JUJUY ENTREVISTA A MARINA LEMBO
28.07.13
LILIANA ALFARO
Especialista en atención
de Partos Domiciliarios, partera universitaria, licenciada obstétrica y docente
de la UBA, dictó charlas sobre “El parto humano, cómo vivirlo y acompañarlo de
la mejor manera”, y “Fisiología del parto humano”. Planteó un modelo posible.
-Ha dictado un curso
sobre el parto natural como un concepto singular, para madres y médicos, ¿en
qué consiste?
En realidad no es nada
nuevo. Son conocimientos y formas de trabajo que están aplicándose hace
décadas. Incluso, estos modelos asistenciales nunca dejaron de usarse en
algunos países del tercer mundo y del primer mundo. En el tercer mundo por
cuestiones culturales o mal entendidas por escasez de recursos. Por el
alarmante índice de cesáreas, que es muy peligroso, vergonzoso y el reflejo de
lo mal que están trabajando los profesionales de la salud. Lo que vengo a
compartir en Jujuy es otro tipo de conocimientos científicos. Tendrían que
cuidar sus recursos financieros y atender correctamente a las mujeres en
situación de parto. El cambio de paradigma de nacimiento empezó con las
mujeres cansadas de sus partos separadas de sus afectos, de sus bebés, que no
las dejen amamantar, que las operen, le pongan fórceps. Eso está llegando acá,
están pidiendo otro tipo de atención y los profesionales de la salud no tienen
alternativas para brindarles si la mujer no quiere una peridural.
¿Cuál es la sugerencia
en este sentido?
- Sacarles su ropa y
ponerle bata transparente que no la cuida en su pudor, la manera agresiva en
que tocan a la mujer, el maltrato verbal, el aspecto de las instituciones no
va. Y todos los aparatos e instrumentos médicos sólo pueden ser necesarios en
un 5 ó 10 % de los casos. El resto de las mujeres necesitan lugares
cómodos para poder agacharse, descansar, estar con su marido o su familia y que
las dejen parir tranquilas. Es explicar desde la ciencia cómo funciona la
hormona, la adrenalina, la ocitocina, las hormonas del estrés, la de la calma,
y de qué manera se puede disminuir el dolor y hacer que la madre tenga mayor
tolerancia con prácticas muy simples basadas en evidencia. Son explicaciones
científicas de por qué hacerle un masaje a una mujer en la espalda, puede hacer
que llegue al parto sin una peridural.
¿Estas técnicas son
accesibles o es una cuestión más bien económica por las que no se las
incorpora?
-Sí, seguramente el
masaje es menos redituable que una peridural, pero para la salud pública es más
redituable el masaje que la peridural porque va a traer mujeres y niños más
sanos. Depende de dónde se mire, si uno piensa en un Estado corrupto si le
interesa un sistema de salud que no satisface a la población sino a sus propios
intereses.
¿Cuáles serían los pasos
para un parto natural que deberían incorporarse?
Primero hay que
capacitar al recurso humano. Es para mí inentendible que los especialistas en
nacimientos solamente conocen un parto operatorio, nunca han visto un parto
vaginal natural, sin que nadie rompa la bolsa, acueste a la mujer y le corte la
vagina. La capacitación de recursos humanos está sucediendo en universidades
del país, incorporándose materias en la carrera de parteras en la
Universidad de Buenos Aires, y en la Universidad de las Madres de Plaza de
Mayo; en la especialidad de los médicos generalistas. Empiezan a haber cambios
a nivel legislativo en el Congreso Nacional, y hay que capacitar a los
profesionales. Es simple pero se ponen en juego otras variables como los
intereses de la corporación médica, pero el empuje más fuerte está llegando a
Córdoba y en Mendoza, falta que suba un poquito más.
¿Las mujeres pueden
hacer un curso o cómo pueden prepararse para el parto natural?
-Antes de preparar un
parto natural, vaginal normal es la preparación en el embarazo. Tiene que ver
con informar a la mujer, que empiece a confiar en su capacidad biológica, en su
sabiduría inconsciente, contactarse con mujeres que han parido con historias de
nacimientos positivos, e ir sacándose condicionamientos que le infunden los
médicos para luego someterlas más fácilmente. La mujer debe adquirir confianza
de que es sana, en que el bebé sabe cómo nacer, que un aparato y goteos pueden
ponerla en peligro y a su bebé, y entender que el parto natural es protector.
Puede aprender posturas, estar con una figura de apoyo que respira con ella,
que le de masajes en la espalda, darse una ducha, un baño en bañera o piletita.
También elegir posturas verticales para parir, que no les impongan tiempos, que
no las medicalicen, presentar planes de partos en las instituciones, que tienen
peso legal y las mujeres podrían hacer denuncias si no se cumplen. Entonces hay
cada vez más herramientas.
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