viernes, 5 de julio de
2013
Traducción no
profesional del artículo original "Siguem pràctics" del blog
"Som la llet" de Alba Padró, IBCLC certificada. Autorizado por la
autora, Alba Padró, para ser publicado en este blog. (Gràcies, Alba!)
Imagen cedida por María
Alvarez.
Todos los derechos reservados.
Cuando siento a madres
de bebés de pocos días que se quejan y me dicen que no pueden más, que están
hartas, agotadas y arrepentidas no puedo dejar de pensar que eso les pasa
porque les han tomado el pelo.
La maternidad es una
cosa que nos pintan de color rosa chicle. Soy de las que opino que si sabeis la
verdad y todo el mundo está en su sitio, ¡todo irá mucho mejor!. Así que
repasemos a todos los protagonistas:
El bebé
1. Le hace falta mamar de 8 a 12 veces al día. Lo que se
traduce en amamantarlos cada dos horas durante 24 horas al día. Y si, no harás
otra cosa que amamantar durante unas cuantas de semanas.
2. Los bebés tienen un mecanismo automático de protección que
se enciende al cabo de pocos minutos de notar que lo has dejado solo en su
preciosa cuna. Parece que duermen, ¡pero no! ¡Se despiertan y vuelven a pedir
tetaaaaaaaaaaa!!! Por tanto, necesitan contacto físico, mucho contacto físico,
de este modo duermen más, no lloran tanto y todo es más sencillo. Puedes optar
por no moverte de la cama o del sofá o puedes comprarte un fulard o un porta bebés
que te permita amamantar "sin manos" y hacer alguna cosa más que
también sea de vital importancia: un pipí, comprar comida, salir de casa...
3. ¡Los bebés no comen y duermen tres horas seguidas!
4. Los bebés no son Tamagochi, no tienen pilas y por lo tanto
no se pueden desconectar. Si, parece lógico, pero más de una aun las busca!
5. Los bebés no espacian las tomas, ni de noche ni de día.
Aprenderá a mamar más rápido pero seguirá pidiendo muchas veces al día durante
muchos meses!
La pareja
1. Pasareis de ser una pareja a ser una familia y la llegada de
un "extraño" siempre es un contratiempo. Hace falta tiempo para
adaptarse a la nueva situación.
2. La pareja tampoco (a no ser que tengan otros hijos) sabe
nada de lactancia, pero tienen trabajo durante la lactancia. No amamantan pero
ayudan a hacerlo posible.
3. Su papel es el de super héroe protector de la mamá y el
bebé, y ha de controlar:
· Vetar la afluencia de visitas
· Vetar la afluencia de comentarios
· Nutrir a la madre a nivel físico y emocional
· Hacer o delegar en alguien las labores de casa
· Mostrar soporte incondicional
· Hacer de taxista y acompañar a la madre a los grupos de
apoyo (no vale dejarla en la puerta)
· No preguntes nunca: "¿Qué le pasa al bebé?";
nosotras la mayoría de veces no lo sabemos.
· Poco a poco encontrarás tu lugar y vestir, lavar o cambiar
los pañales también te vincula con tu bebé.
Las abuelas
1. Tened presente que ellas seguramente no amamantaron más de
un mes, máximo tres meses y de eso hace mucho tiempo. Por lo tanto, sus
consejos y observaciones respecto a la lactancia no son del todo acertados.
2. Lo mejor que hacen las abuelas es cocinar. Por lo tanto, se
les puede sugerir que se dediquen a cocinar delicias que serán muy bien
recibidas por la nueva familia.
3. Poner lavadoras, planchar, lavar los platos, pasear al
perro... ¡Son trabajos muy agradecidos por la nueva familia!
4. Criticar, opinar, meter el dedo en la llaga... Puede hacer
daño o herir la sensibilidad de los nuevos padres.
5. Escuchar y preguntar: "¿Qué puedo hacer?" es el
mejor regalo que se puede hacer.
Tú
1. Hace falta aprender a amamantar y por lo tanto, como
cualquier aprendizaje, requiere paciencia.
2. El bebé ha pasado nueve meses contigo, ahora no puedes
esperar que sea independiente y no te necesite.
3. No tendrás tiempo para prácticamente nada, es duro pero es
cuestión de prioridades. El bebé debería ser la primera prioridad, ¡será bebé
muy poco tiempo!
4. Aprende a delegar, tu bebé inmaduro te necesita solo a tí,
el polvo lo puede quitar cualquiera.
5. Si el bebé duerme, ¡duerme con él! No haces nada malo
durmiendo, te encontrarás mucho mejor si lo haces. Piensa que de las labores
del hogar se ocupan las abuelas.
6. Hace falta saber pedir ayuda cuanto antes mejor. Cuanto más
se tarda, más grande se hace la bola de nieve.
7. La lactancia (la maternidad) no es de color rosa, tu estado
de ánimo puede variar tanto como el tiempo. Es molesto y puedes echarle la
culpa a las hormonas.
8. El título de madre, sufridora y culpable nos lo dan el mismo
día y es necesario aprender a gestionarlos.
9. De noche todo se ve más negro, no tomes demasiadas
decisiones de noche, espera a que salga el sol para hacerlo.
10. Hagas lo que hagas, ¡estará bien!
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