La razón más común por la cual las madres deciden amamantar, es porque saben que la leche materna es el mejor alimento para sus bebés. La leche materna contiene células vivas, como las de la sangre. Algunos de sus componentes realzan los efectos de otros de manera que sus ingredientes trabajan juntos. Por el contrario, sólo un pequeño porcentaje de los ingredientes presentes en las leches de fórmula se absorbe y la mezcla de estos ingredientes no garantiza que actúen unidos como ocurre en la leche humana.
La
leche materna está diseñada para los bebés
La
leche humana es específica para la especie. La leche de cada mamífero se ha
adaptado para darle a las crías lo que necesitan para garantizar su
supervivencia y permitir su óptimo desarrollo. La leche de algunas especies es
relativamente alta en grasa para favorecer la formación de una gruesa capa de
grasa corporal, mientras que la de otras tiene un contenido alto de proteína
que se utiliza para un rápido crecimiento y maduración. Aquellas especies que
necesitan fuentes disponibles de azúcar para satisfacer las necesidades de sus
cerebros en rápido crecimiento, tienen leches con contenidos altos de
carbohidratos. Los humanos son los mamíferos con el crecimiento y desarrollo
más lento, pero con el cerebro más avanzado, así que tiene sentido que la leche
humana tenga un contenido bajo de proteína y alto de carbohidratos.
La
leche materna contiene niveles de vitaminas y minerales apropiados para el bebé
sano, nacido a término. Es siempre cambiante: del comienzo de una lactada a su
final, de toma a toma, y de día a día. Algunos de los cambios en la leche
materna son estimulados por señales dadas por el bebé. Cuando la madre sigue
las señales de su bebé, puede estar segura de que él se beneficiará de todos
estos cambios. Por ejemplo, si la leche que recibe en una toma particular es
baja en grasa (la grasa es el componente más variable de la leche materna), el
bebé sentirá hambre más temprano. Si sus señales son respondidas y recibe su
próxima toma muy cerca de la anterior, la leche más alta en grasa que recibirá
(el contenido de grasa aumenta cuando el seno está menos lleno) asegurará que
la ingesta total sea la adecuada.
Composición
de la leche en varios mamíferos
Especie
|
%proteína
|
% grasa
|
%carbohidratos
|
Humanos
|
1.1
|
4.5
|
6.8
|
Vacas
|
3.6
|
3.5
|
4.7
|
Cabras
|
3.1
|
3.5
|
4.6
|
Ratas
|
11.3
|
14.8
|
2.9
|
Focas
|
11.2
|
53.2
|
2.6
|
Cerdos
|
5.8
|
8.2
|
4.8
|
Elefantes
|
4.9
|
15.0
|
3.4
|
Fuente:
Composición de la leche, Walter L. Hurley, Universidad de Illinois,
Urbana-Champaign. http://clases.aces.uiuc.edu/AnSci308/Milkcompsynth/milkcomp_table.html
La
leche materna tiene propiedades anti-infecciosas
Las
madres que amamantan notan que sus bebés se enferman con menor frecuencia que
aquellos que no son amamantados. La leche humana provee diferentes tipos de
defensa contra las enfermedades, incluyendo anticuerpos contra patógenos
específicos. Contiene así mismo lactoferrina que, aparte de ser la fuente de
hierro para los bebés amamantados, parece poseer propiedades antibacteriales y
antivirales. Otros componentes de la leche materna protegen a los bebés a nivel
molecular, ya que su forma impide el acceso de ciertos patógenos.
