tíos, amigas, etc. Pocas veces el entorno tiene
conciencia del camino físico (cesárea, parto) que acaba de transitar la madre y
del camino espiritual donde se encuentra sumergida. Pocos de los que estamos
alrededor de una madre recién parida tenemos claro de cuáles son sus
necesidades, como ser que también acaba de nacer y debe ser cuidado.
Al
igual que su bebé, una madre en pleno postparto necesita contención física, es
decir, abrazo, contacto piel con piel, que se puede concretar a través de
masajes en su baja espalda, en sus pies, en sus hombros; esto ayuda a aliviar
las zonas donde se acumulan más tensiones y a producir hormonas del placer y
permite un estado de relajación.
También
es fundamental la contención emocional, el acercamiento sincero del entorno
(pareja sobre todo) para comprender lo que siente la mujer en postparto, siendo
pacientes porque sus emociones y sentimientos no siempre son fáciles de
entender. La escucha resulta vital, a veces es mejor callar a su lado, que
atormentarla con consejos y críticas. La empatía, la solidaridad, el
interés por sus sentimientos y sobre
todo, no desestimarlos o acusarla de exagerar la angustia por su bebé.
La
compañía es muy importante. Hablamos de compañía verdadera, de estar presente
para esa persona, no por compromiso o esperando ser atendido como si
estuviéramos de visita. La compañía rompe la soledad que atraviesa en
demasiadas ocasiones la mujer en puerperio. El/la acompañante debe estar
dispuesta a ofrecer ayuda, ya sea preguntando primero qué tipo de ayuda necesita la madre u observando la situación
que rodea a la madre para descubrir qué tipo de ayuda sería de más utilidad.
Generalmente la madre quiere ocuparse de su bebé y la ayuda que requiere tiene
que ver más con la comida o las obligaciones de casa, con atender a otro niño/a
pequeña.
Es
importante que el entorno cuide la alimentación de la madre puérpera. Parece
obvio, pero con mucha frecuencia se olvida que la madre en pleno postparto
ofreciendo lactancia exclusiva a su bebé no tiene tiempo para prácticamente
nada, ni siquiera para ir al baño, ducharse, peinarse, mucho menos para
cocinar.
En
fin, hay muchas maneras de apoyar a una madre durante las semanas siguientes al
nacimiento de su bebé. La clave es atender y cuidar las necesidades de la
madre, para que ella pueda cuidar y atender las necesidades de su bebé recién
nacid@. En la medida que el entorno comprenda que tan vulnerable es bebé como
la mujer recién nacida en madre, ella podrá disfrutar plenamente de su bebé y
todo marchará mucho mejor en la familia.
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