lanacion.com |SociedadMartes
12 de noviembre de 2013 | 01:32
Cada actividad que
realizamos, como viajar, trabajar, incluso comer, deja una huella ecológica;
consejos para ahorrar energía, agua y gestionar menos residuos
Cada actividad que
realizamos, como viajar, trabajar, incluso comer, deja una huella ecológica en
nuestro planeta.
Y porque no pasamos
inadvertidos por el mundo, nuestras acciones cotidianas (algunas rutinarias y
automatizadas), merecen ser revisadas a través de la luz del conocimiento.
Conocer y saber nos da la verdadera libertad de elegir y hacernos cargo de
nuestras elecciones. El medio ambiente está en constante cambio y nuestras
prácticas culturales y sociales son causa de la mayoría de estos. Por ello, la
revista Jardín, propone saber más acerca de cómo podemos hacer nuestra vida más
eficiente a nivel ecológico.
Para generar una
trasformación hacia un modo de vida más sustentable, independientemente de si
vivimos en zonas urbanas o rurales, en un departamento o en una casa, podemos
cambiar algunas costumbres, formas de proceder y de consumir para ir hacia un
paradigma más amigable con el ambiente, que nos asegure una mejor calidad de
vida para nosotros y para las futuras generaciones.
Aquí proponemos hacer un
cambio de hábitos. A veces es sólo cuestión de tomar conciencia de nuestras
acciones diarias. El cambio puede hacerse poco a poco, un paso a la vez, por
ejemplo, en materia de energía, agua y residuos.
AHORRO DE ENERGÍA
Las emisiones de gases
de efecto invernadero (GEI) son las principales responsables del cambio
climático y, a su vez, el sector de producción de energía eléctrica es el que
más GEI produce. Es por eso que si ahorramos energía contribuimos a detener el
proceso de calentamiento global.
Al hacer uso eficiente
de la energía ayudamos a reducir las emisiones de estos gases, protegemos
nuestros recursos no renovables, cooperamos con que los servicios energéticos
se brinden a un menor costo y, lo que no es poco, cuidamos nuestro bolsillo.
Desde mayo de 2011, en
nuestro país rige una ley que prohíbe la comercialización de bombitas
incandescentes y promueve su reemplazo por lámparas fluorescentes compactas
(LFC) o de bajo consumo. Conocer de qué forma podemos hacer más eficiente la
iluminación de nuestras casas es una forma de contribuir al ahorro energético.
Los electrodomésticos
son también un tema a considerar: representan más del 50% de las emisiones
derivadas del consumo energético en una vivienda. Actualmente se fabrican con
un etiquetado específico que informa sobre el consumo de energía y otros datos
complementarios (el ruido, la eficacia, el ciclo de vida normal, etc.)
Stand-by
Es la pequeña luz roja
que hay en dispositivos como televisores, DVD, computadoras, relojes
iluminados, cafeteras, cargadores de celular. Si queda encendida cuando no se
utilizan, sigue consumiendo mucha electricidad. Hay que desenchufar
completamente los artefactos al no usarlos
Heladeras
La heladera es uno de
los artefactos del hogar que consume más electricidad. Hay que ubicarla a una
distancia de no menos de 2 cm de la pared para permitir trabajar bien a los
mecanismos de enfriamiento que se ubican en la parte posterior
Cuando se saca un
alimento del freezer para consumirlo al día siguiente, hay que descongelarlo
dentro de la heladera, en lugar de hacerlo en el exterior. De este modo, habrá
ganancias gratuitas de frío
Ajustar el termostato
para mantener una temperatura de 6 °C en el compartimiento de refrigeración y
entre -1 °C y -18 °C en el de congelación. Cada grado que reduzca la
temperatura, aumentará, innecesariamente, un 5% el consumo de energía
Abrir la puerta lo menos
posible y cerrarla rápidamente: unos segundos bastan para perder buena parte
del frío acumulado
Dejar enfriar los
alimentos calientes en el exterior. No los guarde todavía calientes
directamente en la heladera porque se requerirá más consumo para enfriarlos
La cocina
Procurar que el fondo de
los recipientes esté lo más cerca del fuego o zona de cocción: aprovechará al
máximo el calor de la cocina. Tapar las cacerolas durante la cocción: consumirá
menos energía.
Aprovechar el calor
residual del horno apagándolo unos cinco minutos antes de terminar de cocinar
los alimentos.
Aprovechar al máximo la
capacidad del horno y cocinar, si es posible de una vez, el mayor número de
alimentos. Para cocciones superiores a una hora, no suele ser necesario
precalentar el horno.
Evitar abrir la puerta
del horno innecesariamente. Se pierde, como mínimo, el 20% del calor acumulado
en su interior.
Lavarropas
Utilizar el lavarropas
siempre con agua fría
Cuidar que la carga esté
completa
HACER USO RACIONAL DEL
AGUA
Otra forma de ahorro
ambiental es conseguir un uso eficiente del agua en casa, para lo cual hay que
conocer primero cuál es nuestro consumo y seguir su evolución. Luego es
necesario chequear el estado de los artefactos sanitarios y llevar a cabo las
reparaciones necesarias y, recién, como tercer paso, cambiar hábitos.