Debido
a las cualidades protectoras de la leche materna, los bebés que no son
amamantados tienen más visitas a las salas de emergencia, hospitalizaciones y
tratamientos con antibióticos. Su efecto protector se extiende más allá del
destete. La leche humana ofrece protección inmunológica contra muchas
enfermedades crónicas. De acuerdo con Resultados de la lactancia versus
alimentación con fórmula recopilados por Gina Wall (MN, IBCLC) y Jon Ahrendsen
(MD, FAAFP), la alimentación con leche humana está asociada con menor riesgo de
las siguientes enfermedades: diabetes, esclerosis múltiple, síndrome de muerte
súbita, cáncer infantil, enfermedad tiroidea autoinmune, apendicitis,
osteoporosis, enfermedad cardiovascular, enfermedad helicobacterial del píloro
(asociada con úlceras gástricas),enfermedad de Crohn, colitis, artritis
reumatoidea juvenil, obesidad, tonsilitis, alergias, enfermedad atópica y asma
. Aunque las teorías abundan, el mecanismo de estos beneficios inmunológicos a
largo plazo aún no es claro.
La
leche humana contiene componentes bioactivos que mejoran el crecimiento y
desarrollo de los bebés humanos.
Una
hormona gastrointestinal, la colecitosquinina (CCK) brinda la sensación de
saciedad y bienestar. Durante la succión, la CCK liberada tanto en la madre
como en el bebé, produce somnolencia. En el bebé la CCK se eleva en dos
oportunidades. La primera elevación ocurre inmediatamente termina la toma y es
probablemente inducida por la succión; la segunda ocurre 30 a 60 minutos más
tarde debido a la presencia de leche en el tracto intestinal del bebé. La caída
de los niveles de CCK 10 minutos después de terminada la toma puede ser una
oportunidad para despertar al bebé y ofrecerle el otro seno o permitirle
reiniciar la succión y recibir así la leche rica en grasa. Esperar 30 minutos
después de la toma antes de acostar al bebé y así aprovechar el segundo pico de
CCK, puede ayudar al bebé mantenerse dormido.
La
leche humana contiene ácidos grasos esenciales
Los
ácidos grasos esenciales presentes en la leche materna optimizan la función
cognitiva y la visión del bebé. Algunos estudios han demostrado que bebés
prematuros a los que se administró leche materna a través de sonda eran, a los
18 meses y a los 6 ó 7 años, más avanzados en su desarrollo que aquellos con
edad gestacional y peso al nacer comparables, a los cuales se alimentó con
fórmula.
Estas
observaciones hacen pensar que la leche materna tiene un impacto significativo
en el desarrollo del sistema nervioso central. Los bebés amamantados poseen,
así mismo, mayor agudeza visual. Estos beneficios pueden ser atribuidos a la
presencia en la leche materna de largas cadenas de ácidos grasos
poliinsaturados.
Aunque
algunas leches de fórmula han añadido recientemente estos elementos, se
desconoce si tendrán efectos similares a largo plazo.
Las
hormonas, células vivas antibacteriales y antivirales y los ácidos grasos
esenciales, son sólo algunas de las razones por las cuales la leche materna es
ampliamente superior. Es realmente una sustancia única que no puede ser copiada
artificialmente.
Problema
de salud Duración mínima Duración de la protección Fuente de la lactancia
Diarrea 13 semanas 7 años Howie 1990 Otitis media 4 meses 3 años Duncan et al.
1993 Infecciones respiratorias 15 semanas 7 años Wilson et al. 1998 Bronquitis
sibilante 6-7 años Burr et al.1993; Porro et al. 1994 Influenza hemofilus tipo
b 10 años Silfverdal et al. 1997 Enfermedad de Hoggkings 6 meses Sin
especificar Davis, 1998 Fuente: Riordan 2005
Sally
Myer Nebraska, Estados Unidos
Traducido
por Bárbara de Zuleta de New Beginnings, abril de 2006, publicación de La Leche
League, Illinois, Estados Unidos. El artículo había sido publicado
originalmente en la Carta de Líderes del Área de Nebraska, Estados Unidos
Bibliografía
Lawrence, R y Lawrence, R. Breastfeeding; A
Guide for Medical Professional. St. Louis: Mosby. 2005.
Riordan, J. Breastfeeding and Human Lactation.
Sudbury: Jones and Bartlett 2005.
El
reporte de este estudio puede encontrarse en www.lalecheleague.org/cbi/Biospec.htm
Última
modificación 11 de enero de 2008 por mmm.
Page last edited 2010-05-05 17:03:45 UTC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!