Imagen cortesía de David
Castillo Dominici/ FreeDigitalPhotos.net
El destete es una
experiencia única, que varía de madre a madre y de bebé a bebé. Por esto no hay
recetas universales para transitarla.
¿Cuándo?
La edad de destete es
una preocupación de toda madre. Y todo el mundo tiene una opinión. Las
recomendaciones actuales son "lactancia exclusiva durante seis meses y
luego continuar agregando alimentos apropiados, hasta los dos años o más"
(OMS). Como la lactancia es una relación de a dos dentro de una familia, la
decisión de hasta cuándo amamantar será personal y única.
¿Por qué?
El destete puede ser
iniciado por el niño, porque ya ha alcanzado una etapa de desarrollo que lo
lleva a dejar el pecho. También puede ser iniciado por la madre porque
considera que ya la relación de lactancia tiene que llegar a su fin. En todos
los casos, el destete deberá tener en cuenta la etapa de desarrollo en que se
encuentra el niño y sus necesidades.
¿Cómo?
No es necesario
antagonizar al bebé o provocarle rechazo para lograr el destete. Se puede
llegar al destete sin pasar por situaciones agresivas como pintar los pechos de
colores extraños o sabores desagradables. El destete gradual y respetuoso es
siempre la mejor opción
Si el bebé tiene un año
o menos: es preferible no destetar. Sin embargo, si por algún motivo la familia
decide que es necesario, es preferible encarar un destete paulatino, eliminando
una toma, esperando unos días para eliminar la siguiente y así hasta dejar de
amamantar. Muchas mamás encuentran que en este caso, es preferible dejar la
toma de la noche para el final. Hay que tener en cuenta que si el bebé se
duerme con el pecho es posible que le cueste adaptarse a otra rutina, por lo
que es necesario tener paciencia. No es necesario usar medicación para
"secar la leche". Vendar los pechos es innecesario y contraproducente,
ya que puede producir obstrucciones y hasta mastitis y no acelera el proceso de
involución de los pechos.
Si el bebé tiene más de
un año: el destete puede parecer más difícil porque el bebé ya puede reclamar
el pecho y podemos pensar que de ninguna manera va a aceptar sustitutos. De
nuevo, un proceso lento y que respete las necesidades del bebé es el camino a
seguir. Muchas mamás encuentran que hay estrategias que ayudan:
- Encontrar cosas nuevas
que compartir en lugar de una toma. Una salida, alguna comida rica, un cuento,
una canción, una actividad compartida pueden reemplazar una toma.
- Reclutar ayudantes. Tu
compañero/a, abuelos, tíos, amigos pueden ayudar con las actividades
alternativas. Esto es especialmente útil con la toma de la noche. Si alguien
reemplaza a la mamá en la rutina para ir a dormir será más fácil que el bebé
acepte ir a la cama sin tomar la teta.
- Negociar. Esto es útil
para los chicos más grandes, que ya entienden si les explicamos el proceso de
destete. Estemos dispuestos a escucharlos también.
- Evitar lugares y
situaciones que el niño asocia con la teta. Si hay un sillón donde nos sentamos
siempre para amamantar, sentarnos en otro lado. Sentarnos a jugar en el suelo o
cambiar de habitación. Cambiar el orden de las acciones que el bebé asocia con
sentarnos a dar el pecho.
Tu cuerpo durante el
destete
Así como lleva un tiempo
que los pechos evolucionen para producir leche, lleva un tiempo que
involucionen y dejen de producir. Es posible que ante la reducción de tomas
aumente la sensación de incomodidad, de "pechos llenos" y hasta es
posible sentir los pechos como cuando empezamos a amamantar. Para aliviar esto
es necesario extraer suficiente leche como para sentirse cómoda, nada más. Cada
vez será necesario extraer menos leche y eventualmente, desaparecerá la
necesidad.
Es posible que si se
estimulan los pechos siga saliendo algo de leche (parecida al calostro en
realidad) hasta meses después del destete. Esto es normal. No es necesario
estimular los pechos.
No es el final de la
lactancia, es el inicio del resto de tu vida con tu hijo
Muchas mamás viven el
destete como una pérdida. Es un cambio importante, ya que señala el inicio de
una manera muy diferente de relacionarte con tu hijo, ya sin la mediación de tu
cuerpo como sostén, como lo fue durante el embarazo y la lactancia. Si bien la
corporalidad persiste en las demostraciones de afecto y en el contacto físico,
sin duda dejar de alimentar a tu hijo con tu cuerpo es un hito significativo.
La vida está hecha de
cambios. Ver crecer a los hijos es un proceso continuo de cambios. El destete
es el inicio de muchas otras cosas. Es cerrar una etapa para abrir otras
cientas. Vivido con respeto y amor es simplemente un cambio más que nos
enriquece como madres.
Este documento tiene
fines informativos y no reemplaza la atención médica.
Preparado por: V. Garea
IBCLC
Licencia Creative
Commons
©GALM Bariloche.
Permitida la reproducción sin modificaciones y citando la fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si leíste el post, seguro tenés algo que comentar, pues hacelo!!!