01 de diciembre de 2008
| 10:30 CET
Creo que todo padre y
madre en algún momento de la vida de su hijo/a ha pensado algo similar al
título del post: “y ahora, ¿por qué se quita los zapatos?“
Hay diferentes momentos
de la vida en que los niños tienden a quitarse los zapatos (e incluso los
calcetines). De pequeñitos, digamos a partir de los 8-9 meses, están en plena
fase de exploración de su cuerpo, hace poco que conocen sus pies y quieren
verlos, quieren sentir con ellos y eliminar esas barreras que lo impiden
(llamadas zapatitos de bebé). Es algo así como una búsqueda de libertad, un
“eh, que yo nací descalza…”.
Cuando son un poco
mayores, hacia los 2-3 años esta necesidad regresa (si es que algún día se
fue). Caminar, correr y saltar son acciones que ya no tienen truco ni misterio
para ellos, sin embargo están en las mismas, no sienten el suelo que pisan y
ellos, que están volviendo a conocer su cuerpo desde un punto de vista más
comprensible, dando nombre a sus manos y brazos, a sus piernas y pies, quieren
volver a sentir con ellos y eliminar esas barreras que lo impiden.
Algo así como sentirse libre
de sentir (valga la redundancia) y conectar con el mundo a través de aquello
que contacta con él continuamente, nuestros pies.
También puede ser, y
esto sí hay que tenerlo más en cuenta, que las zapatillas simplemente le vayan
pequeñas o le molesten por alguna razón. Si sólo lo hace con un par
determinado, es probable que sea esto. Si lo hace con todos, es probable que
sea lo que ya he comentado.
La foto que veis es de
mi hijo Jon, de uno de estos días de Noviembre en que se quitó una zapatilla y,
por supuesto, un calcetín y un rato antes de que se quitara la otra.
A veces Jon va más allá
y una vez ha acabado desnudando sus pies, decide desnudarse por completo.
Confieso, no trato de evitarlo. Imagino que es más de lo mismo, querer sentirse
libre, redescubrir su cuerpo ahora que sabe como se llaman sus partes, sentir
el entorno desde su piel. Quizás alguien opine que no hacemos bien dejándole
que se desnude, pero yo pienso ¿cómo voy a limitar semejante manifestación de
vida?
Volviendo a los pies,
¿cuándo dejan de hacerlo?
Pues depende. Algunos lo
dejarán de hacer cuando dejen de sentir la necesidad de libertad y de conexión
con el entorno. Otros no dejarán de hacerlo nunca y llegarán a la edad adulta
haciéndolo también.
No hay nada malo en
ello, es libertad.
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