La directora Nacional de
Maternidad e Infancia, Ana Speranza, informó que se está trabajando por una ley
de obstétricas (parteras) dado el número de cesáreas que se practican al año en
el país.
La cantidad de
nacimientos por cesárea en los sanatorios privados prácticamente duplica al que
se registra en instituciones públicas, según advirtieron en el Ministerio de
Salud de la Nación.
La directora nacional de
Maternidad e Infancia, Ana Speranza, adelantó a Télam que “vamos por una ley de
obstétricas (parteras), que reconozca sus incumbencias”.
El objetivo, señaló la
funcionaria, es que esas profesionales “puedan trabajar de forma autónoma
dentro de las incumbencias que le correspondan”.
Esto es, explicó
Speranza, “la atención del embarazo normal, trabajo en consejería, salud sexual
y reproductiva, el manejo del parto normal y del puerperio, y aún del recién
nacido normal”.
Según la directora de
Maternidad, el número de partos anuales ronda los 750 mil por año, de los
cuales 450 mil corresponden a
instituciones del sector público y el resto a obras sociales o empresas de
medicina privada.
Speranza destacó que
“las cesáreas constituyen un problema de salud pública, porque constituyen un método
de resolución del parto cuando hay complicaciones”.
“Realmente –agregó- es
lo que ha disminuido en el mundo la mortalidad materna, y también la neonatal,
cuando es oportuna”.
En ese sentido, precisó
que el promedio de cesáreas es de alrededor de 15%, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien “quizás hayan aumentado a 20%”.
En la Argentina, hacia
2005 el promedio era de 23%, pero el Sistema de Datos Perinatal, que registra
todos los eventos del país, muestra una media de 29%.
Speranza señaló, no
obstante, que “algunos estudios publicados muestran que las cifras en el sector
privado duplican a la del sector
público”.
Anticipó luego que
“probablemente ya a partir de este año tengamos los datos más precisos del
sector privado, dado que a través de un convenio con la Confederación de Obras
Sociales Provinciales se trata de instalar el sistema informático
perinatal en clínicas y sanatorios”.
“Eso nos va a permitir
tener un registro más certero de este dato”, sostuvo Speranza.
“Nosotros, añadió,
propiciamos el acompañamiento familiar, porque sabemos que esto constituye un
hecho fundamental para el desarrollo del
parto normal”.
La directora alertó
luego que “cuando las obstétricas no forman parte del equipo de salud, a veces
hay apuros y necesidades de terminar el parto, con inducciones aceleradas, que
hacen de que aparezca una indicación de cesárea en lo que quizás hubiera sido
un parto normal”.
Speranza también
mencionó los déficits de anestesistas y consideró, finalmente, que “es el
trabajo en equipo el que puede favorecer el parto normal”.
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