El dolor es signo de que
no todo está yendo bien. Amamantar no tiene que doler, si duele hay que
encontrar el motivo y eliminar la causa del dolor.
Dolor de pezón
El dolor de pezón es
indicio de que el bebé no se está prendiendo bien al pecho. Es necesario
verificar la posición: boca bien abierta, labios evertidos (hacia fuera),
lengua sobre la encía inferior, mentón cerca del pecho, cuando el bebé toma se
mueven los músculos en la sien y cerca de la oreja y no se hunden las mejillas
ni se escuchan chasquidos. Cuando el bebé suelta el pezón, el mismo debe tener
forma cilíndrica, sin deformaciones o marcas.
Si se corrige la
posición y sigue doliendo, es necesario que alguien evalúe la posición y la
boca del bebé.
Cuando el pezón cambia
de color al ser soltado por el bebé (poniéndose blanco primero, morado/azulado
después y finalmente rosado) se puede tratar de una isquemia (falta de
irrigación sanguínea al pezón). Una consulta con un especialista confirmará que
se trata de esto. Aplicar calor (un paño seco de lana sobre el pezón) cuando el
bebé lo suelta y evitar cambios bruscos de temperatura ayudan a controlar el
dolor.
Hasta que se corrija la
posición del bebé se podrán producir lesiones en el pezón y habrá que tratarlas
al mismo tiempo que se trabaja sobre la posición. El primer paso es mantener el
pezón aireado y seco entre tomas. Algunas mamás se ponen un poco de leche y
dejan que se seque al aire. Si la lesión es significativa, habrá que tratarla
como a cualquier herida.
Dolor en los pechos
La congestión de los
pechos al momento de la bajada de la leche puede causar dolor. Amamantar con
frecuencia ayuda a limitar la congestión y a disminuir la posibilidad de dolor.
Los paños fríos entre tomas suelen ayudar a aliviar la congestión y el dolor.
Si el dolor es
localizado y está acompañado de un endurecimiento en el pecho se está ante una
obstrucción. Para liberar una obstrucción se aplica calor en la zona de la misma
y se masajea. Se puede seguir amamantando, de hecho el bebé va a liberar la
obstrucción con mayor eficacia que cualquier otro método.
Una obstrucción que
persiste puede derivar en una mastitis. La mastitis suele venir acompañada de
malestar tipo gripe, fiebre y decaimiento. Es necesario un tratamiento con
antibióticos y por lo tanto se debe consultar al médico. La mastitis no es
motivo para el destete ni para suspender la lactancia. Si se producen mastitis
a repetición es necesario discutir con un especialista una estrategia para
evitarlas.
Dolor en la espalda
Algunas mamás tienen
dolores de cuello y espalda cuando amamantan. Esto está relacionado con una
mala postura al amamantar. La posición acostada de lado evita cargar la
espalda, al igual que la posición semirreclinada hacia atrás, con el bebé
apoyado sobre el torso. Es habitual no prestar atención a la postura al
amamantar. Tomando mínimos recaudos desde el principio y no adoptando posturas
incómodas y dolorosas se evitarán complicaciones posteriores.
Este documento tiene
fines informativos y no reemplaza la atención médica.
Preparado por: V. Garea
IBCLC
©GALM Bariloche.
Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.
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