En la Argentina se
gastan 500 litros de agua por día cuando la OMS recomienda un uso razonable de
50 litros diarios. En los países de la Unión Europea el promedio es de 200
litros, mientras que en algunos países de África sólo se dispone de 15 litros
por persona y en algunos casos extremos, 5.
Si bien no es mucho lo
que como ciudadanos podemos hacer para cambiar esta desigual distribución
global en el acceso al agua, sí podemos ser conscientes y cuidadosos en cuanto
al derroche, por ejemplo saber que una manguera abierta durante una hora consume
1100 litros de agua.
Ahorro de agua en casa
En el baño
Con el 65% del uso de
agua, el baño es el lugar más elevado de consumo
Siempre es mejor
ducharse que bañarse: una ducha de 5 minutos necesita 100 litros con un cabezal
normal; con un baño más prolongado o en un baño de inmersión se utilizan 250
litros
No dejes correr el agua
y utilizala únicamente cuando realmente sea necesario. Cerrá mientras te
enjabonás, en el afeitado, en el cepillado de dientes
La canilla abierta en el
cepillado de dientes gasta 30 litros innecesarios de agua
En la cocina
Este puesto representa
el 10% del consumo total de agua dentro de la casa
No descongelar alimentos
bajo chorros de agua
Llenar el lavavajillas
antes de usarlo
Si se lavan los platos a
mano, no hacerlo con la canilla abierta
En el lavado de ropa
Utilizar el lavarropas
cuando esté lleno
Seleccionar el programa
de lavado corto, que gasta 60 litros de agua, contra 100 de un programa largo
RESIDUOS DOMÉSTICOS
Generar menos cantidad
de residuos es volver a usar un objeto con el mismo fin u otro diferente es
convertir materiales usados en materia prima para nuevos
La Ley de Basura Cero
(1.854) vigente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires prohíbe el enterramiento
de residuos aprovechables y reciclables para el año 2020. Para ello, prevé la
progresiva reducción de la cantidad de basura que se entierra. Sin embargo, aún
hoy en CABA se entierran 4000 toneladas diarias de basura.
El problema no sólo
evidencia un fracaso de gestión en las políticas, sino que también muestra la
falta de interés de los ciudadanos por solucionar un problema que nos afecta.
Reducir al comprar
Para comenzar a aplicar
la regla de las 3R, podremos comenzar por disminuir el consumo innecesario de
envases descartables, alimentos en bolsitas individuales o que vengan dentro de
un envase más grande. Obviamente llevar las propias bolsas al salir de compras,
descartar definitivamente las plásticas, comprar envases de vidrio retornables
y devolver las botellas a los sistemas de recuperación son también parte de las
estrategias que podemos aplicar para achicar el consumo del packaging.
En cuanto a los productos
de papel, como rollos de cocina, servilletas, platos y vasos, lo mejor es
utilizar materiales de tela lavables, aunque dé más trabajo. Podemos evitar
también que nos envuelvan todos los objetos que compramos, reciclar los
residuos de papel y cartón, indicar que no queremos recibir publicidad por
correo y adherirnos a los servicios de facturación electrónica.
¿Cómo separar los
residuos en casa?
Es un paso importante
para asegurar una buena calidad en los materiales que pueden ser reciclados.
Para ello es necesario separar los materiales secos de los orgánicos o húmedos
que pueden ser trasformados en abono o compost. En una bolsa se descarta lo
Orgánico (húmedo), y en otra, lo Inorgánico (seco).
Al sacar la basura a la
calle es importante utilizar los contenedores, si es que hay en la ciudad,
respetando los códigos de color. Si no hay contenedores cercanos, es posible
acercarse a un centro de acopio o recepción en los que recibirán todos los
materiales reciclables o averiguar si existe algún programa de recolección
diferenciada. Los recuperadores urbanos también trabajan para el circuito de
reciclado.
¿Qué hacer con los
residuos que separamos?
En los barrios de las
grandes ciudades suele haber contenedores en los que descartar la basura
separada en origen, pero si no los hubiera es importante informarse acerca de
las alternativas disponibles en cada lugar. Los recuperadores urbanos, por
ejemplo, darán valor a aquellos materiales que nosotros desechamos y a partir
de su trabajo se vuelve a activar el reciclado ya que ellos reintroducen los
materiales en el circuito. También es posible acercar estos valiosos materiales
a las cooperativas o Centros de Acopio. Es importante informarse acerca de
cuáles son las alternativas de acuerdo a la zona en la que vivimos.
Los residuos orgánicos
Restos de comida,
cáscaras de huevo, cáscaras de frutas y verduras, yerba, café, té, restos del
trabajo de jardinería, ramitas, hojas, pasto, flores, pañuelitos descartables,
cartón, estiércol de herbívoros, papel de diario, cabello, corchos
Los residuos inorgánicos
Papel, vidrio, nylon,
metales, cerámicos, trapos, envases de detergentes, champú, gaseosas, yogur,
etc. plásticos en general, residuos textiles y de obras de la construcción.
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